Thursday, October 4, 2007

Ecuador, el Che alumbra por los Andes

Hedelberto López Blanch

Rebelión

A 40 años del asesinato de Ernesto Che Guevara por sus captores después de ser herido en combate en Bolivia, otro pueblo andino se levanta en defensa de su soberanía para demostrar que las ideas, cuando son justas, no mueren.
El Che, quien ofrendó su vida por la libertad de “los vilipendiados de esta tierra”, esta hoy presente en las calles de Ecuador, acompañando a ese pueblo que con una votación abrumadoramente masiva, apoyó al partido Alianza País del presidente Rafael Correa, para que obtuviera la mayoría de los 130 curules de la Asamblea Constituyente que tendrá a su cargo la redacción de una nueva Carta Magna con la premisa de ejercer la soberanía nacional, prescribir leyes a favor del pueblo y recuperar las riquezas naturales en manos de las transnacionales.
La Asamblea tendrá poderes totales para modificar el esqueleto jurídico, institucional y económico y dispondrán de 180 días con una prórroga de 60 días adicionares para estructurar la Nueva Constitución.
El presidente ecuatoriano propone una reformadora institucionalidad, disolver el Congreso y dar a la ciudadanía la oportunidad de elegir nuevos representantes, así como despolitizar los tribunales y democratizar los medios de comunicación.
Esta será la fórmula para desmantelar el modelo neoliberal, que durante décadas ha llevado la pobreza a la mayoría del pueblo ecuatoriano, ha posibilitado el enriquecimiento de la oligarquía criolla y de las compañías transnacionales que han extraído del país enormes capitales
Pese a la fuerte campaña desatada por la oposición oligárquica con fuertes vínculos en el Parlamento y en los medios de comunicación masiva, además de las presiones de las compañías extranjeras y del gobierno estadounidense para impedir la reforma de la Constitución, el apoyo del pueblo ecuatoriano a Correa fue apabullante lo que le permitió a la Alianza País obtener alrededor de 70 asientos de los 130 de la Constituyente.
La muestra fehaciente de que los ecuatorianos se habían revelado contra las políticas neoliberales, de libre comercio y privatizaciones diseñadas e impuestas por Estados Unidos y los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), fue cuando Correa se impuso en las elecciones presidenciales de noviembre de 2006 ante su opositor, el multimillonario Álvaro Noboa. Se empezaba a dejar atrás más de 20 años de esas nefastas políticas.
En el transcurso de ocho años las manifestaciones populares en la nación andina que no soportaban la desesperante situación económica y social derrocaron a tres presidentes: Abdalá Bucaram, el 7 de febrero de 1997; Jamil Mahuad, el 21 de enero del 2000 y al coronel Lucio Gutiérrez, el 20 de abril del 2005.
Ecuador, pese a ser el primer exportador de banana en el mundo y el quinto de petróleo en América Latina, tiene uno de los índices de pobreza más elevados del continente, cifrado en el 72 % de su población.
El 65 % de sus 14 millones de habitantes son considerados analfabetos y desde hace varios meses el gobierno de Correa, con ayuda del método cubano Yo Si Puedo, lanzó una compaña masiva de alfabetización.
La nación andina cuenta con una de las deudas más caras de la región pues gran parte del débito externo tiene tasas de interés de 12 % (bonos globales 2012 que reemplazaron a los bonos Brady) por lo que su servicio o pago es oneroso al restarle recursos para los sectores sociales.
Para cancelar su abultada deuda externa que se ubica en cerca de 15 500 millones de dólares, y poder adquirir nuevos fondos financieros, el anterior gobierno de Lucio Gutiérrez decidió, bajo presión del FMI, dedicar más de la mitad de los ingresos al pago de ese compromiso. Esa medida motivó que se deterioraran aún más los servicios de salud, educación, electricidad, alimentación y vivienda de la población.
Antes del reciente triunfo para formar la Asamblea Constituyente, Correa había reiterado en varias oportunidades que no suscribiría el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, no involucrará a su país en el Plan Colombia (diseñado y financiado por Washington contra el narcotráfico y la guerrilla) y que renegociaría la deuda externa aunque mantendrá por el momento la dolarización del país acordada hace seis años.
La nación andina, inspirada en el prócer ecuatoriano Eloy Alfaro y en el guerrillero Ernesto Che Guevara, despierta hoy del largo letargo y su pueblo se levanta, al igual que otros en América Latina, por la verdadera y soñada independencia.
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