Thursday, August 29, 2013

CONDICIONES OBJETIVAS Y SUBJETIVAS PARA UNA REVOLUCION COMUNISTA OBRERA EN LA REPUBLICA DOMINICANA Y LA TOMA DEL PODER POR LOS PARTIDOS OBREROS ALIANZA PAIS, EDUARDO ESTRELLA, EL GENERAL PERCIVAL, EL MOVIMIENTO CAAMAñISTA Y EL FRENTE AMPLIO



Tomamos como preámbulo de este artículo la siguiente aseveración publicado meses atrás en este semanario: “La revolución comunista no es una revuelta del tipo que se producen espontáneamente y en las que se desfoga la insatisfacción acumulada por las arbitrariedades o en pro de reivindicaciones puntuales desatendidas. La revolución es un proceso organizado que tiene objetivos a largo plazo y se propone resolver global y definitivamente los problemas sociales...”. No es un hecho espontáneo -remarcamos-, responde a circunstancias concretas. La revolución se produce allí donde las condiciones lo permiten.

¿A qué tipo de condiciones nos referimos? A las conocidas bajo la denominación de objetivas y subjetivas, según el caso.

Las condiciones objetivas son producto del desarrollo histórico concreto de la sociedad y se desarrollan independientemente de la voluntad de los hombres. Tienen que ver con las penosas condiciones de vida de los pueblos, con la explotación que soportan las clases trabajadoras, con la opresión política que sufren las masas. A su vez tienen que ver, como en nuestro país, con las condiciones de atraso que enfrenta la sociedad. Es decir, son circunstancias tangibles, que pueden ser cuantificadas, que están en el mundo y maduran como consecuencia de la explotación y opresión capitalistas.

Sin embargo, la existencia de altos niveles de miseria, atraso, explotación, etc. no desemboca per se en el triunfo de la revolución social del proletariado. En el mundo existen países con elevados índices de miseria, donde la gente literalmente muere de hambre, en los que no ha triunfado la revolución. ¿A qué se debe aquello? A que en la mayoría de esos países las condiciones subjetivas de la revolución no han madurado lo suficiente y no tienen la fuerza suficiente para aprovechar al máximo la realidad o el escenario en el que actúan.

Cuando hablamos de las condiciones subjetivas nos referimos a los aspectos relacionados con el nivel de conciencia política y de organización de las masas, con la disposición de éstas para la lucha política. El principal factor o elemento en éstas, que al mismo tiempo actúa para el desarrollo de las restantes, es la existencia de la vanguardia del proletariado, el Partido Comunista. Éste trabaja por elevar el nivel de conciencia política y organización de las masas, por llevarlas al combate contra la explotación y por el socialismo. La existencia de una Partido Comunista fuerte, enraizado en el movimiento popular, asimilado al marxismo leninismo, es garantía para llevar al éxito la revolución.

No es raro escuchar que en nuestro país existen suficientes condiciones para el triunfo de la revolución. La crisis económica y política es grave, las condiciones materiales de vida de los trabajadores y el pueblo son difíciles, pero no podemos decir que se ha topado fondo; más aún, es innegable que en el movimiento de masas existen dificultades. Una significativa franja se encuentra influenciado ideológica y políticamente por corrientes socialdemócratas (es decir burguesas) que se mueven detrás de un proyecto que pregona la posibilidad de resolver los problemas de las masas con “más democracia”, “profundizando la participación y gestión popular” en las instancias gubernamentales locales y centrales; es decir, sin romper el campo de juego delimitado por la burguesía, respetando la institucionalidad capitalista.

Nosotros entendemos esta realidad y trabajamos por transformarla; avanzamos en la construcción de un movimiento de masas revolucionario, que no solo luche por la reivindicación material, sino que vaya entendiendo la necesidad de enfrentar en su conjunto a las clases dominantes y al imperialismo.

Las masas hacen la revolución, pero cuando éstas tienen conciencia de clase, cuando existe un escenario propicio en el que pueden actuar y, cuando tienen al frente, dirigiendo sus combates, una vanguardia política poderosa: el Partido Comunista

LOS PARTIDOS COMUNISTAS DEL PAIS DEBERIAN FOMENTAR EN EL MOVIMIENTO OBRERO SINDICAL, COMITES PARA LA UNIDAD OBRERA


Para entender la necesidad de desarrollar, dentro del movimiento obrero-sindical, los llamados CUO, hay que ir más allá del fracaso de los sindicatos mayoritarios en la defensa de los intereses de la clase obrera frente al capitalismo durante el periodo democrático.

Si tales sindicatos acertaron o se equivocaron en determinadas luchas o reivindicaciones, si les faltó firmeza o energía, o rapidez, en ciertas ocasiones, o incluso si sus puestos directivos han sido ocupados por personas inadecuadas, son cuestiones irrelevantes ahora. De hecho, incluso si las personas más honestas y capaces hubiesen ocupado su lugar, y se hubiesen desarrollado correctamente las luchas y las reivindicaciones, ha habido, desde la raiz misma de la lucha obrera, un elemento que la ha torcido y que la ha condenado al fracaso en terminos generales durante este periodo.

La cuestión ni es nueva ni es misteriosa, y está perfectamente puesta en claro por Marx, cuando distingue dos ámbitos: la circulación de mercancías y la producción de mercancías:

"La órbita de la circulación o del cambio de mercancías, dentro de cuyas fronteras se desarrolla la compra y la venta de la fuerza de trabajo, era, en realidad, el verdadero paraíso de los derechos del hombre. Dentro de estos linderos, sólo reinan la libertad, la igualdad, la propiedad, y Bentham. La libertad, pues el comprador y el vendedor de una mercancía, v. gr. de la fuerza de trabajo, no obedecen a más ley que la de su libre voluntad. Contratan como hombres libres e iguales ante la ley. El contrato es el resultado final en que sus voluntades cobran una expresión jurídica común. La igualdad, pues compradores y vendedores sólo contratan como poseedores de mercancías, cambiando equivalente por equivalente. La propiedad, pues cada cual dispone y solamente puede disponer de lo que es suyo. Y Bentham, pues a cuantos intervienen en estos actos sólo los mueve su interés. La única fuerza que los une y los pone en relación es la fuerza de su egoísmo, de su provecho personal, de su interés privado.

Precisamente por eso, porque cada cual cuida solamente de si y ninguno vela por los demás, contribuyen todos ellos, gracias a una armonía preestablecida de las cosas o bajo los auspicios de una providencia omniastuta, a realizar la obra de su provecho mutuo, de su conveniencia colectiva, de su interés social.

Al abandonar esta órbita de la circulación simple o cambio de mercancías, adonde el librecambista vulgaris va a buscar las ideas, los conceptos y los criterios para enjuiciar la sociedad del capital y del trabajo asalariado, parece como si cambiase algo la fisonomía de los personajes de nuestro drama. El antiguo poseedor de dinero abre la marcha convertido en capitalista, y tras él viene el poseedor de la fuerza de trabajo, transformado en obrero suyo; aquél, pisando recio y sonriendo desdeñoso, todo ajetreado; éste, tímido y receloso, de mala gana, como quien va a vender su propia pelleja y sabe la suerte que le aguarda: que se la curtan."  (El Capital, Tomo 1, Sección 2, Cap 4, 3.Compraventa de la fuerza de trabajo)

La descripción no podría ser más exacta, y si Marx a veces escribe con estilo difícil, la experiencia cotidiana de todos nosotros se encarga de aclarar cualquier punto oscuro.

Por un lado tenemos una órbita de la circulación, donde reina la seguridad jurídica: libertad, igualdad, propiedad, y beneficio. Esto es el mercado, y los consumidores sabemos el alto grado en que, como tales, la sociedad nos protege. Los derechos de los consumidores, las organizaciones de consumidores, los institutos de defensa de consumidores y usuarios, la implacabilidad de la justicia ante las violaciones de estos derechos, forman un vivo entramado que hace sentirse poderoso y protegido incluso al más humilde consumidor. Si descubriéramos que en el restaurante en el que acabamos de comer, nos han servido un flan caducado -aunque sea por horas- lo menos grave que podríamos hacer sería abroncar a los camareros y marcharnos sin pagar.

Nótese que en tal situación, la fecha de caducidad estampada en el envoltorio del flan se convierte en un título jurídico de primera categoría, que da al consumidor la capacidad de hacer que se tambalee cualquier manifestación del poderoso capitalismo.

Por desgracia la mayoría de los consumidores son también trabajadores, alternativamente. Consumidores fuera de la jornada laboral. Trabajadores durante la jornada laboral. Trabajadores de 9 a 17. Consumidores el resto del tiempo, mientras el cuerpo aguante y quede dinero. Trabajadores en la fábrica, consumidores en cualquier otro sitio.

Y en la fábrica -en la órbita, no de la circulación, si no de la producción- las cosas cambian. Ahí ya no entramos como consumidores, sino como trabajadores. Entramos como mano de obra, para ser nosotros mismos consumidos por quien paga y manda, el empresario. El sí sigue siendo ahí dentro un consumidor pleno de derechos, con lo que ello implica. Nosotros sabemos que cuando estamos dentro de la fábrica haremos todo lo que él nos ordene. Sea cual sea nuestra categoría profesional (si es que nuestra legislación laboral aún distingue categorías), soldaremos si se nos manda soldar, fregaremos si se nos manda fregar, empaquetaremos si se nos manda empaquetar, y traeremos cafés si al jefe le apetece. Y si nos manda quedarnos hasta más tarde de nuestra hora de salida, nos quedaremos, y si no respeta nuestros descansos, nos callaremos, y si se salta las medidas de seguridad o de formación, da igual, no protestaremos. Ni se nos ocurre esgrimir, en esas circunstancias, nuestro contrato de trabajo, diga lo que diga. Si nuestra hora de salida debió ser hace 45 minutos, nos aguantamos. Aquí no hay hora, ni fecha de caducidad que valga. Esto no es un flan caducado, es un simple trabajador cansado. No hay organización de usuarios, ni legislación que nos proteja, y todo lo que podemos hacer es dar gracias por tener un trabajo y no perderlo.

La situación en su conjunto, vista con ojos proletarios, es curiosa. Tenemos una especie de doble estatuto jurídico, según la hora del dia. Nuestra libertad y nuestro derecho son máximos cuando no estamos trabajando, pero se reducen a la nada durante las horas de trabajo.

Y resulta paradójico comparar por una parte el poder supremo que una fecha de caducidad estampada en un flan nos da en un restaurante como consumidores, con el por otra parte valor nulo de las claúsulas de los contratos de trabajo de los trabajadores de ese restaurante, o de otro cualquiera.

Esta paradoja no es una anomalía, si no el resultado de que los conceptos de Libertad, Justicia, Propiedad e Igualdad que reinan en nuestra sociedad sean puramente burgueses. Y como "la ideología de la clase dominante es la ideología de las clases dominadas", esa forma de analizar la realidad ha impregnado y contaminado también las instituciones encargadas de encabezar la lucha proletaria: los sindicatos.

Pero este texto no va contra los sindicatos. Si han sucumbido a la salvaje arremetida del capitalismo desquiciado de los últimos 30 años, no han sido los únicos. La ola capitalista ha borrado practicamente todo a su paso, e incluso el más ferreo marxismo-leninismo tuvo sus momentos dubitativos tras la caida de la URSS.

Los sindicatos, son necesarios, y hoy más necesarios que nunca. Deben ser defendidos y reivindicados, regenerados, y su poder debe aumentar, su número de afiliados debe multiplicarse, su actividad debe encaminarse hacia la unión efectiva de la clase obrera, haciendo especial hincapié en el despertar de la conciencia que todo proletario debe tener respecto al hecho crucial de la lucha de clases: que la propiedad privada de los medios de producción no es algo que brote espontaneamente de la naturaleza, que es un producto de la historia, y que mediante cambios en el equilibrio de fuerzas sociales esa propiedad puede modularse y matizarse en beneficio de los trabajadores- sin que ello suponga transgredir ninguna ley fundamental de la humanidad- e incluso abolirse.

Este es el objetivo con el cual nacen los CUO, extender esa conciencia entre la clase obrera, independientemente de la filicación sindical, y dotar a todas las luchas de una unidad de acción edificada sobre esa base ideológica.

No hace falta argumentar que la unidad de acción es necesaria. Las protestas aisaldas de los trabajadores de cada sector, o de cada centro se encontrarían de frente con el bloque único capitalista, que las aplastaría sin despeinarse.

Pero incluso la unidad de acción, una solidaridad obrera masiva, sería inútil si descansase sobre una base equivocada. Los temibles y viejos cantos de sirena de la socialdemocracia reformista son un peligro real, que diluiría las luchas masivas en derrotas sin freno. Millones de obreros arrastrados a protestar en defensa del estado del bienestar se encontrarían, tras un par de manifestaciones, solos, divididos, cansados, perdidos, estupefactos e impotentes. El fascismo, por su parte, es otro peligro nada hipotético, si la necesidad de la clase obrera de sentir que hace algo para cambiar las cosas no se transforma en un conocimiento objetivo acerca de por qué hay que cambiar las cosas, si no en rabia lumpenizada.

La lucha en defensa de los sectores públicos y otros derechos que se consiguieron a base de sangre y fuego, ahora amenazados, es importantísima, pero no debe ser considerada la lucha esencial de la clase obrera en estos tiempos. Siguiendo el analisis marxista que distingue circulación (mercado) de producción(trabajo), esas reivindicaciones caen dentro de la órbita de la circulación. Defienden una sanidad pública, o una educación pública, más como consumidores que como trabajadores. Esto no quita importancia a tales luchas. En su momento se consiguió arrancar esos compromisos a la burguesía, y ahora la burguesía los reclama. No se debe ceder ni un ápice en la lucha contra el expolio de los servicios públicos, pero si queremos llevar las de ganar, debemos marcar nosotros las reglas de la batalla.

En el corazón del Estado, en los principios morales de la sociedad, terrenos que la burguesía ha ocupado unanimemente, y desde donde proclama lo que es la Libertad, la Democracia, la Propiedad, y otras cosas, siempre de acuerdo a sus intereses de clase, el proletariado debe estampar sus propias concepciones, sin el menor complejo, temor, ni verguenza, echando a la burguesía a un lado, para hacerse con un sitio propio, del que ahora carece. Esa es la lucha que debe ser considerada esencial, y sólo así se dara coherencia y unidad a las demas luchas que la clase obrera debe encarar sin flaqueza en lo que se avecina.

Y la clase obrera sólo tiene una manera de hacer esto: afirmarse como tal, allí donde se convierte en clase obrera: en los centros de trabajo.

"Afirmarse como tal" significa alzar la voz, y postularse como dueña de su propio destino. Reclamar, no una mejora salarial, no unas condiciones sanitarias, no tal o cual favor, si no reclamar su condición de clase generadora de la riqueza social, y su derecho a participar en el fruto de su trabajo. La clase obrera debe atreverse a ejercer el mando en los centros de trabajo, y a refrenar sin pudor cualquier altanería por parte de los empresarios.  Eso es reclamar la parte correspondiente del pastel, y lo demás son migajas.

La lucha de los CUO es pues, por así decir, una lucha hacia abajo. Desde los centros de trabajo hacia las entrañas de la sociedad, hacia el régimen de producción.  Sin CUO no habrá revolución, pero es peor aún. Sin CUO no habrá nada dentro de unos años, excepto Sociedades Anónimas y esclavos.



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Wednesday, August 28, 2013

POR QUE LA GENTE NO ESTA LUCHANDO EN ESPAñA? PORQUE NO SE LUCHA? TEXTO RE RAMIRO PINTO. MUCHA GENTE NO SE PUEDE EXPLICAR COMO NO HAY UNA GRAN MOVILIZACION SOCIAL EN ESPAñA CON SEIS MILLONES DE PARADOS?


PintadaMucha gente no se puede explicar cómo no hay una gran movilización social con seis millones de parados en España, la economía a pique, una reforma laboral que dinamita derechos laborales fruto de antiguas luchas, una ley de educación que acaba con la igualdad de oportunidades, la privatización de la sanidad, la supresión de políticas sociales, etc, etc., con la previsión de que va a peor. Todo tiene una explicación que apunta a la crisis de la izquierda.
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Oigo decir “¡nadie hace nada!”, “hay que movilizarse”, “con la que está cayendo y aquí todos tan tranquilos”… Por otra parte grupos organizados se quejan de que convocan manifestaciones, actos de protesta y los afectados no van. ¿Por qué?. Es lo que nadie quiere analizar.
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Desde mi punto de vista son tres las causas de esta situación.
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1.- Las luchas reales siempre son por los demás, no por lo que le afecte a uno. Una situación personal puede abrir la conciencia a los problemas sociales, pero no puede ser el motor de la lucha. De esta manera se defienden privilegios, por muy loables que estos sean. Por tal motivo no podemos buscar la excusa de que los parados no luchan; ¡no pueden!, como no puede un herido en el campo de batalla. Es un planteamiento absurdo pedir que actúen los que sufren dramáticamente las decisiones políticas, las mismas que acomodan a quienes se indignan sin má, sobre todo para no sentirse culpables. 
Cuadro de Carlos Cobian.
Todas las luchas a lo largo de la historia han sucedido gracias a personas privilegiadas conscientes de las injusticias, conciencia que muchas veces no tuvieron las víctimas. Quienes se han rebelado han luchado para conseguir algo, en favor de un nuevo modelo de sociedad. No para meramente protestar. Pero un modelo educativo, mensajes permanentes en los medios de comunicación en favor de la competitividad a lo largo de muchos años ha hecho mella, se ha creado un individuo egoísta como característica fundamental. Pero no el egoísmo de toda la vida propio de la especie humana, sino que se ha tecnificado de tal manera que se ha convertid en la ideología dominante, en una mentalidad que abarca todo. Hay gente con su pancarta contra el gobierno que va a la manifestación después de cumplir con su horario de trabajo. Y lo llama responsabilidad. No arriesga. No se la juega. Su puesto de trabajo por encima de todo. Entonces no hay lucha, sino egoísmo disfrazado.A lo que se responde “y porque tengo yo que…”.
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Y lo más grave es que los partidos políticos, cuanto más a la izquierda más actúan en favor de sus intereses de partido, sobre estrategias electorales, para salir en los medios de comunicación, radicalizan mensajes, consignas, pero sin luchar, se limitan a ver cómo aumentan perspectivas electorales o rebañan votos de los colectivos sociales con los que “participan”. Sus acciones se basan en manifestaciones, coger firmas y salir en los medios de comunicación. Ésta es la gran crisis, la falta de respuesta.
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Lo expuesto ha hecho que no haya espíritu de lucha. Es necesario recuperarlo, sin poner trabas y frenos pensando que hacer cualquier cosa es imposible, porque depende de la voluntad y del conocimiento de las cambios sociales a lo largo de la Historia.
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2.- Toda lucha que se haga ha de tener en cuenta y como primer punto a los más desfavorecidos. De otra manera toda reivindicación pierde su fuerza moral, base ésta para vencer en la lucha. Se sale porque han rebajado las inversiones en investigación, porque han suprimido una paga extraordinaria a los funcionarios, porque suprimen las juntas vecinales, etc… Todo lo cual en caso de lograr que se mantenga ¿qué soluciona a quien nada tiene queCuadrollevarse a la boca?. Es el cinismo y la perversión de todas las movilizaciones actuales, es lo que apagó el aldabonazo del 15M, la manifestación del egoísmo social y una izquierda a la deriva. Toda movilización, ¡toda!, desde stop desahucios, a las protestas por el cierre de fábricas o de las minas deben exigir en primer término  que no haya nadie sin recursos para vivir, lo cual no es posible mediante el empleo. De lo contrario son protestas parciales que pueden beneficiar a unos pocos discriminando a la inmensa mayoría de los que no sufren el problema por el que luchan y menos a quienes viven en la miseria. Exigir laRenta Básica, en principio para los más desfavorecidos, sin recursos, individualmente e incondicional, para evitar su explotación y humillación como se hace en la actualidad es una condición sine que non. Sin embargo convertimos a las víctimas en chivos expiatorios, son los vagos, no quieren trabajar, o que se busquen la vida… Otros asuntos también son importantes, pero se han de integrar a una lucha global por más democracia y la abolición de la pobreza y el malestar. Es decir: si no hay un horizonte de un nuevo modelo social en cada paso que se dé, son fuegos artificiales. Lo cual hace que le derecha se mantenga y una izquierda progre se derechice a pasos agigantados.
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Una cosa es luchar y otra protestar. La lucha va al corazón del sistema, el cual ha de ser analizado, no vale inventar fantasías ni las obsesiones sin sentido de un partido (como defender el pleno empleo). Hay que ir a las causas actuales, no a las de antaño, y menos quedarnos en arremeter contra los síntomas, pues si permanecen las causas aunque se elimine un síntoma aparecen otros.
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y 3.- No haber luchado a tiempo. Los problemas se van fraguando y si no se reacciona crecen y cuanto más grande más se normaliza y más difícil es reaccionar. A la vez carecer de unas propuestas por las que luchar, hace que las movilizaciones sean siempre a la contra. La ley Wert de educación es terrible, pero es la consecuencia de las anteriores, del plan Bolonia, de basar la enseñanza en los exámenes, de no diversificar modelos pedagógicos adaptados a las diversas inteligencias de la juventud, etc. Con la reforma laboral otro tanto.Sin una propuesta que defender no hay impulso para la lucha, porque ¿para qué?, ¿para volver a la ley anterior?…
calle león.
Son necesarias propuestas por las que luchar, pero la izquierda, en todo su espectro, ha caído en el inmovilismo de ideas y como consecuencia lleva al inmovilismo social. Cuando se dice que nadie se mueve es un error, porque la cuestión es quién comienza una lucha seria hasta sus últimas consecuencias, con objetivos claros.
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Por ejemplo es necesario plantear que la deuda se pague con el dinero que la ha creado. Establecer por lo tanto el embargo de las fortunas de políticos y empresarios que se han enriquecido con el dinero público, de los políticos convertidos luego en asesores de empresas e instituciones que se han llevado en conjunto, año tras año, ese el dinero que hoy da lugar a la deuda, la cual los gobernantes quieren resolver mermando los servicios públicos y bajar el poder adquisitivo de los trabajadores. Desde ex presidentes de gobierno, diputados, ministros, alcaldes y concejales, consejeros y diputados de comunidades autónomas y diputaciones se han enriquecido con inversiones erráticas que han producido los grandes beneficios. Es aquí donde está la deuda pública.
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Una vez queda embargado el dinero que ha ocasionado la deuda pública poner en la mano de la ciudadanía el 20% del mismo del PIB, en forma de la Renta Básica Universal. PeceraDe lo contrario políticos sin escrúpulos se lo seguirán llevando con la connivencia de empresarios de proyectos chorras como Urdangarín, constructores, directivos de empresas farmacéuticas, empresarios mineros, empresas de abastecimiento. El dinero público sólo puede ser para empresas públicas, nunca para el beneficio de empresas privadas.
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Mientras que esto no se plantee y se haga una estrategia para vencer con el apoyo social, no es posible emprender la lucha necesaria para decir ¡al ataque!, y empezar. 

Friday, August 23, 2013

DE SI LENIN NO VA A LA MASA. TEXTO DE XABIER GARCIA Y VIOLETA GARRIDO, PUBLICADO EN REBELION.ORG EN NOVIEMBRE DE 2012



texto de Xabier García y Violeta Garrido

publicado en Rebelion.org en noviembre de 2012

“Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma” 

Este absurdo idealista, invertido del original, no ha de parecerles tan descabellado a algunos autodenominados materialistas ‘dialécticos’. Ante la convocatoria de huelga general el 14 de noviembre, una huelga a nivel europeo, ciertos grupos bastante conocidos por la red han iniciado una campaña de ataque contra ella, alentando a no participar en lo que consideran una ‘farsa’. No, no forman parte del rancio sector reaccionario encabezado por los dos partidos mayoritarios del régimen, PP y PSOE. Son comunistas.

Calificando a los sindicatos CCOO y UGT de ‘mafias sindicales’ y ‘sindicatos verticales’, su táctica consiste en intentar aislar a estas dos organizaciones de la masa obrera no participando en sus convocatorias y movilizaciones como lo es esta huelga general y concienciando a la clase trabajadora del papel que ambos desempeñan dentro del régimen. De esta forma plantean crear un sindicalismo combativo y de clase. He aquí un ejercicio de metafísica, de táctica contraproducente y raquitismo mental que intentaremos denunciar previniendo al trabajador y trabajadora de los errores de este izquierdismo.

Estos señores, a los que llamaremos ‘izquierdistas del siglo XXI’ siguiendo la moda de colocar dicha etiqueta a todo proyecto político soberanista que surge en estos días, cometen una gravísima equivocación al abandonar a la gran masa obrera que se halla en estos sindicatos a su (mala) suerte, o lo que es lo mismo, dejarla en manos de la ‘aristocracia obrera’, de los agentes de la patronal, infiltrados en el movimiento obrero. ¿Acaso la mejor táctica es esta? ¿Esta es la táctica que ellos buscan aplicar tras analizar la situación como haría un materialista dialéctico? Sí, los adjetivos ‘mafias sindicales’ y ‘sindicatos verticales’ se quedan cortos con estas dos organizaciones a las que aún añadiría alguno más. Aunque no olvidemos que dentro de los sindicatos podemos atisbar con esfuerzo a personas trabajadoras y concienciadas. No es necesario que nos digan el papel de CCOO Y UGT en el régimen, lo conocemos suficientemente bien – nosotros, no la clase obrera en general, tristemente – al igual que la situación de la clase obrera en España, situación que sería recomendable analizar en un futuro artículo. Lo que sí se ha de estimar como un deber ineludible es la formación de una táctica que no deje cabos sueltos.

CCOO y UGT poseen una gran capacidad de movilización obrera. Movilizan a la masa obrera. Por lo tanto, una gran masa obrera seguirá la huelga y se encontrará bajo la dirección de esta ‘aristocracia obrera’. Sea quien sea el que convoque una huelga u otra movilización obrera tendrá a una masa obrera a la que habrá que elevar su conciencia y advertirle sobre la actuación de estos sindicatos y de la situación política en general. En otras palabras: A  HÍ  estará la clase trabajadora, nos guste o no, y no hemos de dejarla sola en estos críticos momentos de ‘baja conciencia’ y control del sindicalismo por parte de la patronal, de la   burguesía  . Un materialista dialéctico no se guarda sus conocimientos ni ceja en su voluntad de concienciar a la masa, mucho menos cuando se manifiesta como tal y a su frente tan solo tiene a los agentes del capital. Un materialista dialéctico, un  marxista  va a la huelga, no para realizar un burdo seguidismo que solo conduce a luchas economistas y reformistas, va  a encontrarse con la masa  y llevar a cabo todo lo expuesto anteriormente. 

No vendría mal mostrar el razonamiento de Lenin acerca de este asunto:

“La lucha contra la ‘aristocracia obrera’ la sostenemos en nombre de las masas obreras y para ponerlas de nuestra parte; la lucha contra los jefes oportunistas y socialchovinistas la sostenemos para ganarnos a la clase obrera. Sería necio olvidar esta verdad elementalísima y más que evidente. Y tal es, precisamente, la necedad que cometen los comunistas alemanes ‘de izquierda’, los cuales deducen del carácter reaccionario y contrarrevolucionario de los cabecillas de los sindicatos la conclusión de que es preciso… ¡¡salir de los sindicatos!!, ¡¡renunciar al trabajo en ellos!!, ¡¡crear formas de organización obrera nuevas, inventadas!! Una estupidez tan imperdonable, que equivale al mejor servicio que los comunistas pueden prestar a la burguesía. (…) No actuar en el seno de los sindicatos reaccionarios significa abandonar a las masas obreras insuficientemente desarrolladas o atrasadas a la influencia de los líderes reaccionarios, de los agentes de la burguesía, de los obreros aristócratas u ‘obreros aburguesados’. 

Precisamente la absurda ‘teoría’ de la no participación de los comunistas en los sindicatos reaccionarios demuestra del modo más evidente con qué ligereza consideran estos comunistas ‘de izquierda’ la cuestión de la influencia sobre las ‘masas’ y de qué modo abusan de su griterío acerca de las ‘masas’. Para saber ayudar a la ‘masa’ y conquistar su simpatía, su adhesión y su apoyo no hay que temer las dificultades, las quisquillas, las zancadillas, los insultos y la persecución de los jefes (…) Se debe trabajar sin falta allí donde estén las masas. Hay que saber hacer toda clase de sacrificios y vencer los mayores obstáculos para llevar a cabo una propaganda y una agitación sistemáticas, tenaces, perseverantes, y pacientes precisamente en las instituciones, sociedades y sindicatos, por reaccionarios que sean, donde haya masas proletarias o semiproletarias. Y los sindicatos y las cooperativas obreras son precisamente las organizaciones donde están las masas.”  

Como hemos visto, el texto representa muy bien lo que se debe hacer en ocasiones como esta y lo que consiste un error de actuación por parte de los izquierdistas. Calificándose a sí mismos como representantes únicos y universales del marxismo, desprecian todo cuanto no sigue los rígidos esquemas que imponen, los cuales están desvinculados por completo de la realidad de la lucha de clases y de la correlación de fuerzas en el contexto histórico actual.

Ciertamente, además de prostituir en todos los sentidos el objetivo de la praxis revolucionaria y de demostrar un completo desconocimiento del análisis leninista de la situación concreta, convierten a los ojos de los demás el marxismo en un acartonado conjunto de ideas inadaptables al frenético ritmo al que la sociedad se mueve.

Es de vital importancia acuñar una acertada cita de Rosa Luxemburgo:

“El marxismo es una cosmovisión revolucionaria, que constantemente tiene que luchar por nuevos conocimientos, que no hay nada que desprecie tanto como el aferrarse a formas que alguna vez fueron válidas, que conserva su fuerza vital de la mejor manera en la autocrítica y en el tronar de la Historia.” 

En efecto, el marxismo es una cosmovisión capaz de abarcar en su seno aspectos ilimitados de la cuestión humana. Es, digámoslo así, una ciencia que debe actualizarse continuamente en consonancia con los cambios que se producen en una sociedad plenamente dinámica y que incorpora para sí -o de ella nacen- prácticamente todos los movimientos liberadores, puesto que la liberación última es la destrucción de la forma de propiedad privada sobre los medios de producción. Las relaciones de producción y las fuerzas productivas cambian, la lucha de clases acelera o desacelera, los que hoy son nuestros aliados pueden ser mañana nuestros enemigos, y viceversa. Con otras palabras, como apuntaron K. Marx y F. Engels en el  Manifiesto Comunista, “La Historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. 

Conviene detenernos un instante sobre esta cuestión y no olvidar, como parece que hacen ciertos individuos, que no sólo nos referimos a la contradicción burguesía-proletariado que pudiera existir hoy día, es claro; ¡absolutamente todos los sistemas anteriores al capitalismo han tenido también sus respectivas clases y sus pugnas por el poder!

“En una sociedad escindida en clases antagónicas, la contradicción entre las viejas relaciones de producción y las nuevas fuerzas productivas se convierte inevitablemente en un conflicto entre unas y otras, pues las relaciones de producción caducas son defendidas y mantenidas en pie por la clase dominante en esta sociedad, que encuentra en ellas la base de su existencia y dominación.”  

La actitud que mantienen ‘los izquierdistas del siglo XXI’ en tanto en cuanto se creen con la abrumadora responsabilidad de haber descubierto la revolución es, por tanto, una muestra de supina ignorancia. Es cierto que lo innovador de la revolución socialista es que viene a liquidar cualquier forma de propiedad privada, y no a pasarla de unas manos a otras, como ocurre con las demás, pero de ahí a usar la retórica exclusivista empleada por estos izquierdistas hay un buen trecho. Es lo que podríamos denominar una ceguera fruto del geocentrismo político en el que viven, contrario a estudiar cómo se desarrolla la realidad en todos sus ámbitos.

El problema radica en la concepción que tienen de lo que es el marxismo y de las cuestiones derivadas de ello: ¿cómo se aplica?, ¿qué se hace?

En primer lugar, cualquier marxista que se precie tiene que aprehender que el marxismo no constituye dogma, no es una biblia política, sino un método de análisis de la realidad, y que por lo tanto debe dotarse de las herramientas adecuadas para analizar las sociedades y actuar en consecuencia.

Los izquierdistas suelen refugiarse continuamente en los libros escritos por nuestros antepasados, tildando de contrarrevolucionario casi todo lo que no siga exactamente los dictados de cada una de las líneas plasmadas en ellos. Todo lo que consiguen con eso es convertirse en don Quijotes borrachos de múltiples y brillantes ideas marxistas, pero las cuales están completamente divorciadas de la realidad. Es necesario en este punto rescatar este fragmento:

“Por supuesto, debemos estudiar libros marxistas, pero tenemos que combinar el estudio con las condiciones reales de nuestro país. Necesitamos de los libros, pero tenemos que superar la tendencia a rendirles culto, que nos lleva a divorciarnos de la realidad. ¿Cómo podemos superar el culto a los libros? El único medio es investigar la situación real.”  

Uno de los parámetros que debemos analizar inicialmente como revolucionarios es el de la correlación de fuerzas o, mejor dicho, el grado de concienciación de las masas populares en ese momento. Planteamos paralelamente una cuestión: ¿qué sentido tiene desarrollar una acción violenta y revolucionaria si el conjunto de la población no va a respaldarla e incluso puede condenarla? El izquierdismo rehuye este asunto imperiosamente y parece obstinarse en no entender realmente el peso de tales acciones y, por lo tanto, de las consecuencias de llevar a cabo una estrategia equivocada. Esto sucede por una concepción errónea, de nuevo, del proceder marxista-leninista.

Un síntoma inequívoco de que estamos confundidos es considerar que poseemos la verdad absoluta y que, sólo por eso, las masas nos aclamarán al instante y dejarán de lado su percepción burguesa del mundo para seguir las proclamas socialistas.

Error fatal. La gente, bombardeada continuamente con las armas que despliega el aparato ideológico del Estado, no acierta a comprender en muchos casos nuestros planteamientos. Y, por si fuera poco, además somos demonizados hasta la saciedad por los medios de comunicación, la escuela, etc. Así de efectivo es el aparato ideológico.

Si seguimos excavando, hallaremos en la raíz de todo una confusión del concepto de ‘vanguardia’, que no vanguardismo. Pecando de actitudes cuasi blanquistas, estos izquierdistas “quieren” llevar a término sus acciones – luego no hacen nada – por encima incluso de las masas, a las que consideran tontas e ignorantes. Conviene recordar, a estas alturas, que las revoluciones no las hace el Partido Comunista, las hacen las masas sedientas de justicia. No las hacen los intelectuales marxistas, las hacen los trabajadores y trabajadoras en busca de un futuro mejor.

Como muy bien señalaba Juan Iglesias en sus  Apuntes sobre método y cultura  , no hay que confundir vanguardia con ir solos. Vanguardia no es ir solos, es ir delante con los demás. 

Su actividad política se reduce a mantener discusiones que rozan el folklore más absurdo en internet o en increpar a todo aquel que no mantiene sus posturas y a reírse de los que participan en los diferentes movimientos populares. No hacen nada por mejorar la situación de la clase obrera o el estudiantado ni por sacar a la luz las irreconciliables contradicciones de clase entre los explotadores y los explotados, más allá de lanzar inflamables tweets (aunque a las palabras se las lleve el viento y sean los hechos los que cuenten al fin y al cabo). No participan en los frentes de masas ni en los movimientos sociales, que es, a fin de cuentas, la tarea principal de los y las comunistas; y cuando lo hacen, suelen querer imponer su criterio infravalorando y sin respetar las decisiones colectivas. Creen estar construyendo hegemonía cuando lo único que están queriendo crear es una mayoría aritmética y antinatural, hegemonismo, el cual realmente no constituye una alianza en torno a las propuestas de clase y los principios a través de la experiencia y la praxis.

En definitiva, recomendamos encarecidamente la relectura concienzuda de  La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo  y otras grandes obras   como medicina a esas actitudes tan poco contributivas y a esa infundada y ridícula superioridad ideológica que se gastan dichos sujetos.  Alentamos también a la conexión inmediata con la realidad del país y del mundo en general  para poder entender realmente cuáles son las necesidades de las masas ahora y por qué es contraproducente lanzar proclamas tan alejadas o boicotear la participación en una huelga, cuando se trata de uno de los acontecimientos clave en la lucha obrera. 

“[…] la radicalidad no está en levantar las consignas más radicales ni en realizar las acciones más radicales —que sólo unos pocos siguen porque asustan a la mayoría—, sino en ser capaces de crear espacios de encuentro y de lucha para amplios sectores. Es en la lucha donde los seres humanos crecemos y nos transformamos. Constatar que somos muchos los que estamos en la misma lucha es lo que nos hace fuertes, es lo que nos radicaliza. La política revolucionaria sólo puede concebirse como el arte de hacer posible lo imposible.” 

La vieja oración islámica invertida sirve para definir la táctica que los ‘izquierdistas del siglo XXI’ han tomado como suya en éste y otros ámbitos: “Si la masa no va a Lenin, Lenin no va a la masa.”

Notas:

[1] Lenin,  La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo  

[2] Konstantinov,  La teoría marxista-leninista de la revolución  

[3] Mao Tse Tung,  Contra el culto a los libros  

[4] Marta Harnecker,  A la conquista de una nueva hegemonía

Wednesday, August 21, 2013

LA IMPORTANCIA DE MATARNOS HACIENDO EJERCICIOS EN UN GIMNASIO PARA SER IMPORTANTES Y SELECTOS. EL QUE NO LEVANTA PESAS Y NO HACE EJERCICIOS SE LOS LLEVA EL MISMO DIABLO EN ESTA VIDA DONDE TODOS NOS ESTAN JUZGANDO LAS 24 HORAS DEL DIA



Estimados amigos todo el mundo que vive en una vida social debe de hacer dietas y muchos ejercicios todo el tiempo, debe de constantemente matarse en un gimnasio levantar pesas por 1 hora o mas, y despues irse al Parque Mirador a montar bicicletas y trotar, y odiar como el diablo odia a la cruz las pizzas, los hamburguers, los platanos fritos, los tacos, las bebidas alcoholicas, los helados, los dulces, los postres. En fin una vida por el cuerpo y vivida para el cuerpo (Que es nuestro dios y nuestra arma, y el receptaculo de la voluntad de poder), para la gente mantenerse bella fisicamente. 

Porque de acuerdo con Nietzsche los antiguos griegos tuvieron mucho exito en las artes y la filosofia gracias a que ellos le daban mucha importancia a la belleza fisica (El alegaba que la belleza fisica produce mucha inteligencia, motivacion y optimismo).  Por ejemplo cuando ustedes van a un sitio publico, como un supermercado, o una tienda cualquiera y hay gente bonita, hombres fuertes y musculosos, mujeres agradables a la vista, ustedes se sienten mucho mejor, mas amorosos, mas positivos.   Y la belleza produce hasta buena suerte.  A diferencia de la gente fea y gorda que no levanta pesas que produce mala suerte, y no nos motiva, no nos producen optimismo 

Aqui les envio algunos comentarios de Nietzsche acerca del efecto que tienen la belleza fisica y la fealdad fisica sobre nuestro de animo. Nietzsche tambien decia que la belleza fisica incita la difusion del semen atraves de la sangre. De acuerdo con Nietzsche hay una relacion entre la belleza en una persona y el impulso sexual. 

Osea que una muchacha ejacula mucho mas rapido cuando esta haciendo el amor con un muchacho atractivo, que un muchacho feo. Y un muchacho eyacula mucho mas rapido con una muchacha bien sexy y bonita que con una muchacha fea mientras estan en el acto sexual. El decia tambien que la belleza da animo fuerza, motivacion, y energias positivas. Por eso es que los artistas como Jennifer Lopez, Shakira, Talia y William Levy producen mucha energia positiva.

EL EFECTO DE LA BELLEZA FISICA EN EL ESTADO DE ANIMO DE LAS PERSONAS

La belleza fisica es expresion de una voluntad victoriosa, de una coordinacion mas fuerte, de una armonizacion de todos los deseos violentos, de un equilibrio infaliblemente perpendicular. La fuerza fisica producida por la belleza se manifiesta como un sentimiento de soberania en los musculos, como agilidad y placer en los movimientos, como danza, ligereza, ritmo rapido. La fuerza deviene del gozo de mostrar esta fuerza en los musculos, convirtiendose en un golpe de bravura, una aventura, una intrepidez, una indiferencia hacia la vida y la muerte. 

La belleza fisica es por conseguiente para el artista algo que esta por encima de todas las jerarquias, porque en la belleza son superados los contrastes y esta es la mas alta idea de poderio, de poderio sobre cosas opuestas, ademas este poder se consigue sin tension, y esto es signo tambien de que no es necesario usar ya de la violencia, que todo sigue y obedece facilmente y muestra la faz mas amable de la obediencia, esto diviniza la fuerza de voluntad del artista

EL EFECTO DE LA FEALDAD FISICA EN EL ESTADO DE ANIMO DE LAS PERSONAS

La fealdad fisica significa decadencia en una persona, contradiccion y defectuosa coordinacion de todos los deseos profundos. Significa un rebajamiento de fuerza organizadora, de voluntad hablando psicologicamente. Toda fealdad fisica nos resulta repugnante en el estricto sentido estetico es, por larguisima experiencia, dañoso a las personas, como peligroso, como acreedor a la desconfianza. 

La fealdad fisica tambien produce una contradiccion en el arte, una negacion artistica, degeneracion, empobrecimiento en la vida, impotencia, la disolucion y la descomposicion.  La fealdad fisica en las personas, tiene un efecto depresivo, es la expresion de una depresion. Las personas feas quitan fuerza, depaupera, oprime. Lo feo sugiere lo feo. Hay un estado muy afin a lo feo tambien en la logica, la pesantez del espiritu, la sordidez. Lo feo tambien causa un desequilibrio, lo feo cojea, tropieza

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LA IMPORTANCIA DE MATARNOS HACIENDO EJERCICIOS EN UN GIMNASIO PARA SER IMPORTANTES Y SELECTOS


Estimados amigos todo el mundo que vive en una vida social debe de hacer dietas y muchos ejercicios todo el tiempo, debe de constantemente matarse en un gimnasio levantar pesas por 1 hora o mas, y despues irse al Parque Mirador a montar bicicletas y trotar, y odiar como el diablo odia a la cruz las pizzas, los hamburguers, los platanos fritos, los tacos, las bebidas alcoholicas, los helados, los dulces, los postres. En fin una vida por el cuerpo y vivida para el cuerpo (Que es nuestro dios y nuestra arma, y el receptaculo de la voluntad de poder), para la gente mantenerse bella fisicamente. 

Porque de acuerdo con Nietzsche los antiguos griegos tuvieron mucho exito en las artes y la filosofia gracias a que ellos le daban mucha importancia a la belleza fisica (El alegaba que la belleza fisica produce mucha inteligencia, motivacion y optimismo). 

Aqui les envio algunos comentarios de Nietzsche acerca del efecto que tienen la belleza fisica y la fealdad fisica sobre nuestro de animo. Nietzsche tambien decia que la belleza fisica incita la difusion del semen atraves de la sangre. De acuerdo con Nietzsche hay una relacion entre la belleza en una persona y el impulso sexual. 

Osea que una muchacha ejacula mucho mas rapido cuando esta haciendo el amor con un muchacho atractivo, que un muchacho feo. Y un muchacho eyacula mucho mas rapido con una muchacha bien sexy y bonita que con una muchacha fea mientras estan en el acto sexual. El decia tambien que la belleza da animo fuerza, motivacion, y energias positivas. Por eso es que los artistas como Jennifer Lopez, Shakira, Talia y William Levy producen mucha energia positiva.

EL EFECTO DE LA BELLEZA FISICA EN EL ESTADO DE ANIMO DE LAS PERSONAS

La belleza fisica es expresion de una voluntad victoriosa, de una coordinacion mas fuerte, de una armonizacion de todos los deseos violentos, de un equilibrio infaliblemente perpendicular. La fuerza fisica producida por la belleza se manifiesta como un sentimiento de soberania en los musculos, como agilidad y placer en los movimientos, como danza, ligereza, ritmo rapido. La fuerza deviene del gozo de mostrar esta fuerza en los musculos, convirtiendose en un golpe de bravura, una aventura, una intrepidez, una indiferencia hacia la vida y la muerte. 

La belleza fisica es por conseguiente para el artista algo que esta por encima de todas las jerarquias, porque en la belleza son superados los contrastes y esta es la mas alta idea de poderio, de poderio sobre cosas opuestas, ademas este poder se consigue sin tension, y esto es signo tambien de que no es necesario usar ya de la violencia, que todo sigue y obedece facilmente y muestra la faz mas amable de la obediencia, esto diviniza la fuerza de voluntad del artista

EL EFECTO DE LA FEALDAD FISICA EN EL ESTADO DE ANIMO DE LAS PERSONAS

La fealdad fisica significa decadencia en una persona, contradiccion y defectuosa coordinacion de todos los deseos profundos. Significa un rebajamiento de fuerza organizadora, de voluntad hablando psicologicamente. Toda fealdad fisica nos resulta repugnante en el estricto sentido estetico es, por larguisima experiencia, dañoso a las personas, como peligroso, como acreedor a la desconfianza. 

La fealdad fisica tambien produce una contradiccion en el arte, una negacion artistica, degeneracion, empobrecimiento en la vida, impotencia, la disolucion y la descomposicion.  La fealdad fisica en las personas, tiene un efecto depresivo, es la expresion de una depresion. Las personas feas quitan fuerza, depaupera, oprime. Lo feo sugiere lo feo. Hay un estado muy afin a lo feo tambien en la logica, la pesantez del espiritu, la sordidez. Lo feo tambien causa un desequilibrio, lo feo cojea, tropieza

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Monday, August 19, 2013

LOS FRACASOS DE TODOS LOS PARTIDOS SOCIALISTAS DOMINICANOS, Y LA NECESIDAD DE LA CONSTRUCCION DE UN NUEVO PARTIDO OBRERO SOCIALISTA EN EL PAIS, EXCLUYENDO EN SU MEMBRESIA A PROPIETARIOS DE NEGOCIOS PRIVADOS


Estimados amigos, en los eventos a raiz de los fraudes bancarios en el 2003 hasta ahora, los huelguistas del pais mostraron su determinación y militancia y comenzaron a organizar su propia autodefensa efectiva. Sin embargo, por lo que hemos visto, ningún partido de izquierda apoyó un plan necesario para la autodefensa armada de las masas obreras, demandaron que los dirigentes de la huelga organizaran su defensa o ni siquiera discutieron la necesidad para tal propaganda. La falta de todo esto garantizaba de antemano la derrota. ¡Por un lado, este es un país donde se encuentran grandes cantidades de armas y, por otro lado, la policía constituye una amenaza constante! 

La izquierda dominicana en general también ha fracasado totalmente en nunca haber armado a los trabajadores del pais políticamente (osea en desde la dirigencia de los partidos marxistas no ofrecer clases de filosofia marxista-leninista, osea de la teoria de como tumbar a los gobiernos capitalistas y reemplazarlos por gobiernos obreros marxistas-leninistas. Y esa teoria esta muy claramente explicada en los textos basicos de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao y los demas fundadores del comunismo).   Ustedes mismos saben que muchas cosas en este pais se quieren hacer a lo loco, a la brigandina, sin llevarse de metodos cientificos. 

Sobre todo, ¿Cuál ha sido el propósito de los llamados a  “huelgas generales”? Bajo ciertas circunstancias, una huelga de protesta de uno o dos días de duración puede constituir un paso efectivo. Este no fue este el caso en la República Dominicana. Para cambiar el balance de fuerzas, la lucha necesitaba intensificarse vertiginosamente. Pero los dirigentes de los trabajadores nunca lucharon para lograr esto. 

Una huelga general puede ser una manera vital de lograr la unidad de la clase trabajadora al utilizar el poder de la clase obrera para paralizar la economía y lograr verdaderos alcances. Cualquier huelga general seria, mas allá de un ejercicio de protesta de uno o dos días, también puede tener un efecto dramático sobre la conciencia política de los trabajadores; los mismos trabajadores empiezan a organizar su propia lucha y, de hecho, su propia manera de conducir la sociedad. 

Inevitablemente surgen asambleas y consejos obreros para tomar las decisiones de la lucha. Estas a la vez, se convierten en foros donde los partidos socialistas dominicanos como el Partido Alianza Pais, Junto Podemos del General Percival, El Frente Amplio y otros pueden discutir a favor de sus propuestas y visiones y tratar de convencer a sus compañeros trabajadores: pueden surgir nuevos dirigentes, y, de hecho, puede desarrollarse en la lucha un auténtico partido comunista de la clase trabajadora. 

Como comentaba frecuentemente Stalin, cualquier huelga general seria plantea la cuestión del poder estatal. A pesar de lo que se logre inmediatamente en una huelga general, la clase trabajadora comienza a crear sus propias instituciones y se percata de que las únicas alternativas reales son la continuación del poder estatal capitalista o la revolución comunista para establecer el poder estatal obrero. 

  Por estas razones, el profesor Narciso Isa Conde, Ramon Almanzar y todos los demas intelectuales y lideres de la izquierda dominicana siempre han abogado a favor de la arma de la huelga general como la mejor táctica para combatir contra los ataques capitalistas del gobierno del ex-presidente Dr. Leonel Fernandez, y en contra de la clase capitalista que es propietaria de los grandes medios de produccion de nuestro pais. Pero esto también significa explicar consistentemente a los pobres que solamente una revolución comunista obrera, la derrota del estado capitalista peledeista y su reemplazo con un estado obrero comunista (Exclusivamente para la clase pobre dominicana) podrá lograr y sostener las demandas de los trabajadores de nuestro pais.  Ninguna organización izquierdista dominicana que sepamos todavia no ha cumplido con este esencial trabajo de propaganda marxista-leninista. 

El etapismo izquierdista
Trabajadores dominicanos que muy contentos siguen a los partidos comunistas en las huelgas generales y votan a favor de estos arrolladoramente a posiciones sindicales nunca le han dado más de 10% de sus votos en las elecciones presidenciales. Desconectados (hasta ahora) de una muy limitada experiencia de independencia de clase que han ejercido en la lucha, los trabajadores por costumbre han votado a favor del PRD o, mas recientemente, por el PLD. ¿A que se debe esto? La razón es el programa y la practica deficiente de los mismos partidos comunistas del pais.

Por lo que hemos visto hay un problema en la teoria revolucionaria de los partidos comunistas del pais.  La mayoria de los intelectuales de la izquierda dominicana, creen que la revolución dominicana debe hacerse en dos etapas. La primera, la etapa anti-imperialista, requiere la participación unitaria de casi todas las clases, incluyendo a los capitalistas. El imperialismo, extranjero, mayormente norteamericano, ha evitado que la burguesía dominicana se desarrolle como una burguesía nacional sobre una economía con un desarrollo balanceado. Solamente luego de primero liberar la economía capitalista de la dependencia del imperialismo norteamericano y de sus lacayos más abiertos podrá entonces la clase trabajadora enfrentarse a la burguesía nacional; solamente entonces, dice la teoría, será la hora de abogar a favor de la revolución socialista obrera. Hasta entonces, los pobres y explotados dominicanos, desde los trabajadores y campesinos hasta la clase media y hasta la pequeña y gran burguesía deberán mantener una alianza estratégica. Pero bajo tal teoría, la etapa donde los trabajadores podrán luchar a favor de si mismos, por la revolución socialista, nunca se logra. Y tal perspectiva no provee ninguna razón de principios para no votar a favor de los partidos tradicionales PLD y PRD y por los candidato burguéses menos malo, aun donde partidos izquierdistas Alianza Pais, El Frente Amplio, y los demas partidos emergentes lleven a cabo campañas eleccionarias a la par. 

El mayor grupo izquierdista de la década de los setenta, el Movimiento Popular Dominicano (MPD), sostuvo esta ideología populista de la clase media. Bajo la presión de las luchas de trabajadores de masas, se fragmentó a finales de esa década. Varios grupos salidos del MPD se autodenominan casi todos partidos “de los trabajadores” o “comunistas” pero todavía retienen el programa populista del MPD. Los trabajadores han visto a muchos de estos partidos de izquierda llevar esta ideología a su conclusión más lógica coaliciones electorales o hasta fusiones con partidos  del sistema PLD y PRD. 

Hasta ahora los trabajadores dominicanos no han visto una alternativa revolucionaria verdaderamente auténtica. Y por ende una gran cantidad de gente de la clase trabajadora votó a favor del Lic. Danilo Medina, esperanzados contra la esperanza de lograr unas condiciones un poco mejor de lo que han gozado hasta ahora mientras que saben a ciencia cierta y a otro nivel que este tipo no es ningún héroe. Pero los trabajadores simplemente no vieron otra alternativa. 

“El escoger a los menos malos”, por cierto, les conviene grandemente a los imperialistas y a los capitalistas del patio. Significa básicamente que los explotados y superexplotados aceptan la vida de porqueria, la ignominia, el dolor fisico y mental, y la tragica y miserable existencia que llevan la mayoria de los dominicanos. Los gobernantes están muy felices que la clase trabajadora todavía no ve la posibilidad de una nueva sociedad socialista en la Republica Dominicana, donde a cada ser humano se le garantizará una vida decente, con el sueldo minimo en $30 mil pesos mensual, servicios medicos gratis, universidades gratis, y la electricidad, las compañias telefonicas, el area de bienes raices, los colegios, el transporte urbano, industrias, factorias, y las lineas aereas nacionalizadas bajo la propiedad gubernamental -- y todas las formas de racismo, y otros maltratos que existen en la Republica Dominicana podrán ser erradicados. 

Los gobernantes saben que una vez grandes números de trabajadores entiendan que nuestra clase tiene el poder para llevar a cabo el socialismo, el imperialismo y el capitalismo estara condenado al fracaso en la Republica Dominicana


La alternativa cientifica, marxista-leninista socialista en nuestro pais !!
Los revolucionarios cientificos y auténticos rechazan la teoría de las dos etapas, que históricamente se ha convertido en una cobertura para que los partidos burgueses neoliberales, reformistas, revisionistas y social-democratas como el PLD, PRD y en otros paises Zapatero, Michelle Bachelet (Ex-presidente de Chile), Dilma Rousseuf (Presidente de Brazil y otros burgueses reformistas) esten a favor de peligrosas alianzas con supuestamente sectores progresistas de la burguesía. Stalin entendió que en la época imperialista todos los sectores de la burguesía nacional, incluyendo a los gobernantes de las naciones oprimidas, tienen intereses de clase completamente atados a la propiedad capitalista, a los paises imperialistas (EE.UU y Europa) y, por lo tanto, son hostiles a las necesidades de la clase trabajadora Dominicana, y a los intereses de la Republica Dominicana (Fijense que yankistas son los dueños de colegios privados, de supermercados, de dealers de carros, de tayyeres de vehiculos, de bancos, de clinicas privadas etc).  Por eso entre los sectores que derrocaron al Gobierno del Ex-presidente Trujillo existian sectores de la burguesia nacional aliados al sistema capitalista y al Imperialismo.  Por eso la estrategia de los verdaderos revolucionarios dominicanos hace un llamado a favor de la lucha independiente de la clase trabajadora en alianza con el campesinado y todos los oprimidos, excluyendo a todos los dominicanos propietarios de negocios y empresas, ya que estos por su naturaleza estarian en contra de una dictadura de clase obrera y del campesinado dominicano

Un gobierno obrero socialista requiere un nivel mucho más alto de producción y recursos de los que se pueden lograr bajo el capitalismo. Requiere la construcción de una economía internacional de cooperación, solamente posible con la derrota del capitalismo en un número de países y una federación socialista de los resultantes estados obreros, como la Federacion de los paises del ALBA y del MERCOSUR. 

El internacionalismo revolucionario es fundamental a la estrategia para lograr el socialismo. Como un paso en esa dirección, los verdaderos revolucionarios subrayan la importancia de fomentar atraves de la union con los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Cuba, Bolivia y demas paises con gobiernos obreros un programa auténticamente revolucionario para la unidad obrera y la revolución socialista a través del mundo entero. 

Algunos socialistas de mentira reclaman falsamente que la revolución internacional significa revoluciones simultáneas en varias naciones,  como si tal cosa se pudiese decretar. Sin embargo, el ambiente altamente globalizado de hoy día permite unas comunicaciones instantáneas atraves del internet y obliga a muchos trabajadores y oprimidos alrededor del mundo encarar al mismo enemigo imperialista, las mismas condiciones básicas de vida, y hasta las mismas compañías multinacionales como Exxon, Shell, Mcdonalds, Nestle, Wal Mart.  La historia reconoce que una revolución en un país podría fácilmente inspirar y expandirse a otro país. Y de hecho la diseminación de la revolución es una parte esencial de la estrategia cientifica para lograr el socialismo a nivel mundial

La necesidad de la unidad de la clase trabajadora y la revolución internacional se contrapone contra la enemistad contra los haitianos propagado a propósito y continuamente por la clase gobernante dominicana. Un partido auténticamente revolucionario lucharía contra el anti-haitianismo que es fundamental para la lucha de la clase trabajadora en la República Dominicana. 

Todo esto requiere la construcción de una nueva dirección obrera, un verdadero partido revolucionario obrero. Los trabajadores políticamente más conscientes tienen que comenzar a construirlo. 

                                                                                                      

Sunday, August 11, 2013

AUTONOMOS, TRABAJADORES, PYMES Y MONOPOLIOS. ARTICULO DE ALFONSO LAGO RAYON, PUBLICADO EN LA ASOCIACION CULTURAL JAIME LAGO EN EL 2013. MUY INTERESANTE




El pasado 2/12/2012 el economista Juan Torres López (en adelante JTL) publicaba en Rebelión el artículo “La gran patronal se dispone a destruir a la pequeña y mediana empresa española que crea empleo”. El artículo ha sido eliminado de Rebelión y del blog del autor, suponemos que al percatarse de la inexactitud de los datos publicados, aunque sigue inevitablemente circulando por internet.

El autor muestra una gran solidez argumental en variados artículos, y sería un acto de mala fe criticar un desliz que ha sido rápidamente corregido. Pero como el discurso que reflejaba, “las pequeñas y medianas empresas son las que crean empleo”, se repite de forma recurrente en muy diversos ámbitos, que abarcan desde la derecha gobernante, hasta sectores progresistas y de la economía crítica, hasta el punto de que algunos sostienen que "son la salida a la crisis", creemos conveniente reflexionar al respecto.

El marco conceptual

El artículo comienza matizando que “Habitualmente se identifica empresario con capitalista y a éste con la explotación del trabajo (en el sentido estricto de apropiación de una parte del valor generado por los asalariados) que efectivamente conlleva el uso del trabajo asalariado en las economías capitalistas, cuando en puridad no tienen por qué ser equivalentes.”

Y estamos de acuerdo en que no debemos mezclar dos marcos conceptuales distintos, que podemos llamar el económico-formal, y el de la economía política. Así empresario (concepto económico-formal) no es idéntico a capitalista-explotador (economía política). El capitalismo no es una colección de números o de clasificaciones contables, sino, antes que nada, un conjunto de relaciones sociales que se establecen entre distintos sectores o clases en la producción. Para hacer análisis desde el punto de vista de las clases sociales o de la economía política, debemos contar con las fuentes o datos elaborados por la economía formal, y desentrañar las realidades que se esconden tras sus apariencias contables.

La principal consecuencia de esta distinción es que un capitalista para serlo, debe explotar trabajo ajeno, esto es apropiarse del fruto del trabajo de los empleados asalariados que dependen de él. Sin embargo, desde el punto de vista de la contabilidad formal, una buena parte de quienes aparecen como empresarios, no explotan trabajo ajeno. Este sería el caso del 80% de los en torno a 3 millones de trabajadores autónomos que no emplean a ningún trabajador. Formalmente son “empresarios”, pero no explotando trabajo ajeno, no pueden ser considerados capitalistas.

Otra consecuencia importante sería el de la infra-representación de las grandes sociedades y grupos empresariales, donde pueden aparecer distintas empresas, incluso dentro de un mismo gran centro de trabajo, que sin embargo forman parte de un mismo grupo de propietarios y un mismo proceso productivo, y donde las riquezas generadas por un grupo de trabajadores, formalmente fraccionados en distintas sociedades y empresas, va a parar a los bolsillos de una misma dirección capitalista. El ejemplo de esto sería p.ej. una acería de Mittal o una fábrica de Ford, donde la matriz incorpora las riquezas producidas por cientos y miles de trabajadores de las subcontratas.

Autónomos y trabajadores

Los 3 millones de trabajadores autónomos, formalmente empresarios, pueden encuadrarse en categorías sociales muy distintas, incluso antagónicas:

1. Un gran mayoría que no emplea trabajadores, y, o bien encubre una relación real laboral, o bien son trabajadores independientes, que no caben en la categoría de capitalistas, ni en la de proletarios, engrosando las filas de la “clase media”. Para el primer caso, pensemos en un transportista o autónomo de la construcción o el montaje industrial, que trabaja para un sólo cliente, y “vuelca” su trabajo a un ciclo productivo más amplio, apropiado en su conjunto por una empresa principal que obtiene sus beneficios de la venta del producto o servicio final, y con el que no se mantiene un contrato de trabajo, sino un contrato mercantil. La relación real, empresa-trabajador, es encubierta por la relación formal, empresa-empresa. Esto supone varias ventajas para la empresa matriz, como la inaplicación de los derechos laborales, el descargar preocupaciones de dirección empresarial en el propio trabajador o ventajas fiscales. En el segundo caso, un diseñador, abogado, tendero o médico que regenta su negocio particular sin emplear más fuerza de trabajo que la suya, y que vende sus propias mercancías y servicios al mercado. Estas categorías engloban entre el 64 y el 83% de los autónomos, según las fuentes[1]. De los algo más de 3 millones de autónomos que existen en España, sólo el 0,8% pasan de 5 empleados; 744 (el 0,02%) superan los 20 trabajadores, y ninguno llega a los 50[2].

2. Por otro lado encontramos a quienes tienen pocos empleados, y si bien emplean a un número total significativo de trabajadores y  alcanzan a superar el umbral de la acumulación capitalista, ganar más de lo que gasta para su propia reproducción personal, participa en muy escasa medida, casi irrelevante en el reparto global de las ganancias. Esto son los pequeños capitalistas. Pequeños comerciantes o negocios de hostelería pueden servir de ejemplo de estos sectores.

3. Una última capa, que junto a las pequeñas y medianas empresas emplea a una parte importante del total de trabajadores, aunque en el reparto de las ganancias participa de manera minoritaria respecto a las grandes empresas, y en los procesos económicos está subordinado a los grandes grupos industriales, comerciales y financieros. Sólo estos últimos pueden ser considerados como “capitalistas” o “burgueses” de pleno derecho, y aún así tienen un papel secundario en el proceso global de acumulación capitalista.

En general las empresas de esta última categoría no marcan los precios de los productos, ni la estrategia de investigación o de marketing. No influyen en estrategia global de las grandes empresas: las empresas subcontratas que producen piezas para la construcción de un coche o de una acería, dependen de la estrategia de los accionistas de Arcelor Mital o de Opel. Su cartera de trabajo dependerá mayoritariamente de decisiones ajenas. En realidad la producción funciona de manera piramidal: gracias a las patentes, a la cartera de ventas y a poder fijar los precios de compra, las empresas matrices exigen a las subcontratas cada vez más o mejor producto al menor precio. La competencia y la lucha por los beneficios les lleva a ello. Lo que a su vez hace recaer sobre los trabajadores todo el peso de esta estrategia, aumentando el ritmo de trabajo, disminuyendo salarios…

Empleo, pymes, y grandes empresas.

En el artículo de JTL, se recogían datos erróneos:

“Según un informe de la OCDE, en 2008 el 90% del empleo lo generaban en España las empresas de menos de 20 trabajadores e incluso fueron las "miniempresas" las que lograban aumentar los contratos fijos y reducir el empleo temporal, a diferencia de lo que han venido haciendo las grandes empresas. “

“El 99,2% de todo el empleo existente en España radicaba en ese año en empresas de menos de 50 trabajadores y el 80% en las que tienen menos de 3 trabajadores.“

La rápida rectificación del autor probablemente se deba al haberse percatado que el  segundo dato proviene del DIRCE, cuando el DIRCE da datos del censo empresarial, es decir, del número de empresas según tamaño, y no del número de trabajadores en empresas.

La distribución de los trabajadores por empresas según tamaño, según las fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social[3] para enero de 2012 son:
 

  
Es decir, el 97,80% de pequeños empleadores (autónomos y pequeñas empresas) emplean al 41,23% de trabajadores. El 1,83% de medianas empresas emplean al 17,33%, y el 0,37% de grandes empresas emplean al 41,44%. En total, el 2,20% de medianas y grandes empresas, emplean a más de 7,3 millones de trabajadores, el 58,77% del total de la fuerza de trabajo empleada.

Por otro lado, autónomos y pymes en conjunto suponen el 99,8% del número total de empresas censadas[4], pero menos del 60% del empleo total (7,8 millones). Por contra, el 0,2% restante, menos de 5.000 grandes empresas emplean más del 40% de trabajadores, más de 5,1 millones, y 935 empresas empleaban a más de 3,6 millones de trabajadores.

Además, según el estudio “Retrato de las PYME 2012” del Ministerio de Industria, Energía y Turismo”[5], son las grandes empresas quienes menos han sufrido la pérdida de empleo desde el inicio de la crisis:

“Atendiendo  a  la  evolución  en  la  distribución  del  empleo  por  tamaño  de  empresa (Gráfico 2), se observa en el periodo 2006-2011, el trasvase de más de 5 puntos al estrato de las grandes empresas  (en 2006 era de 36,51%), que procede principalmente de la reducción en las pequeñas (en 2006 era de 23,86%).”
    

    
Este hecho, contrasta con la afirmación de JTL, de que “Un hecho muy importante a destacar es que estos dos grupos de empresas(*) son las que menos empleos crean. Es más, son las que, a pesar de haber obtenido beneficios multimillonarios, han destruido un mayor número de puestos de trabajo en los últimos años, ...“

*Nota: se refiere a las grandes empresas.

Crisis, pymes y grandes empresas.

Esto mismo es confirmado por ESADE[6] en un informe de 2012 titulado “¿Cuantas empresas se ha llevado la crisis?”:

“Mientras que las empresas de tres a cinco trabajadores disminuyen en un 13,7 % y las de seis a nueve lo hacen en un 17,8 %, las que cuentan entre 10 y 25 empleados caen un 21,3 %; las de 26 a 49, en un 23,5%; y las de 50 a 249, en un 14,9%. La otra cara de la moneda son las grandes empresas, que han demostrado una gran capacidad de supervivencia: las empresas de 5.000 o más trabajadores han aumentado su número entre 2007 y 2011, pasando de 99 a 107.”

Y es que históricamente, todas las crisis capitalistas han ido acompañadas de la desaparición de las empresas débiles (pequeñas) y la supervivencia, incluso fortalecimiento, de las grandes. Esta crisis tampoco es distinta en ese aspecto, como se deriva de las anteriores cifras de empleo.

Así según el referido informe, en el periodo de octubre de 2007 a octubre de 2011 han desaparecido 177.000 empresas, en su inmensa mayoría pymes, no sólo en términos absolutos, lo que es lógico al ser el sector más numeroso, sino en términos relativos:
 

  
La competencia por mercados y recursos entre las empresas tiende a la concentración de los mercados en cada vez menos manos. Incluso en sectores todavía poco concentrados, esta tendencia es palpable en la actualidad, sirva como ejemplo el sector de la cerámica, donde las 21 mayores empresas han pasado de controlar el 38 % del sector en 2006, al 50,5% en 2010[7], o las agencias de viajes, donde las cuatro mayores han pasado de controlar el 50% de los puntos de venta en 2008, al 58,5% en 2012[8]. Un sector tan innovador y de reciente desarrollo como es el de las aplicaciones para teléfono móvil tampoco es ajena a este proceso, las 25 mayores compañías, acaparan el 50% de los ingresos.[9]

En el sector de las exportaciones, la concentración empresarial es abrumadora[10]:“el 1% de las empresas con mayor volumen exportadoracaparael 67% del total de las ventas al exterior, y la cifra asciende al 93% si se tiene en cuenta el 10% de las empresas.“

En la última década pasamos de 6 a 5 grandes fabricantes de automóviles presentes en el estado, en el sector de la construcción se pasó de 24 grandes empresas a mediados de los años 90, a 6 en 2005; en el metal, Aceralia fue absorbida por Arcelor, y ésta a su vez por Mittal, constituyendo uno de los mayores monopolios mundiales.

Ganancias, pymes y grandes empresas

El fundamento y fin de las empresas capitalistas es la obtención de beneficios para sus accionistas, siendo la producción de bienes y servicios, y la creación de empleo un medio para ello. Lo que importa a sus propietarios es el retorno de sus inversiones, y que cuota de la riqueza generada en el mercado global irá a parar a sus bolsillos.

Otro punto de vista para valorar las relaciones sociales es el de los beneficios empresariales. Según los datos de 2009-2010 del impuesto de sociedades, que fiscaliza los beneficios de las sociedades empresariales, son  las grandes empresas las que obtienen el 80% de los beneficios, correspondiendo el 20% restante a las pymes (los autónomos no pagan este impuesto)[11]. Ello por no hablar de las cifras reales que deberían incluir los beneficios que las grandes empresas trasladan a los paraísos fiscales, estimados por la GESTHA en más de un 70% del fraude fiscal total[12].

Esto plantea una paradoja aparente: ¿cómo empleando algo más del 40% de la fuerza de trabajo pueden obtener en torno al 80% de los beneficios?

Una parte de la respuesta, responde a que las grandes empresas son más productivas, pudiendo extraer mayor ganancia final por unidad de trabajo empleado[13]: “las empresas españolas de más de 250 trabajadores muestran una productividad del trabajo que es un 65% por ciento superior a la media, mientras que las empresas de menor tamaño presentan una productividad que es aproximadamente la mitad. Algunos estudios han calculado que un aumento del 1% en el tamaño empresarial incrementa la probabilidad de exportación un 5%.”

Pero el poder de mercado y el poder político de las grandes empresas pueden explicar otra parte y ponen de manifiesto otra realidad subyacente a las cifras y clasificaciones contables formales.

Así, existe un trasvase de ganancias de los autónomos, pequeñas y  medianas empresas hacia las grandes. Pensemos en la gran industria del metal (Arcelor), o automovilística (Ford o Renault). Cada gran empresa industrial emplea por si misma a miles de trabajadores, pero en torno a ella crea una red de medianas y pequeñas empresas dependientes, que suponen otro buen puñado de miles de trabajadores, según el caso concreto pudiendo llegar incluso a superar a la empresa matriz. Los trabajadores de las contratas tienen peores condiciones laborales, y en general trabajan más y ganan menos dinero. Sin embargo las ganancias “adicionales” creadas en ese contexto laboral van a parar tanto o más a la empresa matriz que a la empresa para la que trabajan formalmente. ¿Cómo? Mediante la imposición de condiciones por la matriz a la contrata, que negocian con desigual poder sus relaciones: las patentes y la fijación de precios de compra. Así, al imponer precios a la compra de las piezas producidas en las subcontratas absorbe parte de la riqueza creada por los trabajadores de dicha contrata, beneficiándose de la mayor explotación relativa a la que están sometidos.

Este mismo mecanismo es aplicable a las grandes cadenas de distribución. Por la imposición de precios de venta (o de compra, mejor dicho) a sus proveedores, incorporan a sus propias cifras de beneficios una buena parte del valor creado por los pequeños productores sean estos pequeños agricultores y ganaderos, o pymes.

¿Qué queremos manifestar con esto? Que nuevamente debemos atender a la realidad que esconden las relaciones aparentes, y así, los cientos de miles o millones de trabajadores autónomos o de pymes, dependientes de las grandes empresas, vuelcan el fruto de su trabajo, y son por tanto indirectamente explotados tanto o más por las grandes empresas como por su propio patrón pequeño o mediano. Y es que, son las grandes empresas las que dominan y dirigen la economía, por así decirlo la “punta de lanza”, exigiendo cada vez calidades o cantidades mayores a menor precio a las subcontratas.

Por otro lado, el poder de monopolio (u oligopolio) que pueden ejercer hacia los eslabones inferiores  de la cadena de producción, lo imponen también hacia los consumidores, fijando precios de venta que permiten un mayor margen de ganancias.

Por último, son las grandes empresas las que tienen los mecanismos y recursos para controlar o influir directamente sobre el poder político. Así 26 de las 34 empresas del Ibex-35 cuentan con ex-altos cargos del estado en sus consejos de administración y 48 políticos y ex-políticos se sientan en los consejos de administración representando el 15% del valor total de las empresas del Ibex[14]. Miles de lobbies de la gran industria actúan todos los días sobre los europarlamentarios, influyendo en sus legislaciones.[15] Son quienes financian partidos y elaboran líneas políticas de los grupos de presión, centros de estudios y en la CEOE.

Empresarios, capitalistas, e intereses de clase

La principal conclusión que extraía JTL en su artículo tras la exposición de datos y análisis, es que:

“Pues bien, el problema dramático que a mi modo de ver está ocurriendo en la economía española es que los dirigentes que dominan las patronales defienden, bien por ceguera ideológica o por connivencia con los intereses de las grandes corporaciones, posiciones y políticas económicas y laborales que perjudican extraordinariamente a las pequeñas y medianas empresas y que solo benefician a las grandes, a las que, como he dicho, no tienen como objetivo ni como necesidad la creación de empleo y las que gozan de posiciones de privilegio en el mercado nacional e internacional a diferencia de las pequeñas y medianas que son muy dependientes de lo que pase en el mercado interno.”

En esta reflexión se esconde lo que a nuestro juicio es un error de planteamiento. El artículo plantea que en cuanto a intereses se refiere, en un polo están trabajadores, pequeños y medianos empresarios; y en el otro las grandes corporaciones. Sin embargo, si retomamos el análisis de las clases sociales, nos daremos cuenta de que no se trata de “ceguera ideológica” de las PYMES (como si las patronales actuaran irracionalmente yendo contra sus propios intereses), sino de una contradicción con dos aspectos: la connivencia, interesada, con las grandes corporaciones, precisamente porque todas las empresas capitalistas, sean pequeñas o grandes, tienen intereses comunes como erosionar los convenios, la lucha sindical o los salarios, para maximizar beneficios. Y por otro lado la lucha con los monopolios, al ser un eslabón de la producción dependiente de la estrategia de los accionistas de las grandes empresas, forzada por la dependencia de los pedidos o la caída de los salarios a bajar precios o, en el peor de los casos, a cerrar.

Todo empresario está interesado en maximizar sus beneficios, y para ello un mecanismo que comparten es el aumento de la explotación de la fuerza de trabajo, y la disminución de los impuestos. Por lo tanto no es casual que coincidan en aplaudir medidas como la reforma laboral, los recortes a las prestaciones por desempleo, de la seguridad social o a los servicios públicos, ¿qué tiene esto de extraño?

Cada capitalista individual, sea una gran corporación o un pequeño taller, está interesado en aumentar la parte de la riqueza creada por sus trabajadores que no tiene que retribuirles con salarios sean estos directos (nóminas) o indirectos (prestaciones y servicios públicos). Y si eso supone cavar su propia tumba, al limitar cada vez más la capacidad de consumo de las masas, obstaculizando que la rueda del capital siga girando, ¿acaso no es eso un problema sistémico que supera la capacidad de cada capitalista individual? El comportamiento racional de cada capitalista individual, es el comportamiento irracional del conjunto de los capitalistas.

El modus-operandi de las empresas, que logran beneficios apropiándose del trabajo ajeno, y compiten entre sí, hace recaer sobre los trabajadores el precio de la competencia – despidos, descenso de salarios-. Se produce mercancías a expensas del factor trabajo. Una bomba de relojería que se acumula con el tiempo. Es la “Contradicción del régimen de producción capitalista: los obreros, como compradores de mercancías, son importantes para el mercado. Pero, como vendedores de su mercancía - de la fuerza de trabajo - la sociedad capitalista tiende a reducirlos al mínimo del precio”. (Marx, El capital, tomo II, pág. 300).

Conclusiones

Utilizar las fuentes de la contabilidad oficial “formal” en nuestros análisis, no supone que debamos también asumir sus valores y criterios, o llegaremos a conclusiones contradictorias. Es el caso de los autónomos, en realidad en su inmensa mayoría trabajadores explotados sin convenio o trabajadores independientes que no pueden ser incluidos entre la clase capitalista.

La crisis no recae por igual sobre todos. Los trabajadores están pagando la factura: los precios aumentan cada año y los salarios han bajado un 4.3%. El paro afecta al 26% de la población. La caída de los salarios empeora la recesión.

Por otro lado las grandes empresas,  empleando algo más del 40% de la fuerza de trabajo obtienen en torno al 80% de los beneficios. Son los sectores “demasiado grandes para quebrar”. Los que menos impuestos pagan. Los rescatados con dinero público para volver a ser privatizados y dar beneficios a unos pocos. Que sean esas grandes empresas, y no los trabajadores, quienes paguen la crisis, determinará el curso económico de las próximas décadas. Pero, en última instancia, mientras accionistas y grandes ejecutivos determinen qué y cómo se produce, antepondrán sus beneficios a las necesidades sociales. Mientras la propiedad de los medios de producción esté en manos privadas, se producirá a expensas de los trabajadores, se acumulará a costa de los salarios, creando las futuras recesiones. Son las crisis de sobreproducción.

A quienes criticamos el sistema social vigente y tratamos de empujar en la dirección de su superación nos es exigible un plus de rigurosidad en el estudio y empleo de las fuentes. No podemos más que estar de acuerdo con V. Navarro, coautor junto a Torres López de su último libro “Los amos del mundo” en su reciente artículo “Canallada en la red”[16]:

“Existe demasiada laxitud en el comportamiento editorial de gran número (no todas) de revistas digitales de la izquierda radical que están dañando enormemente a las izquierdas, haciéndoles perder credibilidad. La evidencia es bastante extensa. Constantemente se publican datos, sin suficiente verificación, o se reproducen artículos sin citar el lugar de su publicación y/o sin autorización de los autores, y se citan a personas sin transcribir correctamente lo que tal persona ha dicho y así un largo etcétera. Se me dirá con razón que lo mismo ocurre en la mayoría de revistas y medios (mucho más frecuentemente en los medios de derechas que en los de izquierdas). La generalización de tales prácticas (junto con la enorme cantidad de insultos, sarcasmos, notas ofensivas, y continuo sectarismo) es precisamente un indicador de la baja calidad de la democracia limitadísima que este país tiene. Pero las izquierdas no pueden permitir en su seno que se reproduzcan las prácticas que masivamente se presentan en los medios de derechas de este país. El coste de estas prácticas es excesivamente elevado.”

Errores que muchos hemos cometido.

El desarrollo de las fuerzas productivas es un aspecto progresista de la economía capitalista, y son las grandes empresas quienes más lo desarrollan. La concentración del capital es una tendencia imparable del capitalismo. ¿Se debe rechazar esta tendencia, tratando de dar marcha atrás a la historia o utilizarla en beneficio de la sociedad para satisfacer las necesidades de la humanidad?

Obviamente los miles de pequeños empresarios arruinados, aplastados por la competencia feroz y el aumento del precio de la vida, abocados al cierre por las decisiones de deslocalización o de cambio de estrategia de las multinacionales, están objetivamente interesados en luchar contra una sociedad regida por los grandes monopolios. Pero en ese sentido creemos que la solución es luchar por superar el capitalismo, por controlar democráticamente las grandes empresas. Por poner a disposición de la población las enormes riquezas producidas por ella misma y hoy acumuladas en unos pocos cientos de miles de grandes accionistas, especuladores y multimillonarios. Por planificar los derroteros de la sociedad de manera democrática, con la solidez que daría el control de los sectores clave – energía, transporte, química, automóvil…- en manos de los trabajadores.
 
Fuentes:

[1] Según Eurostat 64%, según el DIRCE 83%. Eurostat parece considerar las sociedades controladas por autónomos.

[2] Número de empresarios personas físicas, según número de asalariados, en 2012. Fuente: INE – DIRCE:
 

  

[4] Fuente: DIRCE