Tuesday, December 16, 2008

Como usar los fondos de pensiones








José Lois Malkum lunes, 15 de diciembre de 2008
http://www.clavedigital.com/App_Pages/opinion/Firmas.aspx?Id_Articulo=13217&Id_ClassArticulista=202


Como me siento uno de los mayores responsable del nacimiento de la seguridad social en el país, todo lo relacionado al tema me preocupa. Y parece que lo dominante en los próximos años será que hacer con el dinero acumulado en los fondos de pensiones.

Nuestro sistema es de capitalización individual, donde el empleado y empleador aportan recursos durante años, para asegurarle a ese empleado, una pensión digna para su retiro. El Gobierno no tiene vela en ese entierro, excepto aportar lo que le corresponde para sus empleados. Resulta que muchos fondos de pensiones han sido manejados con gran eficiencia en países donde hay cierto grado de institucionalidad y cierta autonomía en la administración de los mismos. Otros en cambio, estatizaron estos fondos para enfrentar crisis macroeconómica internas y lo convirtieron en un sistema de reparto para terminar con una deuda social impagable. Los beneficiarios de esos planes estatizados, después de trabajar 40 años o más, hoy reciben una mísera pensión que los mantiene en la miseria, como puede verse fácilmente en algunos países del cono sur.

Pero hasta Chile, que se ha destacado por el buen manejo de sus fondos de pensiones y las altas utilidades recibidas a través de los años, ha perdido solo en el 2008, cerca de 20 mil millones de dólares debido a malas inversiones en valores y bonos. Lo mismo se puede decir de muchos países de Europa, Estados Unidos y Asia, cuyos fondos de pensiones se han descapitalizado en unos pocos meses. Pero hay una diferencia importante de estos fondos de pensiones bajo el sistema de capitalización individual con respecto al llamado sistema de reparto. Y es que analizando las estadísticas de los últimos 20 años, en el primero, aun se registra una rentabilidad positiva a pesar de las grandes perdidas originadas por la crisis financiera internacional. Mientras en el segundo, simplemente no hay rentabilidad sino conversión de estos fondos en deuda publica impagable.

En la capitalización individual, así como se pierde cuando los mercados financieros entran en crisis, así se gana cuando se recuperan, logrando beneficios a largo plazo, que es lo que cuenta. En el sistema de reparto, los fondos se evaporan y más cuando no hay un manejo responsable de la economía. Los fondos de pensiones usados por los Gobiernos, normalmente se aplican a proyectos de infraestructura cuya rentabilidad es negativa ya que estas obras están usualmente salpicadas de malos manejos administrativos, corrupción, sobre costos y toda clase de deficiencias estructurales. Además, estas inversiones son por lo regular a fondos perdidos, porque jamás se recuperan con rentas, peajes o tasas, lo que se traduce en doble déficit fiscal (deuda + subsidios).

¿Como resolver este dilema ante la campaña mediática oficial que se avecina? Mi reacción inicial ante algunos medios, fue de rechazo absoluto a estas pretensiones del gobierno. Pero después de oír a los empresarios hablar con cautela sobre le tema, pero sin la firmeza que lo hacen cuando se refieren a aumentar mas impuestos, me preocupé un poco y por ello hago estas disgregaciones. La primera, que de usarse esos fondos para obras publicas, se debe fijar un tope que no supere el 30% del total acumulado, lo que en nuestro caso significa unos 20 mil millones de pesos, que crearían muchos empleos. Lo segundo es que se utilicen en la red vial aplicando un peaje que asegure la recuperación de la inversión con su correspondiente rentabilidad, depositando esos fondos en cuentas especiales a favor del Fondo. Y lo tercero, es garantizar ese dinero con un aval del Banco de Reservas, un seguro de riesgos o garantías colaterales (tierras públicas con vocación turística).

Bajo ninguna circunstancia estos recursos deben invertirse en viviendas sociales salvo que no sea un proyecto estrictamente privado con las suficientes garantías. Cualquier olor a gobierno en esos proyectos, implica alta morosidad y rentabilidad negativa. Los proyectos viales a financiarse con estos fondos también deben ser cuidadosamente revisados por una comisión especial pública y privada (esta última designada por el CONEP), a fin de evitar manejos turbios y sobre costos. Igualmente, sometidos a licitación abierta y administrados y supervisados por compañías privadas.

Lo inadmisible es que el gobierno modifique por ley un sistema de pensiones sustentado en la capitalización individual para despilfarrar 70 mil millones de pesos en obras impresionistas, sin control de costos, bajo la tutela publica y violando la ley de contratación de obras del Estado. De eso pasar, habría que emitir desde ya el acta de defunción del sistema de pensiones dominicanos.

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