Lic. Álvaro Arvelo hijo.
Sus manos.
Estimado Alvarito:
Tú me conoces bien: conoces mi vida pública e incluso aspectos de mi vida familiar. Fuiste mi vecino en aquellos días terribles de los doce años de Balaguer, y no tuvimos que pensar de la misma manera para respetarnos y apreciarnos. Igual confluimos en el cariño y admiración hacia el inolvidable camarada Tulio H. Arvelo, tu querido familiar. No olvido tu gesto solidario con mi familia cuando fui forzado a recurrir a la clandestinidad y mi apartamento de la calle Sánchez de la Zona Colonial, situado al lado del tuyo, fue varias veces allanado y permanentemente vigilado. Siempre, aun desde las diferencias, nos hemos tratado con afecto. Sabes que no soy persona inclinada al chantaje, a la intimidación o a la obstrucción de las ideas y/o publicaciones de otros, por más hostiles que éstas sean a mi manera de pensar y de ser. Nunca he usado recursos judiciales del sistema con esos fines. Por eso me extrañó mucho que en tus comentarios por el “Gobierno de la Mañana” te hiciera eco e insistiera reiterada veces sobre mi supuesta intervención –acto de alguacil y amenaza de por medio de mi parte- para impedir la presentación en un importante centro cultural del país de un libro que ni siquiera conozco ni me interesa conocer.
En ese momento, por demás, no me encontraba en el país: estaba en Venezuela participando en un encuentro político internacional. ¿Dónde está el Alguacil al que supuestamente recurrí y dónde localizar la supuesta “acta” derivada de esa gestión? ¿Acaso la referida empresa de libros ha testimoniado algún contacto de mi parte hacia ella con esos fines? Todo eso es pura distorsión perniciosa de los hechos. Pienso, Álvaro, que antes de asumir y difundir esa versión debiste cerciorarte de su veracidad. Esa es una infamia, una acusación sin fundamento alguno. Te confieso que no tengo la menor preocupación ni interés por esa publicación, porque dada su conocida factura y espurio padrinazgo tiende a auto-descalificarse; mientras es obvio tanto la calaña de sus titiriteros en el poder como la intención de sus financistas e impulsores de denostar a una de las organizaciones históricas de las izquierdas más respetadas y admirada al paso de los años, en vano empeño de ensuciar los valores y el heroísmo que encarnó. Hace muchos años decidí no gastar ni tiempo ni energía mental en cosas de ese tipo, determinado siempre a no dejarme arrastrar al terreno de las inmundicias políticas; por demás, oportunamente dirimidas y derrotadas al interior del PCD y de cara a la sociedad. Solo te escribo para aclararte -porque creo lo mereces- que la versión que en esa circunstancia me asigna ese despreciable papel dentro de la denunciada maniobra destinada a impedir la puesta en circulación de ese libro, es absolutamente falsa.
Con afecto te saluda,
Narciso Isa conde
3 de agosto 2012, Santo Domingo., RD.
PD: Leída por el destinatario en el programa EL GOBIERNO DE LA MAÑANA DE LA Z-101 el 7 de agosto del 2012.
Fuente: http://isaconde.info/?p=2748
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