MITO: El Gobierno de Venezuela está cerrando a RCTV y a otros medios privados debido a sus críticas hacia el presidente Chávez.
HECHO: 80% de los canales de televisión abierta de Venezuela y emisoras de radio pertenecen y son operados por el sector privado[2], ni mencionar el bien desarrollado sistema de televisión por cable y satélite. Los 118 periódicos que circulan en el país, tanto de cobertura regional como nacional, están igualmente bajo el control del sector privado. Los medios de comunicación de Venezuela disfrutan de la libertad de reportar, analizar y expresar opiniones sobre todos los temas de importancia sin interferencia del Gobierno. De hecho, la mayoría expresa de manera estridente su oposición al Gobierno y lo hacen sin ninguna amenaza o consecuencia. Actualmente, ningún periódico, canal de televisión o emisora de radio han sido cerrados por su visión política o por hacer oposición al presidente Chávez. Igualmente, ningún periodista ha sido puesto en prisión o castigado por hacer su trabajo. La Constitución de 1999 reafirma la libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de información como libertades fundamentales que deben ser protegidas por el Gobierno.
MITO: El Gobierno de Venezuela está cerrando RCTV ilegalmente
HECHO: Como en casi todos los países, en Venezuela el espectro radioeléctrico es un recurso limitado que es regulado por el Gobierno con el objetivo de promover el interés público. El espectro radioeléctrico es una propiedad pública y, como otras propiedades de este tipo, debe ser regulado para equilibrar las necesidades de las empresas operadoras en relación con las necesidades del público.
El artículo 156 de la Constitución de 1999 y otros artículos de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones dan al Gobierno el poder de garantizar y regular el acceso y uso del espectro radioeléctrico. El Ministerio del Poder Popular para las Telecomunicaciones e Informática es la institución encargada de garantizar acceso a los operadores de televisión y radio, y también de evaluar si un operador ha servido o no al interés general. En resumen, el derecho a acceder al espectro radioeléctrico es sopesado con las responsabilidades respecto al bienestar público. Si una empresa operadora incumpliese con las responsabilidades legalmente prescritas, perdería el derecho a acceder al uso del espectro radioeléctrico.
En el caso de RCVT, el Gobierno de Venezuela decidió que la concesión no sería renovada, porque la empresa falló en cumplir con estándares acordes con el interés público y también porque de esta manera se puede ofrecer la concesión a otros operadores que no han tenido antes la oportunidad de usar este espacio. Esta decisión busca democratizar tanto el acceso como el contenido de la televisión pública. Por otra parte, RCTV podrá seguir transmitiendo su señal vía cable y satélite.
MITO: Otros países no aplican estos estándares, en cuanto al interés público, a la radio y la televisión.
HECHO: Casi todos los países se guían por estos estándares. En el caso de los Estados Unidos, las leyes establecen estándares a los cuales todas las empresas operadoras deben apegarse con la finalidad de mantener su licencia de uso del espectro. La Ley de Radio de 1927 deja claro que el espectro radioeléctrico es una propiedad pública y que todos los operadores que lo usen deben servir a “las necesidades y conveniencias del interés público”. La Ley de Comunicaciones de 1934, establecida por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), igualmente detalla estándares para operar de acuerdo al interés público, bajo el cual la aplicación para tener o mantener el acceso al espectro radioeléctrico sería juzgado. En 1960, la FCC estableció 14 elementos que la programación de televisión debía cumplir para alcanzar los estándares del interés público, incluyendo la oportunidad para la expresión libre a nivel comunitario, el desarrollo y uso de talento local, programas educativos y programas sobre asuntos de interés público. La FCC ha negado reiteradas veces la renovación de licencias basada en estos estándares.
MITO: RCTV no ha hecho nada que violara el interés público en Venezuela.
HECHO: Desafortunadamente, RCTV ha fallado recurrentemente en sus obligaciones y responsabilidades hacia el pueblo de Venezuela. En uno de los incidentes más perturbadores, la gerencia de RCTV sesgó su programación diaria para apoyar un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez Frías y su Gobierno democráticamente electo en abril de 2002. RCTV participó en lo que se denominó como “el primer golpe de Estado mediático” del mundo, y prohibió a sus reporteros transmitir información alguna sobre el fracaso del golpe[3]. Esta información era importante para la sobrevivencia y restauración del Gobierno y las instituciones democráticas del país – el gobierno de facto había abolido la Asamblea Nacional, la Corte Suprema de Justicia y la Constitución — e innegablemente era del interés público la situación en la que se encontraban el Gobierno y sus líderes democráticamente electos. Al tomar esta determinación, RCTV negó al pueblo de Venezuela su derecho a ser informado. Un artículo del diario Houston Chronicle sobre el caso RCTV resalta que “las acciones de RCTV no habrían durado más de unos pocos minutos con la FCC” [4].
MITO: La decisión de no renovar la concesión de RCTV tendrá un impacto negativo sobre la democracia en Venezuela.
HECHO: La mayoría de las estaciones de radio y televisión abierta en Venezuela pertenecen al sector privado. De este número, una gran parte pertenece a un reducido número de corporaciones con múltiples intereses económicos y políticos. Esto ha llevado a una situación en la cual, de acuerdo a un editorial del diario The New York Times, “incluso los mejores programas de noticias tienden a ser abiertamente ideológicos y no separan las noticias de la opinión, al estilo estadounidense; de esta manera la visión de los dueños puede permear los reportes. Muchas publicaciones ofrecen noticias diseñadas especialmente para impulsar la agenda personal o política de sus dueños” [5]. Igualmente, Marta Colomina, una profesora de periodismo, columnista de varios medios y una conocida crítica del presidente Chávez, describió la situación así: “Los dueños de los medios están muy conscientes de su poder, y saben cómo usarlo. En Estados Unidos o Europa, hay grandes grupos corporativos de medios que se ven así mismo como servidores del interés general. En Venezuela, los medios están en las manos de pequeños grupos quiénes tienden a servir su propio interés” [6].
Esta concentración en pocos dueños ha limitado el acceso de la ciudadanía a diversos puntos de vistas, dando a los dueños de los medios existentes un poder desproporcionado para estructurar la agenda política y económica de Venezuela. La decisión de no renovar la concesión de RCTV incrementará la democracia en el espectro radioeléctrico de Venezuela, tanto en el acceso a este espacio, como en el contenido que se transmite. Aunque los planes no han sido totalmente establecidos, el Gobierno de Venezuela ha anunciado que la concesión de este espacio será otorgada a una cooperativa de productores y periodistas independientes, la cual será usada para promover noticias, opinión, cultura y entretenimiento desde diferentes perspectivas.
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[1] “Chavez’ Move Against TV Spurs Outcry,” The Guardian, January 16, 2007. http://www.guardian.co.uk/worldlatest/story/0,,-6349689,00.html
2 http://www.rethinkvenezuela.com/downloads/Venezuela%20Update%20January%202007.htm
3 Andrés Izarra, “El golpe desde la cabina 12 de RCTV,” Chávez y los medios de comunicación social, Marineáis Tremamunno, ed. (Caracas; Alfadil Ediciones, 2002), p. 84.
4 Jones, Bart. “Chavez as Castro? It’s not that simple in Venezuela,” Houston Chronicle, 7 de febrero, 2007.
5 “The Monochromatic Media of Latin America,” New York Times, 7 de mayo, 2001.
6 Lugo, Jairo and Juan Romero, “From Friends to Foes: Venezuela’s media goes from consensual space to confrontational actor,” Sincronía (Invierno 2002), http://sincronia.cucsh.udg.mx/lugoromeroinv02.htm.
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