PUERTO PRÍNCIP, Haití.- El gobierno haitiano prohibió hasta nuevo aviso la importación, distribución y venta en el mercado local de salamis, embutidos, salchichas, perros calientes y mortadella provenientes de la República Dominicana. Las autoridades de la vecina isla adoptaron la medida tras el grito de alarma lanzado por el diputado Chéry Fritz, relativo a la "carcinogenicidad" del salami que contiene heces fecales.
El comunicado de prensa anunciando el inicio de la disposición será anunciado próximamente, dijo el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Sinal Bertrand, al salir de una reunión de emergencia con los ministerios de Comercio, Salud y Agricultura. Siguiendo el ejemplo de su colega Chéry, el Dr. Bertrand ha invitado a la población a que eviten consumir estos productos dominicanos, hasta que se aclare la situación.
El diputado-médico se Port Salut (sur) confirmó los resultados de una encuesta que muestra que el salami dominicano exportado a Haití contiene 51% de nitrito de sodio, elementos altamente cancerígenos. también dijo que los mismos son fabricados con un componente de aproximadamente 15 % de coliformes fecales, sustancia derivada de materias fecales. Además, manifestó que están por debajo en el contenido de proteínas y contienen 12% de levadura, y otras bacterias.
"Deberá crearse un comité ad hoc con el fin de evaluar las diferentes exportaciones de nuestros vecinos, muy populares en Haití, incluyendo alimentos, productos farmacéuticos y materiales de construcción", indicó Sinal Bertrand. El miércoles, Chéry, diputado de Gros-Morne (Artibonite, Norte), había alertado a las autoridades sobre la necesidad de una prohibición inmediata en el mercado de la venta de embutidos que cruzan la frontera, tras la publicación de un artículo en el diario dominicano Listin Diario.
Basado en una investigación del Instituto para la Defensa de los Consumidores Dominicano (Proconsumidor), denuncia los riesgos cancerígenos que implica el consumo de este producto.
Entrevistadas por Radio Kiskeya en los mercados populares de Puerto Príncipe, los incrédulos vendedores no han ocultado su intención de continuar despachando y consumiendo los salamis, que en su opinión, no serían peligrosos. Sin embargo, los clientes han expresado su preocupación y afirmaron que el producto en cuestión sería excluido de sus prácticas alimentarias.
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