Guillermo Moreno
lunes, 15 de diciembre de 2008
lunes, 15 de diciembre de 2008
El cerebro humano es la materia más desarrollada del universo conocido.
Es en el cerebro donde se producen los procesos más complejos y distintivos de los seres humanos como razonar, pensar, crear y de comprensión de los sistemas que se desarrollan en nuestro entorno.
Por eso, si fuéramos a hacer comparaciones hay que admitir que no hay otra materia más valiosa que el cerebro, por encima del oro, los diamantes, el petróleo.
El cerebro puede desarrollar su capacidad cognoscitiva, que es específica en cada ser humano, por dos factores concurrentes: La alimentación y los estímulos externos adecuados.
Por eso, si desde las primeras etapas de vida, la persona recibe una adecuada alimentación y los estímulos necesarios en forma organizada, sistemática y progresiva, se crea la posibilidad de desarrollar sin límites sus capacidades innatas.
La educación formal no es más que una manera de organizar los conocimientos conforme un plan sistemático y progresivo, para desarrollar las potencialidades cognoscitiva y de aprendizaje de cada niño, niña, adolescente y joven.
Por eso también, cada vez más, la educación es acompañada del desayuno y del almuerzo, a fin de garantizar una dieta balanceada a los niños y niñas y adolescentes durante su estadía en la escuela.
La educación, al desarrollar nuestras capacidades también contribuye a forjar seres humanos con mayor conciencia de su dignidad, derechos y responsabilidades.
Algunos creen que nuestra principal debilidad es no tener petróleo o uranio o diamantes o carecer de un territorio extenso.
En realidad la principal debilidad de nuestro país es que todos los años millones de niños y niñas y adolescentes se quedan analfabetos, o reciben una educación mediocre o abandonan la escuela o el hambre les hace crecer con retardo.
Nuestra principal debilidad como sociedad es la incapacidad reiterada de elegir gobiernos y luego dejarles que no inviertan, entre otras, los recursos necesarios para garantizar un sistema educativo de calidad, gratuito y de cobertura universal.
Desde hace mas de diez años, y dispuesto por ley, se estableció la obligación del Estado de invertir el 4 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) en el sistema educativo nacional.
Hasta el día de hoy ningún gobierno le ha dado cumplimiento a ese mandato de la ley.
La causa está en la falta de compromiso social de los presidentes que se han sucedido, y no en la falta de recursos, pues cada año han gastado muchas veces el equivalente al 4 por ciento en clientelismo, corrupción, sueldos de lujos, obras no prioritarias.
La Asociación Dominicana de Profesores (ADP), junto a un conjunto organizaciones sociales y civiles, desarrolla desde hace unos meses una campaña por el 4 por ciento del PBI para educación.
El Presidente Leonel Fernández por noveno año en que como gobernante elabora el proyecto de presupuesto, desechó asignarle a la educación la partida que manda la ley.
La ADP y las organizaciones que la acompañan están recolectando un millón de firmas como testimonio de la identidad de toda la sociedad con esta demanda.
La ADP está organizando una vigilia cultural para el próximo jueves 18 en la explanada del Congreso Nacional para demandar a los legisladores asignar a educación el 4 por ciento del PBI.
Sumémonos a esta demanda y luchemos por ella que es hacerlo por las presentes y futuras generaciones.
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