Wednesday, March 26, 2014

FOQUISMO O MARXISMO-LENINISMO? TEXTO PUBLICADO EN TIEMPOS ROJOS, EN MARZO 2014. INCLUYE LA HISTORIA EXCITANTE Y LA TEORIA DEL PARTIDO (ELIAS SEMAN)


“[Debemos] oponernos al punto de vista puramente militar y a la mentalidad de ‘insurrectos errantes’, y reconocer que el Ejército Rojo es propagandista y organizador de la revolución china.” | Mao, Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China (1936)

A fines de la década de 1960, con mucho estruendo fue lanzado el libro de Régis Debray “Revolución en la revolución” en el que sin temor al ridículo se presentaba una “tercer vía” para conquistar el poder que todos los marxistas habían fracasado en percibir hasta ese momento.

Si bien es cierto que el libro de Debray no tuvo nunca un influencia real en el movimiento obrero (a pesar de que fue bien recibido por los círculos académicos, cajas de resonancia de la opinión dominante), muchos de los denominados partidos guevaristas que surgieron tras la revolución cubana siguieron en la práctica -quizá sin saberlo- al pie de la letra las “enseñanzas” del francés Debray.

La teoría del foco (o el “foquismo”, como se la suele conocer) de Debray revisa radicalmente la teoría marxista-leninista en cada uno de sus principios esenciales; sustituye la hegemonía y la disciplina proletaria por la hegemonía pequeñoburguesa y las relaciones anárquicas, la clase por los individuos, los partidos proletarios por los “focos” insurreccionalistas de indisciplinados pequeñoburgueses adictos a la espontaneidad, el materialismo histórico por el materialismo mecánico ingenuo, el análisis científico por los deseos, etc.

Para ilustrar un poco esta teoría que no tiene nada en común con el marxismo, ofrecemos a continuación un fragmento del libro “El partido marxista-leninista y el guerrillerismo” del marxista argentino Elias Seman, quien fuera desaparecido por la dictadura militar en 1978.

La historia del excitante y la teoría del partido

Elias Seman

(Diciembre de 1964)

La tesis guerrillerista sostiene la posibilidad de generar condiciones subjetivas de conciencia, organización y dirección revolucionarias mediante la instalación de un foco guerrillero en una zona social y geográficamente apta para su supervivencia. La presencia de un foco de estas características en nuestro país, despertaría condiciones subjetivas en las masas rurales a las que estaría directamente ligada la existencia del foco. El asentamiento del foco guerrillero en una amplia base social campesina, le permitiría irradiar su influjo revolucionario sobre el proletariado industrial.

En resumen, la tesis del foco puede enunciarse así: cuando faltan condiciones subjetivas de conciencia, organización y dirección para iniciar la lucha armada por la toma del poder, el foco guerrillero es capaz de crearlas. El foco guerrillero podría -de acuerdo a esta tesis- erigirse en el dirigente y organizador de la lucha de la clase obrera y el pueblo, estimulando, a través de la lucha armada, el desarrollo de la conciencia revolucionaria.

Un grupo de jóvenes, organizados en un destacamento guerrillero totalmente desvinculados de la clase obrera y demás clases explotadas y de las organizaciones políticas a través de las cuales estas clases se expresan, podría convertirse, de acuerdo a la tesis guerrillerista, en vanguardia armada de las masas. La historia de las clases se dividiría así, profundamente, en dos: antes y después de la aparición del foco guerrillero. Este se injertaría en el proceso de la lucha de clases, dotado de la facultad de modificarlo. Al margen de la historia pasada de la clase obrera y del nivel de conciencia que la resume, el foco inaugura una historia en la que introduce a la clase obrera. Las operaciones guerrilleras realizadas por compañeros revolucionarios en la provincia de Salta, fueron una aplicación de esta tesis -tal cual la hemos expuesto- a nuestra realidad.

En el curso de su historia, la clase obrera ascendió el camino que va desde la lucha espontánea por sus intereses inmediatos a la lucha conciente destinada a derribar la sociedad capitalista. El marxismo, su pensamiento e influencia sobre el movimiento obrero, señalan un momento fundamental en este pasaje del proletariado de clase en sí a clase para sí.

Si Marx aportó principalmente el conocimiento de las leyes objetivas de la sociedad capitalista que conducen a su propia negación, correspondió a Lenin enunciar las leyes subjetivas que rigen el proceso revolucionario, y cuya correcta aplicación permite a la clase obrera arrancar el dominio del Estado a las clases explotadoras y conquistar el poder político.

La teoría marxista leninista ha guiado la lucha mundial contra el capitalismo imperialista. Esta doctrina, que se verificaba como justa en la lucha de la clase obrera, se enriquecía con cada experiencia que hacía más vasto y profundo su contenido.

Uno de los elementos fundamentales que integra la teoría leninista de la revolución, es el que se refiere al carácter del Partido como dirigente de la clase obrera en la lucha por la toma del poder político. El leninismo planteó la imposibilidad de la clase obrera de rebasar, por si misma, los límites de las luchas inmediatas económicas espontáneas contra los capitalistas y que sólo la fusión de la ideología revolucionaria con la clase revolucionaria, era capaz de orientar una acción tendiente a negar al capitalismo como sistema. El leninismo sostuvo que sin la mediación del Partido revolucionario, que sintetiza la experiencia de la clase obrera y las conquistas del pensamiento marxista, el proletariado sólo podía resistir al capitalismo sin trascender sus límites. Y que para derrotar al capitalismo, la lucha de los obreros debía estar guiada por el Partido que elevara la práctica de la clase para enfilarla hacia la toma del poder político y la construcción del socialismo.

La vinculación dialéctica entre el elemento espontáneo y el elemento conciente constituye la esencia de la concepción leninista del Partido. Si el elemento espontáneo es incapaz por sí mismo de transformar la lucha de la clase obrera en lucha revolucionaria, el elemento conciente es impotente para modificar la realidad si desconoce el curso objetivo de la lucha espontánea.

José Stalin expuso así este problema fundamental: “La estrategia política, lo mismo que la táctica política, está relacionada con el movimiento obrero. Pero el movimiento obrero mismo se compone de dos elementos: el objetivo espontáneo y el subjetivo conciente. El elemento objetivo espontáneo es el grupo de procesos que operan independientemente de la voluntad conciente y reguladora del proletariado (…). La estrategia no tiene nada que hacer con estos procesos ya que no puede ni suprimirlos, ni modificarlos; puede únicamente tenerlos en cuenta y partir de ellos (…). Pero el movimiento tiene, además, un aspecto subjetivo, conciente. El aspecto subjetivo del movimiento es el reflejo de los procesos espontáneos del movimiento en el cerebro de los obreros, es el movimiento conciente y metódico del proletariado hacia una meta determinada. El interés de este aspecto del movimiento, para nosotros, reside precisamente en que a diferencia de su aspecto objetivo, depende por entero de la acción orientadora de la estrategia y de la táctica”. [8]

Y definiendo la necesidad del Partido para centralizar la dirección del proceso y unificar “las diversas formas de lucha en un todo único” como requisito fundamental de la victoria, Stalin escribió: “La cuestión de si es necesario o no el Partido del proletariado y su papel. El Partido es la oficialidad y el Estado Mayor del proletariado que dirige todas las formas de lucha del proletariado, en todos los aspectos de la lucha, sin excepción, y que une las diversas formas de lucha en un todo único. Decir que el Partido Comunista es innecesario significa decir que el proletariado debe luchar sin Estado Mayor, sin un núcleo dirigente que estudie de un modo especial las condiciones y elabore los métodos de lucha; significa decir que es mejor combatir sin Estado Mayor que con él, lo cual es estúpido”. (9)

La concepción leninista del Partido aplica el principio marxista de que la existencia determina la conciencia. A su vez, si la situación material de la clase obrera genera su conciencia, el Partido, que es la forma superior en que esta conciencia se objetiva, incide en la modificación de la realidad material. En el curso de la experiencia de la clase obrera, el Partido va profundizando su relación con la clase, hasta convertirse en el destacamento organizado capaz de conducir a la totalidad del proletariado. De este modo, la concepción leninista del Partido supera tanto el objetivismo que reduce la realidad a las condiciones objetivas, como el subjetivismo que sustituye la realidad por el voluntarismo revolucionario.

La tesis foquista es total y absolutamente antagónica con la concepción leninista del Partido. Esta tesis pretende escindir el elemento conciente del elemento espontáneo en el desarrollo de la revolución. No determina el ascenso de la conciencia de la clase obrera a partir de su lucha espontánea, sino a partir de la acción del destacamento guerrillero. El origen de la conciencia de clase del proletariado no radicaría en la experiencia directa de la clase obrera, sino en la experiencia indirecta que le suministraría el foco guerrillero. No sería a través de la experiencia de la lucha de clases, y de la síntesis de esta experiencia por el Partido revolucionario, como el proletariado accede a su conciencia, sino mediante un estímulo acelerador de la lucha de clases representado por la acción guerrillera.

En la etapa de gestación de la teoría leninista de la revolución, encontramos antecedentes que registran una asombrosa semejanza con la aparentemente novedosa y original tesis foquista. Estos antecedentes que reflejaban la desconfianza en la clase obrera y en su capacidad revolucionaria, fueron marcados a fuego por Lenin. La tesis del foco refleja, hoy, aquella desconfianza hacia la clase obrera y su rol histórico que el leninismo denunció.

Criticando la tendencia a desarrollar la violencia al margen de la clase obrera, Lenin la calificó como característica de los “que no saben o no tienen la posibilidad de ligar el trabajo revolucionario al movimiento obrero para formar un todo. A quien haya perdido por completo su fe en esa posibilidad o no la haya tenido nunca, le es realmente difícil encontrar para su sentimiento de indignación y para su energía revolucionaria otra salida que el terror”. (10)

Y frente a los precursores de los que hoy proponen agudizar la lucha de clases injertando ajenos estímulos a su curso real y objetivo, Lenin desarrolló el papel insustituible de la clase obrera y su Partido: “Cabe preguntar si es que existen en la vida rusa tan pocos abusos, que aún faltan medios ‘excitantes’ especiales. Y, por otra parte, si hay quien no es excitable ni siquiera por la arbitrariedad rusa, ¿no es acaso evidente que seguirá contemplando también el duelo entre el gobierno y un puñado de terroristas, sin que nada le importe un comino? Se trata justamente de que las masas obreras se excitan mucho por las infamias de la vida rusa, pero nosotros no sabemos reunir si es posible expresarse de este modo, y concentrar las gotas y arroyuelos de la excitación popular que la vida rusa destila en una cantidad inconmensurablemente mayor de lo que todos nosotros nos figuramos y creemos, y que hay que reunir precisamente en un solo torrente gigantesco”. (11)

La tesis del foco invoca a su favor, la existencia de talismanes técnicos que consagrarían la invencibilidad de la guerrilla y su facultad de convertirse en vanguardia armada de la lucha del pueblo. De acuerdo a esta tesis tendríamos, por una parte, la invulnerabilidad de la guerrilla que aplique las leyes de la guerra revolucionaria en un terreno social y geográficamente favorable y, por la otra, la vulnerabilidad de las masas y de las organizaciones de masas en las ciudades ante la acción de los servicios represivos. Y de aquí deducen los partidarios de la tesis guerrillerista, la necesidad de iniciar y conducir el proceso insurreccional a través del foco guerrillero. Una circunstancia de índole técnica y militar, pasaría a ser la determinante del contenido y la forma de la lucha de clases.

Nosotros entendemos que la clase obrera y su conciencia, son los elementos principales del proceso histórico, y que a esta condición principal debe subordinar una estrategia revolucionaria los aspectos tácticos de carácter técnico y militar. Así por ejemplo, si la técnica militar guerrillera impone la iniciación de la lucha armada en las zonas agrarias, no podemos supeditar a esta consideración táctica la línea estratégica que hace del proletariado la vanguardia de las clases explotadas en la lucha por la toma del poder. No es posible fundar sólo en la excelencia de una técnica militar revolucionaria, el desarrollo de una lucha insurreccional y prescindir de la clase que debe llevar sobre sus espaldas el mayor peso de la revolución.

Lenin contestó en un artículo sobre el aventurerismo revolucionario, la pretensión de obviar las dificultades de la lucha de clases con la infalibilidad de los recursos técnicos: “La teoría de la transferencia de fuerzas se complementa de un modo natural con la teoría de la inaprehensibilidad, teoría que pone patas arriba no solo toda la experiencia del pasado, sino incluso todo lo que dice el sentido común. Que la única ‘esperanza’ de la revolución es ‘la masa’ y que solamente la organización revolucionaria dirigente (de hecho y no de palabra) de esta masa puede luchar contra la policía, constituye el abecé”. (12) Y calificó de “estupidez fabulosa y delirante” la ilusión de salvar la fragilidad de las masas y sus organizaciones ante la acción represiva, por la “inaprehensibilidad” -también invocada como argumento determinante en la tesis del foco- de los terroristas individuales aislados de la masa.

Y expresando cómo se traducía en la estructura organizativa del Partido la subordinación de lo militar a lo político, Lenin escribió: “(…) El incondicional dominio y voto decisivo para la organización proletaria de carácter general, la total subordinación a ésta de todas las organizaciones militares y de choque, la necesidad de constituir estas organizaciones de choque íntegramente con cuadros obreros socialdemócratas partidistas…, todo esto, está fuera de dudas para nosotros”. (13)

Si el leninismo denunció el carácter antiproletario de toda política que buscaba en la violencia aislada de las masas un agente histórico, que no reconocía en la clase obrera y su conciencia, también señaló el deber revolucionario de la vanguardia de los trabajadores de dirigir las luchas violentas que estos libran espontáneamente, y de presidir y guiar la lucha armada por la toma del poder. Comparando el significado opuesto que asume la violencia en función del contenido proletario o no proletario de la política que la promueve, Lenin escribió: “Aquí nos vamos a permitir una pequeña digresión respecto de las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate. Nosotros creemos que es erróneo compararlas con el terror de viejo tipo. El terror era el fruto de la venganza contra determinadas personas; era el resultado de la conspiración de grupos intelectuales. No tenía ninguna vinculación alguna con el estado de ánimo de las masas. No se propone la preparación de dirigentes combativos de las masas. El terror era resultado -como así también el síntoma y el compañero- de la falta de fe en la insurrección, de la falta de condiciones para la insurrección”. “(…) las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate formados desde hace tiempo por ambas fracciones socialdemócratas en todos los grandes centros o movimientos y que están formadas -fundamentalmente- por obreros, se hallan ligadas, sin duda alguna, y del modo más estrecho y más directo, con el estado de ánimo de las masas”. (14)

Lenin, que negó el papel de la violencia como sustituto de la conciencia de masas, sostuvo, claramente, la responsabilidad de la vanguardia obrera de encabezar las acciones de guerrillas urbanas surgidas como forma de lucha de la clase obrera rusa: “La lucha guerrillera es una forma de lucha inevitable en tiempos en que el movimiento de masas ha llegado ya, de hecho, hasta la misma insurrección, y en que se abren intervalos más o menos grandes, entre las ‘grandes batallas’ de la guerra civil”. (15)

Y destacando la necesidad de desarrollar el trabajo revolucionario, para construir una política igualmente alejada del aventurerismo de la violencia ajena a las masas -reiterado hoy por el guerrillerismo- como del desprecio por la violencia en el ejercicio de una política de masas consecuente -reiterado hoy por el revisionismo-, Lenin levantó la perspectiva justa, y por eso mismo, perdurable: “Sin negar para nada en principio la violencia y el terror, exigimos que se trabajara para preparar aquellas formas de violencia que contaran con la participación directa de las masas y aseguraran esta participación. No cerramos los ojos a la dificultad de esta tarea, pero trabajaremos en ello firmemente y con ahínco, sin dejarnos desconcertar por frases como la de que se trata de un futuro lejano e indefinido”. (16)

Hemos visto como la tesis guerrillerista tiene sus antecedentes en teorías y prácticas opuestas al marxismo leninismo. Sin embargo, pretende respaldarse en la experiencia histórica y en el ejemplo de las revoluciones victoriosas de China, Argelia y Cuba.

La guerra revolucionaria conducida por el Partido Comunista Chino, surge como la justa respuesta del partido del proletariado a las peculiares condiciones de la lucha de clases en China. Refiriéndose a estas condiciones Mao Tse-tung escribe: “En los países extranjeros ningún partido burgués necesita fuerzas armadas bajo su comando directo. Pero China constituye un caso distinto. Debido a las divisiones feudales del país, cualquiera de los bloques o partidos de terratenientes o burgueses que posea las armas posee también el poder y el que tenga más armas tiene mayor poder. El partido del proletariado que se encuentra en estas circunstancias debe entender con claridad el centro de la cuestión”. (17)

La historia de la revolución china demuestra que entre aquella experiencia revolucionaria y la tesis foquista no existe vinculación alguna. Mientras esta revolución verifica, una vez más, el papel dirigente del Partido que aplica los principios del marxismo leninismo a la realidad china, la tesis foquista niega la función que la ideología del proletariado atribuye a éste y su Partido.

Argelia constituía una colonia francesa. La dominación del imperialismo francés impuso una estructura caracterizada por el régimen semifeudal de producción agraria. Los reducidos sectores obreros estaban ligados por lazos culturales nacionales y económicos a la metrópoli imperialista, y divorciados de la lucha secular que libraba el pueblo argelino contra la opresión extranjera. La tarea histórica del campesinado, estaba determinada por los objetivos democráticos y nacionales de la lucha antiimperialista y por la correlación de clases en la sociedad argelina.

Si la tesis del foco es extraña a la experiencia de la revolución china, tampoco los principios antileninistas del guerrillerismo tienen nada que ver con la experiencia del campesinado argelino. La guerra revolucionaria de Argelia, no registra antecedentes en la presencia de algún foco generador de condiciones subjetivas, sino que, por el contrario, es el producto de las condiciones subjetivas que la opresión material había desarrollado en las masas, y de la experiencia de las formas de lucha ejercidas por el pueblo argelino para conquistar su independencia.

En la lucha contra la dictadura de Batista, Fidel Castro formó el movimiento 26 de Julio, que tenía su origen en uno de los partidos tradicionales cubanos y que fue la expresión radicalizada de la pequeña burguesía contra la política tradicional. Este movimiento contó con arraigo en la pequeña burguesía y se apoyó en contradicciones internas de la burguesía cubana, circunstancias que determinaron la neutralidad del imperialismo yanqui en las primeras etapas de la revolución.

Al iniciarse la guerra de guerrillas con el desembarco de Fidel Castro y sus camaradas de armas en diciembre de 1956, el movimiento 26 de Julio logró incorporar a la lucha al campesinado cubano. Este, conducido por la pequeño burguesía, fue el respaldo social que permitió el triunfo de la revolución democrática el primero de enero de 1959.

El valor y la entereza revolucionarias de la dirección encabezada por Fidel Castro, la presencia del campo socialista y la participación del Partido Socialista Popular, decidieron la transformación de la revolución democrática en revolución socialista.

Esta apretada síntesis de la revolución cubana, demuestra que obedeció a las leyes generales que rigen los procesos revolucionarios y a las peculiares condiciones de la situación histórica en Cuba. Sólo en el análisis de las características que asumió la lucha de clases, podemos encontrar la verdadera clave del triunfo revolucionario, y extraer las necesarias conclusiones para la lucha de los pueblos de América Latina.

De la consideración aislada de las formas que tomó la lucha armada en Cuba, se pretende deducir que la guerra de guerrillas generó condiciones subjetivas independientemente del curso general de la lucha de clases. El punto de vista correcto, en cambio, enseña que las condiciones subjetivas -producto de la lucha de clases en Cuba- que formaron el movimiento 26 de Julio y erigieron a Fidel Castro en líder nacional son las que crean la lucha armada.

Si el movimiento 26 de Julio pudo modificar su contenido de clase en el curso de la lucha armada, fue porque como movimiento político contaba con un apoyo de clases que permitiría su transformación ulterior. Sin este apoyo de clases -que la determina y explica-, la lucha guerrillera habría sido incapaz de generar por si misma condiciones subjetivas.

Las revoluciones de Cuba y Argelia entrañan valiosas lecciones para el movimiento comunista internacional. Olvidarlas significa negarse a reconocer, en la experiencia histórica, elementos que deben incorporarse a la teoría, provisto de la cual el proletariado es invencible.

Los partidos comunistas de Cuba y Argelia subestimaron la capacidad revolucionaria del campesinado en la lucha general contra el imperialismo, y la importancia de la insurrección armada en la lucha por la toma del poder. Estos errores, cuyas consecuencias perduran, fueron verdaderos crímenes cometidos por esos partidos contra el movimiento revolucionario de sus países.

El revisionismo conjuga ambos errores, en una línea general que pretende imponer al movimiento comunista internacional, tendiente a frenar la lucha de liberación de los países coloniales y dependientes del imperialismo.

Si este es -desde la perspectiva del internacionalismo proletario- el aspecto más importante de nuestro juicio con referencia a las revoluciones de Cuba y Argelia, como revolucionarios argentinos reiteramos nuestra posición. Interpretar erróneamente la revolución cubana -que señala al proletariado de América Latina la lucha armada como la única vía para la toma del poder- y la revolución argelina, atribuyendo a estos procesos características distintas a las que realmente tuvieron, y pretender aplicar la generalización del error a un país cuyas condiciones particulares son absolutamente distintas a las de Cuba y Argelia, constituye una actitud doblemente criminal contra los intereses del proletariado y de la revolución argentina.

El internacionalismo proletario que une nuestra lucha a la lucha de la clase obrera y de los pueblos oprimidos del mundo, nos impone asimilar las experiencias revolucionarias de Cuba y Argelia, señalar el camino justo de la revolución argentina y combatir, sin concesiones, las desviaciones que retrasan su desarrollo.

Notas

[8]  Stalin. Obras. Editorial Fundamento. Tomo V, pág. 157.

(9)  Idem anterior, pág. 75.

(10) Lenin. Obras Completas. Editorial Cartago. Tomo V, pág. 425.

(11) Idem anterior, pág. 427.

(12) Lenin. Obras Completas. Editorial Cartago. Tomo VI, pág. 188.

(13) Idem anterior. Tomo XIII, pág. 395.

(14) Idem anterior. Tomo X, pág. 111.

(15) Idem anterior. Tomo XI, pág. 213.

(16) Idem anterior. TomoVI, pág. 192.

(17) Mao Tse-tung. Obras Escogidas. Editorial Platina. Tomo II, pág. 32.


















Monday, March 17, 2014

DISCURSO Y OBRA LITERARIA DE MUCHO VALOR DEL FILOSOFO DOMINICANO EUGENIO DESCHAMPS DEDICADO AL REVOLUCIONARIO COMUNISTA MAXIMO GOMEZ



"La epopeya no había muerto. Había reclinado, cargada de lauros, la cabeza, y dormía sobre las gloriosas tumbas de Bolívar y de Páez. La vía, empero, trazada por Miranda y San Martín estaba ahí, cuajada de abismos, salpicada de cráteres, y cual la espada de la leyenda, era imposible tocarla a quien no sintiera en sí la titánica musculatura del león llanero, o no tuviera la pujanza del águila que fue de cumbre en cumbre tocando dianas gloriosas a lo largo de los Andes. 

De pronto soliviantáronse los pueblos. Sonó el clarín, y brilló el machete al sol. Era que había despertado la epopeya, que salvó el mar, que saltó, rugiente y trágica, a la faja de tierra en que se habían arremolinado las sombras en derrota, y encendiendo el volcán de las batallas, y haciendo surgir las abnegaciones estupendas, y resucitando con grito formidable los heroísmo magníficos, y cruzando a nado, con la espada entre los dientes, el horrible mar de sangre que entre ella y el triunfo arrojó, desesperada, la insensatez del error, traspuso el monte, llenó el valle, ¡y cerró con el mágico buril de la victoria, el fulgurante ciclo heroico del continente libre! 

¡Tú, oh paladín, eres la resurrección de la epopeya! ¡Ave, Hatuey! Al sentirse hollada por ti, se estremece de júbilo tu tierra. Acepta, héroe, sus viriles y ruidosos entusiasmos. 

Al saludarte, al festejarte, al glorificarte, orgullosa y altiva, el alma de la patria saluda y festeja y glorifica en ti el hondo sentimiento del heroísmo y de la gloria; saluda y festeja y glorifica a Cuba, libre, al término de sus espantosas décadas sangrientas; saluda y festeja y glorifica la radiosa trinidad que ha de alzarse, triunfadora, en el rebelde piélago Caribe; saluda y festeja y glorifica, por último, a América, arrojando intrépida, la carga de sus épicos dolores y de sus nefandas servidumbres, y encarándose a los siglos, ¡sin amos, libre, heroica, próspera, ubérrima, íntegra y gloriosa!"

Sunday, March 16, 2014

LIBRO GRATIS EN PDF: EL MARXISMO REVOLUCIONARIO Y EL DEBATE SOBRE EL PODER ESCRITO POR NESTOR KOHAN SOBRE EL TEXTO DE MARIO ROBERTO SANTUCHO: "PODER BURGUES Y PODER REVOLUCIONARIO", AñO 2013


Comienza el texto: La actualidad del pensamiento político de Mario Roberto Santucho [1936-1976] impacta, sorprende, descoloca. En la Argentina del siglo XXI, más de tres décadas después de la dictadura militar que lo asesinó (desapareciendo su cuerpo) junto con 30.000 compañeros y compañeras, el fantasma de Santucho reaparece por doquier. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué atrae?. Hoy en día infinidad de libros y de películas (entre las que se destaca la inigualable ‘Gaviotas Blindadas‘) intentan repensar y debatir la estrategia política de la insurgencia guevarista del PRT-ERP y en particular el pensamiento político de su máximo dirigente. A pesar de que todo el mundo está alertado sobre la estricta vigilancia y el escandaloso control de la inteligencia norteamericana, en el facebook y en otras redes sociales miles de jóvenes, en lugar de poner una fotografía suya o de su novio o novia, eligen como “perfil” la cara de Santucho. ¿La juventud se volvió loca? (...)

el texto completo de Néstor Kohan se puede leer y descargar en:


el texto de Mario Roberto Santucho titulado "Poder burgués y poder revolucionario“ (agosto de 1974) se puede leer y copiar desde:




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Sunday, March 9, 2014

EL PRESIDENTE DE VENEZUELA NICOLAS MADURO HABLA EN UN DISCURSO EN CONTRA DE LA MENTALIDAD FASCISTA, IMPERIALISTA, CAPITALISTA Y ABUSIVA DE JOE BIDEN, EL PARTIDO DEMOCRATICO Y EL GOBIERNO ESTADOUNIDENSE


El Presidente Nicolás Maduro contra el vicepresidente Joe Biden de los Estados Unidos derrotados en la OEA. Jorge Arreaza lee comunicado contra injerencia de EEUU. Venezuela, 9 de marzo, 2014.

El presidente Maduro repudió este domingo de manera contundente las declaraciones injerencistas e irrespetuosas del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien expresó su apoyo a las bandas fascistas de la derecha venezolana que promueven planes para desestabilizar al país.  El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en nombre del pueblo y del Gobierno venezolano, rechaza de manera categórica las declaraciones emitidas por el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, por constituir un irrespeto a la soberanía venezolana y una agresión directa al pueblo, que ha sufrido los embates de un sector fascista que avanza en una estrategia de golpe de Estado continuado.  Esos sectores violentos, promovidos por el ala más radical de la derecha venezolana, son confesos actores de los llamados a la desestabilización que reciben financiamiento de oficinas de gobierno de Estados Unidos para atentar contra la tranquilidad el pueblo venezolano y lesionar una sólida democracia que ha recibido el respaldo popular en 18 elecciones durante los últimos 15 años.

El Gobierno estadounidense se ha unido a una conspiración mediática internacional que pretende generar una falsa imagen de guerra y represión generaliza en el territorio venezolano, cuando en realidad se trata de focos puntuales creados por los artífices de la violencia en contra del pueblo.  En sus declaraciones a un medio chileno, el vicepresidente norteamericano manifiesta su supuesta preocupación por la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado para contener a los grupúsculos violentos de la extrema derecha, razón por la cual nos preguntamos: ¿Qué haría el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, si una organización política llama públicamente a su derrocamiento y comienza a ejercer acciones terroristas e irrespeta los derechos humanos y civiles del pueblo de Estados Unidos?

El Gobierno venezolano está plenamente seguro que si nuestros organismos de seguridad enfrentaran los focos de desestabilización con la fuerza aplicada por la policía norteamericana, la cifra de víctimas fatales y heridos sería incalculable. Sin embargo, el respeto a la vida, el uso progresivo y diferenciado de la fuerza, y el compromiso por la paz son los valores que mueven a la mayoría de hombres y mujeres que a diario resguarda el orden público en Venezuela.  Entre tanto, mientras esos minúsculos grupos propician la violencia, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ha hecho un llamado plural a todos los sectores para incorporarse a la Conferencia de Paz, que ha contado con la amplia participación de empresarios, iglesias, organizaciones del Poder Popular y los sectores sociales más diversos que hacen vida en nuestra Nación, con el propósito de aislar a los fascistas que el Gobierno norteamericano defiende sin ansia y con estas declaraciones apoya.

El Gobierno norteamericano nuevamente se aisla en el hemisferio y trata de reavivar el monroismo en la región ante la contundente derrota sufrida recientemente en la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se ratificó el respaldo que América Latina y el Caribe le dan a Venezuela en reconocimiento a la vocación integracionista y soberana legada por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.  El Gobierno de Estados Unidos, principal promotor de la violencia a nivel mundial, experto en invasiones, bloqueos económicos, guerras iniciadas por intereses económicos sobre el supuesto de amenazas ficticias, creador de armas letales de destrucción masiva y responsable de la muerte de miles y millones de civiles alrededor del mundo, no tiene moral para objetar el respeto a los derechos humanos en Venezuela y el esfuerzo del Gobierno bolivariano por preservar la paz en nuestra nación.  Sin embargo, el Gobierno venezolano reitera la clara voluntad de retomar y renovar relaciones con el Gobierno de Estados Unidos de América por medio de un diálogo directo y transparente, con base al respeto mutuo, la no injerencia en los asuntos internos y la cooperación necesaria, para lo cual he decidido la designación de un nuevo embajador ante ese país.  El Gobierno y el pueblo de Bolívar, el pueblo de Chávez con su gesta histórica, luchará siempre por mantener su independencia.

¡Venezuela se respeta!

¡Chávez vive, la patria sigue!

Caracas, 09 de marzo del año 2014



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Sunday, March 2, 2014

LOS TROTSKISTAS, ANARQUISTAS Y ULTRA-IZQUIERDISTAS ESTAN EN CONTRA DEL GOBIERNO SOCIALISTA VENEZOLANO


La ultraizquierda dogmática y minoritaria, aislada del pueblo y agazapada lamentablemente en Aporrea, dispara sus dardos contra Nicolás Maduro, emulando a los opinadores de la derecha (aunque con argumentos diferentes, es verdad). Casi todos hablan con tono pontificador y poses de sabihondos. Ven pequeños burgueses por todos lados, pero ellos mismos son presas del subjetivismo pequeño burgués. Lo cierto es que demuestran gran ignorancia de la historia, incluso de la más reciente, y una asombrosa ceguera que les impide ver la terca realidad.


Ahora cargan con furia y presentan a Maduro como un traidor al legado de Chávez por haber convocado la Conferencia Nacional por la Paz. Para ello echan mano de un recetario socialista libresco y maniqueo.


¿Tiene el tema de la paz relación con la lucha de clases? Por supuesto que sí, pero no en el sentido simplón de estos revolucionarios sin pueblo (a menos que se crea que el pueblo son los pocos miles de lectores de Aporrea, sin desmeritar a este medio que promueve el debate interno, como debe ser). Lo de sin pueblo tiene que ver además con el hecho de que no es necesario hacer encuestas para saber que el pueblo mayoritario respalda esa iniciativa de Maduro, basta con conocer encuestas anteriores para inferir la opinión de la mayoría.


Veamos algunos ejemplos de cómo han manejado grandes líderes revolucionarios, con gran flexibilidad táctica, el tema de la paz, así como diversas alianzas con la burguesía e inclusive con actores imperialistas. Son varios:

1.- El Tratado de Brest-Litovsk

Uno de los acontecimientos que influyó notablemente en el desenlace victorioso de la Revolución Soviética fue la Primera Guerra Mundial. La entrada del Imperio zarista en la Primera Guerra Mundial incrementó la pobreza y los sufrimientos del pueblo ruso. Las derrotas militares exacerbaron el descontento de las masas populares. El descontento popular contra la guerra fue uno de los factores que impulsaron la abdicación del Zar Nicolás II, ante la amenaza de una sublevación masiva contra la monarquía. El Gobierno Provisional Ruso de Alexander Kerensky, pese a que la mayoría de la población rusa deseaba concluir el conflicto contra los Imperios Centrales, se negó a terminar la guerra, argumentando que la incapacidad del mando militar zarista era la principal causa de las derrotas y que una victoria importante incrementaría la fortaleza de su gobierno. A finales de abril de 1917, dos millones de soldados rusos habían desertado en un período de dos meses. Los bolcheviques aseguraban que podrían obtener la paz sin que Rusia debiera ceder territorio ni pagar indemnizaciones de guerra. El tiempo demostró que esto era una ilusión, de la cual participaron Lenin y Trotsky, pues las condiciones reales negaban esta posibilidad.


Después de varios descalabros militares de los rusos y del fortalecimiento de las posiciones del Imperio Alemán, se produce la Revolución de Octubre que lleva a los bolcheviques al poder. Desde ese momento se producen dos grandes corrientes entre los revolucionarios rusos, una liderada por Lenin que proponía la salida inmediata de Rusia de la guerra, aunque esto significara pactar la paz con el Imperio alemán y el Imperio otomano, lo cual significó a la sazón la pérdida de grandes porciones de territorio para Rusia: Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia, Lituania, Ucrania, Besarabia, Ardahan, Kars y Batumi. El tratado de paz impulsado por Lenin fue más bien una capitulación necesaria para poder salvar la naciente revolución bolchevique y evitar que el Imperio alemán se apoderara de toda Rusia. La otra corriente, radical a rajatablas, era contraria al armisticio y la comandaba Nicolás Bujarín. ¿Cuáles eran los argumentos de este radical? Bujarín afirmaba que una paz duradera entre un estado capitalista y una república socialista no era posible, y se oponía firmemente a la firma de cualquier tratado. Pero Lenin no pensaba en ninguna paz duradera, sino en la salvación de la Revolución y de la Patria rusa, ante la irrebatible realidad de que el ejército rojo estaba en camino de una inevitable derrota. Fue esta última posición sensata la que se impuso. El 22 de febrero León Trotsky, que había mantenido posiciones intermedias y trataba de que se prolongarán las negociaciones al máximo posible, firmó el Tratado que sacó a Rusia de la guerra, convencido ya de que no había ninguna posibilidad de que el ejército rojo alcanzara la victoria. Ese mismo año, Alemania resultó derrotada por las fuerzas que se le oponían y Rusia no solo preservó la Revolución bolchevique, sino que además recuperó la mayoría de los territorios perdidos. Si los revolucionarios hubiesen tomado el camino dogmático y radical de Bujarín, otro gallo hubiese cantado. De este modo el tiempo demostró que Lenin, al acordar la paz con los imperialistas alemanes en condiciones desventajosas, no había traicionado ni a la revolución ni a su Patria, sino que había actuado con realismo y acierto.

2.- El pacto de Mao Zedong y Chiang Kai-skek

El líder del Kuomintang, el partido anticomunista respaldado por Estados Unidos en los años de la Segunda Guerra Mundial, Chiang Kai-shek, lideró la guerra civil entre sus fuerzas y las del Partido Comunista Chino, dirigido por Mao Zedong. Cuando Japón invade China, se produce el llamado incidente de Sian, cuando los japoneses hacen prisionero a Chiang. Mao había hecho contactos con dirigentes del Kuomintang a fin de proponerles la suspensión de la guerra civil y la unión de fuerzas para enfrentar a los imperialistas japoneses. Finalmente, este acuerdo de paz se realiza, se unen los comunistas y los anticomunistas, y derrotan a los japoneses. Después de esa victoria se reedita la guerra civil entre los seguidores de Mao y de Chiang, hasta que los comunistas triunfan y en 1949 se corona la Revolución China.

3.- La Revolución democrática burguesa en China

Muchos ignoran que cuando lo comunistas chinos toman el poder, no declararon la revolución como socialista. Los líderes revolucionarios, con Mao a la cabeza, hacen un pacto de clases que comprende al proletariado, el campesinado, la pequeña burguesía y la burguesía nacionalista. Esta política ajustada al carácter atrasado y semifeudal que tenía la sociedad china, fue llamada “Nueva Democracia” y soportó ataques desde la derecha y desde la “izquierda”. Dejemos que el mismo Mao hable, en un material que lleva el sugerente y apropiado título “Refutación de la palabrería de ‘izquierda’”: “Siendo impracticable el camino capitalista de la dictadura burguesa, ¿es posible entonces el camino socialista de la dictadura del proletariado? No, tampoco es posible…No cabe duda de que la actual revolución, que es la primera etapa, se desarrollará hasta llegar al socialismo, que es la segunda. Sólo con el socialismo conocerá China la verdadera felicidad. Pero todavía no es el momento de realizar el socialismo. Luchar contra el imperialismo y el feudalismo es la actual tarea de la revolución china, y mientras no se la haya cumplido, no se puede hablar de socialismo. La revolución china pasará forzosamente por dos etapas: primero, la de la nueva democracia, y luego, la del socialismo. Además, la primera llevará bastante tiempo, no puede consumarse de la noche a la mañana. No somos utopistas y no podemos apartarnos de las condiciones reales que enfrentamos”. Sobre los radicales “izquierdistas” que atacaban estas líneas con su “palabrería”, dijo el gran líder chino: “… hay otros que, al parecer sin mala fe, se han dejado embaucar por la ‘teoría de una sola revolución’ y por la idea puramente subjetiva de ‘hacer de un solo golpe la revolución política y la revolución social’; no comprenden que la revolución se divide en etapas, que sólo se puede pasar a la segunda etapa luego de cumplida la primera y que es imposible hacerlo todo ‘de un solo golpe’. Su punto de vista es igualmente muy dañino, porque confunde las etapas de la revolución y debilita los esfuerzos dirigidos a la tarea presente”.

4.- La reunión Nixon-Mao

A los ultraizquierdistas dogmáticos ha de darles escozor la famosa foto de Mao Zedong y Richard Nixon, presidentes de China y Estados Unidos, sonrientes y dándose las manos en Beijing, en febrero de 1972. Al finalizar la visita, los dos países firmaron el “Comunicado de Shanghái”, que abrió las puertas a la normalización de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Poco después, Estados Unidos retiró sus fuerzas militares de Taiwán, aunque mantuvo acuerdos militares con este enclave. Igualmente, Estados Unidos aceptó poco después oficialmente el postulado de “Una sola China” que el gobierno de Beijing ya había formulado para fundamentar sus reivindicaciones de soberanía a ambos lados del estrecho de Taiwán. Nixon y el gobierno de Estados Unidos reafirmaron sus intereses en una solución pacífica al problema de Taiwán, que pudiera ser acordada también por los propios chinos. Esta declaración habilitaba al gobierno de EEU.UU. y a la República Popular China a omitir de modo temporal “la cuestión crucial que obstruye la normalización de las relaciones”, refiriéndose al estatuto político de Taiwán y la apertura comercial entre ambos países.

Estos son ejemplos de reuniones y pactos que los dogmáticos describirían como “contra natura”, pero que se fundamentaron en situaciones reales, concretas, no capítulos de algún libro, que afectaban a las fuerzas revolucionarias, las naciones, los Estados, en medio de las complejidades de la sociedad, las cuales no pueden ser manejadas con ideas fijas, manuales, recetas ni reduccionismos.

Pues bien, para el final hemos dejado la joya de la corona de nuestro artículo, la reunión secreta (después develada) que sostuvieron el 18 de junio de 2004 Hugo Chávez y Gustavo Cisneros, a la sazón el burgués por antonomasia, el más grande ricachón de Venezuela, el símbolo nacional del capitalismo. Poco más de un año antes, en un discurso pronunciado el 10 de enero del 2003, Chávez se refirió a Cisneros en términos que claramente lo definían como uno de los mayores enemigos del pueblo venezolano: “por allá por Naciones Unidas, muy cerca de las instancias máximas, anda uno de ellos, anda un fascista, anda un golpista y que es dueño de una televisora aquí en Venezuela, que se llama Gustavo Cisneros, ese es uno de los más grandes responsables de lo que aquí está pasando en Venezuela, uno de los más grandes responsables y yo lo acuso ante el pueblo y ante el mundo por golpista y por fascista”.


Dos días después del encuentro, que ya se había conocido públicamente, Chávez dijo: “Yo al señor Cisneros le dije, y le di mano, bienvenido, bienvenido y qué gusto me da que nos podamos sentar a conversar, porque usted es un venezolano, y vamos a tomarnos un café y vamos a conversar, y lo haría con cualquier venezolano que de verdad quiera venir a hablar de cosas serias. Dentro de la Constitución todo, fuera de ella absolutamente nada”. Y días después, en entrevista que le hiciera Eleazar Díaz Rangel: “Cisneros sabe que él, su medio, su empresa y su familia puede coexistir con este proyecto, siempre y cuando respete la Constitución y las leyes, y reconozca las autoridades como lo ha venido haciendo”.


En cuanto a Cisneros, este dijo, igualmente poco después de la reunión: “Hablamos extensamente acerca del problema de la pobreza en Venezuela. El Presidente Chávez y yo compartimos la misma opinión: el tema de la pobreza debía unir al país, sobre todo en vista del alto crecimiento de hogares que se colocaban bajo la línea de la pobreza. Por mi parte, insistí en que una vez finalizado el proceso de referendo, el diálogo nacional debía enfocarse en la búsqueda de soluciones al citado problema. Manifesté que los venezolanos debían dirigir sus esfuerzos a mejorar la educación y a estimular las capacidades empresariales nacionales, para así competir exitosamente en los mercados mundiales”.


Al reunirse Chávez con Cisneros ¿Se estaba traicionando a sí mismo? ¿Estaba traicionando al pueblo y a la Revolución? Recordemos en qué situación se dio esta reunión. 15 días antes, el 3 de junio de aquel año, Chávez reconoció en cadena nacional que la oposición había recogido las firmas suficientes para activar el referendo revocatorio, que en esa misma fecha fue convocado para agosto. El imperialismo y la derecha fascista, relativamente recuperados de sus derrotas del año 2002, enfilaban todas sus baterías contra el Gobierno revolucionario. La Revolución estaba en peligro inminente. En esa circunstancia, el papel de los medios de comunicación era fundamental. Los actores de la reunión expresaron que en la misma no se había hecho ningún pacto. Sin embargo, los resultados se vieron de inmediato. A dos meses de aquel referendo decisivo, uno de los tres más importantes canales de TV privados nacionales, Venevisión, se vio neutralizado hacia el final de la batalla del revocatorio, y poco tiempo después lo siguió otro de los tres grandes, Televen, y el imperialismo y la derecha fascista perdieron dos armas de alto calibre. La evidencia de esto se registró finalmente dos años más tarde en el Informe Final Elección Presidencial Venezuela 2006, realizado por la Unión Europea, a propósito de su papel como observador internacional de la contienda electoral presidencial del año 2006, evento donde el presidente Chávez logró su reelección como primer mandatario: “El tono de Televen y Venevisión fue poco crítico en general con las dos principales coaliciones, pero, desde un punto de vista cuantitativo, las dos favorecieron abiertamente la posición oficialista. Venevisión dedicó 84% del tiempo de información política a la posición oficialista y sólo 16% a la coalición ‘Unidad’ –opositora-, mientras que Televen le dio 68% a la coalición de Chávez y 32% a la de Rosales”. La reunión con Cisneros fue una jugada de alto vuelo político, estratégico, de Hugo Chávez, a la cabeza de una revolución que desde un principio se ha fundamentado en la proclama libre y anti dogmática de Simón Rodríguez: o inventamos o erramos.

Finalmente ¿En qué condiciones se da la convocatoria hecha por Maduro a una Conferencia Nacional por la Paz? Enumeremos, para facilitar la comprensión:

1.- Está en marcha un plan imperialista de alta intensidad destinado al derrocamiento violento de Nicolás Maduro por cualquier medio, incluido por supuesto el militar y/o el intervencionismo en cualquier modalidad

2.- Están actuando comandos violentos entrenados y armados para la ocasión, con acciones de laboratorio que pretenden establecer una situación de violencia crónica en un planteamiento de caos sostenido que afecte la gobernabilidad del país, profundice problemas económicos y de servicios públicos, y prepare el escenario, al mediano plazo, para la intervención internacional por cualquier vía

3.- Toda la oposición política, en su conjunto, se ha sumado al plan golpista con distintos niveles y modalidades de participación, incluida la omisión interesada

4.- Se ha creado, a través del sabotaje, el acaparamiento y la especulación, una difícil situación económica para el pueblo, caracterizada por alta inflación y escasez relativa de productos, para generar distintos niveles de descontento que erosionen la base social de la Revolución

5.- Está en desarrollo, nacional e internacionalmente, la que probablemente sea la más extendida e inclemente campaña mediática de desprestigio y satanización de la Revolución desde 1999, con Nicolás Maduro como foco principal

6.- Se han activado de manera creciente factores políticos internacionales para tratar de profundizar el desprestigio de la Revolución e intervenir directamente en la situación venezolana. Muestra de ello son las posiciones asumidas por el propio Estados Unidos, la Unión Europea, Colombia, Panamá, la relatoría de derechos humanos de la ONU, la CIDH, la secretaría general de la OEA

7.- Se activan igualmente los aparatos institucionales creados por el imperialismo para manipular con el tema de los derechos humanos, como por ejemplo Amnistía Internacional y Human Rights Watch

8.- Se suman programadamente factores que no se habían hecho presentes en conspiraciones anteriores con tal fuerza, como es el caso de figuras nacionales e internacionales de la farándula, manejadas por corporaciones mediáticas y audiovisuales de Estados Unidos donde tienen influencia el gran capital internacional y la gusanera cubana de Miami

Es en este contexto que el presidente Maduro lanza su iniciativa de la Conferencia Nacional por la Paz, una táctica política correcta en el contexto antes mencionado, por las razones que igualmente enumeramos:

1.- Es absolutamente necesario determinar cuál es el enemigo principal de la Revolución Bolivariana en esta etapa: el imperialismo norteamericano y la derecha política fascista aglutinada en la MUD, entente opositora que se ha puesto a la cola de sus factores más radicales

2.- Siendo así, la táctica de paz nacional busca aislar políticamente a estos factores y desenmascarar sus designios violentos ante la mayoría del pueblo que no apoya las guarimbas, las trancas de calles, las prácticas incendiarias y el ataque a bienes públicos, incluidos aquellos de los cuales se sirve directamente el pueblo, como los sistemas de transportes y los centros de misiones sociales.

3.- Las justas consignas de paz han logrado mantener al pueblo en las calles a diario, ya que se trata de un anhelo nacional, como lo demuestran las magníficas demostraciones de estudiantes, mujeres, trabajadoras y trabajadores petroleros, personas de la tercera edad, campesinos y campesinas, motorizados y otros sectores

4.- Así como en el juego del ajedrez los jugadores experimentados hacen cada jugada adelantándose a tres, cuatro, cinco y hasta más probables jugadas, los políticos de buena estirpe deben pensar más allá de la coyuntura del momento. La situación económica del país es un peligro por la posible erosión del apoyo popular a la Revolución, lo cual podría reflejarse negativamente en las próximas batallas electorales (parlamentarias de 2015, probable referéndum revocatorio de 2016). Por ello es correcto tratar de llegar a acuerdos puntuales con sectores de la burguesía, si se apartan de la conspiración actual en marcha, que faciliten el abastecimiento de productos y en control de la inflación. Las posibles alianzas económicas puntuales (tácticas) con sectores de la burguesía deben realizarse sin complejos y con visión de mediano alcance. Por supuesto, persisten y persistirán las contradicciones estratégicas antagónicas con la gran burguesía monopolista.

El Plan de la Patria que diseñó Chávez tiene como punto señero la defensa de la independencia de Venezuela. Derrotar al imperialismo y a sus lacayos en su plan actual de derrocar a Maduro y acabar con la Revolución Bolivariana, persigue en primer lugar ponernos al servicio de los intereses del imperialismo y acabar con el camino de liberación nacional que señaló Hugo Chávez. Quien no apoye sin cortapisas a Nicolás Maduro en la ardua tarea de salvaguardar la continuidad de la Revolución y enfrentar la gran conspiración que adelanta, con todos los hierros, el Imperialismo, se convierte objetivamente en cómplice de ello, así no sea esa la intención. Como reza el adagio: de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.

¡Frente al plan criminal fascista imperialista, unidad, lucha, batalla y victoria!

¡Viva la Conferencia Nacional por la Paz!

¡Viva Nicolás Maduro!

¡Viva la Revolución Bolivariana!

¡Chávez vive, Maduro sigue!



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LEAN ESTE ARTICULO DE NATALIA VITRENKO, PRESIDENTA DEL PARTIDO SOCIALISTA PROGRESISTA DE UCRANIA SOBRE LA SITUACION GENERAL DE ESE PAIS


Para comprender la terrible tragedia antidemocrática, imperialista y golpista que se está viviendo en Ucrania a manos de la Unión Europea y los EEUU, es importante leer la declaración de la doctora en economía Natalia Vitrenko, presidenta del Partido Socialista Progresista de Ucrania y candidata presidencial, emitida el domingo 23 en un intento desesperado de detener este golpe de estado nazi que puede llevarnos incluso a una III Guerra Mundial, como ella avisa.

Basta con ver la sobrecogedora imagen de los neonazis de Svoboda bloqueando la puerta del Parlamento con simbología nazi y militar, pero escuchar la narración de lo mucho que los medios corporativos europeos (españoles) están ocultando, es terrible y da mucho que pensar. Sólo hay que ver las escandalosas portadas de medios como ABC o La Razón llamando a terroristas nazis héroes y luego acusando a manifestantes democráticos y autorizados de terroristas en España. Pero escuchemos desde una voz autorizada y conocedora la situación en Ucrania.

Declaración de Natalia Vitrenko del Partido Socialista Progresista de Ucrania (PSPU) denunciando que los EEUU y la UE están erigiendo un régimen nazi en territorio ucraniano

El mundo entero está preocupado por los acontecimientos de Ucrania. Tenemos que entender la esencia de lo que está pasando. El Partido Progresista Socialista de Ucrania, como un partido de oposición de izquierdas, que luchó y lucha contra el curso de la política doméstica y extranjera que continúa en la dirección de la desestabilización de la Revolución Naranja y Yushchenko, y contra la alianza del Partido de las Regiones y el Partido Comunista, conducida por Yanukovych, considera necesario hacer una evaluación.

El 22 de febrero, militantes y terroristas del Parlamento Euromaidan [esto es, la muchedumbre fascista de Kiev] ejecutaron un golpe neonazi usando la fuerza armada. Violando todas las normas de la Constitución, la ley internacional, y pisoteando los valores europeos, el Parlamento excedió su autoridad y cometió actos criminales. Washington y Bruselas –que dijeron al mundo y toda la humanidad que Euromaidan es una acción no violenta de los ucranianos para escoger una opción europea y proteger la democracia y los valores europeos– ahora francamente debería admitir que los ucranianos no han conseguido nada. Porque lo que ellos han hecho ha sido un golpe de estado nazi, llevado a cabo por los insurrectos, terroristas y políticos de Euromaidan para servir los intereses geopolíticos de Occidente.

Pruebas indiscutibles de ello son:

1) El cambio de gobierno ocurrió de un modo inconstitucional. Violó todas las reglas legales europeas. En violación de la sección XIII de la Constitución (que describe detalladamente el procedimiento para cambiar la Constitución), sin la participación del Tribunal Constitucional, el sistema estatal de nuestro país ha sido cambiado por el (Parlamento) Supremo de la Rada de Ucrania;

2) Yendo más allá de los poderes del Parlamento de Ucrania, violando el artículo 19 de la Constitución, el Parlamento designó a supervisores sobre el Ministerio del Interior, el Servicio de Seguridad de Ucrania, y la Oficina del Fiscal General. Estos supervisores son instalados con el objetivo de ejercer la violencia política de Euromaidan sobre las instituciones constitucionales del estado para promover los intereses de Occidente de un modo inconstitucional;

3) El Presidente ucraniano Yanukovych (a quien nuestro partido se ha opuesto como hemos dejado claro durante los cuatro años pasados) fue privado de sus poderes constitucionales en una repugnante violación de la Constitución. La Constitución no otorga ningún derecho al Verkhovna Rada (el Parlamento) de Ucrania para privar al presidente del poder en el modo en que esto ha sido hecho. La Constitución proporciona un procedimiento de destitución detallado que es especificado por escrito. Pero repito, no dirigido por la autoridad de la ley, sino más bien por una supuesta urgencia revolucionaria que se ha saltado el principio europeo de la presunción de inocencia, Yanukovych fue quitado de la oficina y un nuevo presidente fue designado en violación de la Constitución;

4) El Parlamento, impaciente por defender a los militantes y terroristas de Euromaidan, perdonó y convirtió en héroes a todos sus miembros, comenzando el proceso de regalarles la presidencia. Esto quiere decir que no habrá ninguna responsabilidad para los que usan la fuerza armada para matar a civiles u oficiales de policía inocentes, o los que asaltan y machacan edificios oficiales y almacenes por la fuerza y armados, que ejecutan linchamientos o chantajes y secuestros. Esto ha creado las bases para la formación de una maquinaria neonazi represiva estatal.

Washington y Bruselas deberían escuchar nuestras advertencias. Les hacemos responsable de todo que han hecho para transferir el poder a las fuerzas políticas responsables de establecer este régimen totalitario nazi en Ucrania, con la consecuente y repugnante violación de los derechos y libertades de millones de nuestros conciudadanos.

Los EE UU y Unión Europea deberían saber que este secuestro de poder por partidos políticos y movimientos que incluyen a fuerzas neonazis (como “Svoboda – la Libertad” y “Sector Derecho”), anunció la puesta en práctica de una revolución nacional bajo los lemas “Ucrania para los ucranianos”, “Gloria a la nación – Muerte al enemigo”, “¡Aliados moscovitas y comunistas a la horca!” y otros.

Desde el 22 de febrero, este nuevo gobierno debe asumir toda la responsabilidad en toda Ucrania por la violación de los derechos y las libertades de sus ciudadanos.

Los insurrectos y terroristas siguen capturando edificios administrativos en Euromaidan y autoridades locales en el sur y este de Ucrania. Usando métodos terroristas, votantes han sido privados de sus derechos y de la autoridad de sus representantes elegidos en consejos locales. Los civiles que defienden sus opciones han sido despiadadamente tiroteados por pistoleros armados con kalashnikovs, fusiles, y otras armas de combate, como ocurrió, por ejemplo, el 22 de febrero en Lugansk.

Militantes que carecen de cualquier autoridad policial legítima, se han arrogado a si mismos poderes policiales de emergencia, usando hachas y palos para bloquear carreteras centrales, parando coches para realizar inspecciones y verificación de los documentos de pasajeros, y deteniendo a la gente. Han bloqueado la entrada al aeropuerto y de este modo han violado repugnantemente la Convención Europea sobre Derechos humanos y Libertades Fundamentales, que garantizan la inviolabilidad de la persona, la libertad de movimiento, la presunción de inocencia, y el derecho a la seguridad y la vida. Todo el pueblo de Ucrania ha sido humillado y negados su dignidad y derechos.

Ya el 23 de febrero, representantes del nuevo gobierno anunciaron la formación de la nación ucraniana: proclaman que cualquiera que use la lengua rusa será sometido a la privación de su estado nativo de identidad étnica ucraniana y será discriminado negativamente en derechos civiles y políticos.

El nuevo régimen ya ha anunciado su intención de prohibir los canales de difusión de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania, marcándolos como los canales de televisión de un estado hostil. Este es el modo en que el nuevo gobierno defiende los valores europeos de libertad de expresión y de prensa.

El régimen prepara listas de enemigos que estarán sujetos a la proscripción. Este mecanismo privará de derechos civiles y políticos a todos los que no comparten las vistas neonazis de las nuevas autoridades ucranianas.

A lo largo de todo el país, continúan linchamientos macabros. La gente está siendo apaleada y apedreada, mientras los miembros indeseables del Verkhovna Rada de Ucrania son sometidos a brutales intimidaciones y los funcionarios locales ven a sus familias y niños apuntados por amenazas de muerte si no apoyan la instalación de este nuevo poder político. Las nuevas autoridades ucranianas están quemando masivamente las oficinas de los partidos políticos que no les gustan, y públicamente han anunciado la amenaza de procesamiento criminal y prohibición de partidos políticos y organizaciones públicas que no comparten la ideología y los objetivos del nuevo régimen.

Militantes de Euromaidan están ocupando lugares santos Ortodoxos como Kiev-Pechersk Lavra, procurando transferirlos a clérigos discrepantes como Filaret. La intención es la de ocupar todas las iglesias de la Iglesia Ucraniana Ortodoxa del Patriarca de Moscú para adaptarlas al Vaticano.

En nombre del Partido Socialista Progresista de Ucrania (PSPU), declaramos que no reconocemos la legitimidad de este golpe de estado, y no reconocemos como legítimas las actividades de las nuevas autoridades ucranianas. Condenamos la violación total de los derechos y las libertades de los ciudadanos de Ucrania en asuntos nacionales, étnicos y culturales, religiosos y políticos.

Apelamos al Parlamento Europeo y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pidiendo su intervención inmediata en lo que está ocurriendo en Ucrania, para proteger los derechos y las libertades de ciudadanos, para prevenir que el nuevo gobierno ucraniano desate una III Guerra Mundial sobre el continente eurasiático.

Natalia Vitrenko, Presidenta del Partido Socialista Progresista de Ucrania (PSPU)

Es de pelos de punta el retrato de la guerra desatada por los EEUU y EU a través de sus aliados neonazis en plena Europa. El cinismo y complacencia con la que Europa está mirando hacia otro lado, incluso saludando esta barbarie como el fin de la dictadura y el triunfo de la democracia, nos pone sobre aviso de la escalada fascista que las grandes potencias están desatando en el mundo para imponer su modelo neoliberal.

FUENTE:  http://blogs.publico.es/shangaylily/2014/02/27/vitrenko-denuncia-la-imposicion-de-un-regimen-nazi-en-ucrania/


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