ESTIMADOS JUAN PABLO DUARTE, CORONEL CAAMAñO Y DON FREDDY BERAS GOICO QUE ESTAN EN LOS CIELOS:Me dirijo a Ustedes en el día de hoy, respetuosamente, para comunicarle a Ustedes la situación en que se encuentra nuestra Patria, esa misma Patria por la que Ustedes junto a un valiente grupo de combatientes que siguieron creyendo en los valores que dieron origen a la Republica Dominicana, a la gesta Restauradora y a la Revolución de Abril de 1965, decidieron ofrendar su propia vida en busca de la libertad del pueblo dominicano.
Y me dirijo a Ustedes para pedirle en primera instancia, mi más sincero perdón. Perdón, aun a sabiendas de que este último acto constituye una simple y pobre expiación para un alma compungida, para un espíritu decaído, para unas fuerzas físicas que decaen con el paso natural de los años y el desgaste a que nos vemos sometidos por designios de la naturaleza misma los seres humanos.
Le pido perdón en primer lugar por que muchos Dominicanos no estaban fisicamente junto a Ustedes en las montañas de Ocoa cuando las balas arteras de los asesinos balagueristas atravesaron su cuerpo y derramaron su sangre sobre las tierras que desde entonces llevan parte de su mismo espíritu, de su mismo ser, de su misma esencia y a las cuales honramos con todo nuestro corazón. La muerte, etapa final de la vida misma, le hubiese al menos evitado a los buenos Dominicanos tener que contemplar lo que ha sucedido en nuestra Patria luego de su sacrificio, luego de su inmolación, luego de su martirio, suyo y de sus compañeros.
Le pido perdón a Ustedes Juan Pablo Duarte, Coronel y Don Freddy, por no haber enfrentado con todavía más dureza al PLD (ese maldito partido politico del diablo, que se han erigido como dueños de la Patria Dominicana para tratar de arrodillarla a sus intereses). Al asesino y ladrón Joaquin Balaguer, mismo que ordeno su muerte, mantuvo a la clase obrera Dominicana en la pobreza con el modelo economico oligarquico Balaguerista de salarios de hambre y miseria fisica y mental, y el mismo Joaquin Balaguer termino sus días en una cama de hospital no sin antes entregarle su herencia de vileza y latrocinio a una cuadrilla de nuevos capitalistas-millonarios que a su vez dieron paso a un grupo de insignificantes gentuzas, chusmas, escoria humana, basura humana, criminales, glebas, lumpen-capitalistas, cuatreros baratos, individuos sin capacidad mental, moral ni política ni social y mucho menos Patriótica agrupados en dos formaciones creadas bajo la esperanza de un porvenir mejor y convertidas en antros de corrupción, robo, asesinato, mafia, tráfico de influencias, drogas y toda forma de enriquecimiento ilícito; me refiero a esos dos engendros del mal llamados el PRD y el PLD pues el partido balaguerista no es más que una entelequia dedicada a plegarse a quien más le ofrezca en la repartición del botín que le es usufructuado al pueblo dominicano.
Le pido perdón a Ustedes Juan Pablo Duarte, Coronel y Don Freddy, por no haber denunciado con más fuerza a unas Fuerzas Armadas viciadas de los mismos pesares que he mencionado anteriormente, es decir, llenas de ladrones, corruptos, mafiosos, traficantes de drogas e influencias, completamente subordinadas al mismo poder extranjero que Usted y un grupo de patriotas combatieron hasta morir en las calles gloriosas de ciudad nueva en 1965.
Es decir, unas Fuerzas Armadas dominicanas que no son más que una aberración, una vergüenza, una triste imagen de lo que debe ser un soldado al servicio de la Patria.
Le pido perdón a Ustedes Juan Pablo Duarte, Coronel y Don Freddy Beras Goico, por una sociedad civil que ha olvidado los valores que dieron origen a la Formación de la Republica, a quienes no les importan ni Duarte ni Sánchez ni Mella; a quienes no les importan ni Gregorio Luperon ni Gaspar Polanco, Santiago Rodriguez ni los miles de patriotas como Rafelito Flores Estrella, Velazquito Maynardi, Washington De Peña, Jacinto Peynado, Jose Francisco Peña Gomez, Orlando Martinez, Narcisazo, Roger Ogando, Pedro Sanchez, Don Antonio Guzman, Miguel Cocco, y muchos otros Dominicanos que han fallecido y ya no estan fisicamente con nosotros, que dieron, tal como Ustedes, su vida en bien de la Patria. Una sociedad civil que olvido el sacrificio de los Héroes de la Barranquita, de Constanza, Maimón y Estero Hondo, de los Héroes del 14 de Junio; que olvido a los Héroes de Las Manaclas, a los de Abril, a los de Caracoles. Y saben Ustedes porque a Juan Pablo Duarte, Don Freddy y Coronel? Porque es mas fácil hacerse de la vista gorda y ser pasivo que decidirse a luchar y a combatir a esa camarilla de gentuzas, chusmas, glebas, ladrones capitalistas, usurpadores, bandidos y mafiosos que nos han gobernado.
Le pido perdón a Ustedes Juan Pablo Duarte, Coronel y Don Freddy, por los partidos socialistas dominicanos, que son en su mayoria arrogantes, oportunistas, yoistas, llenos de vanidad, sectarianismo, unos partidos socialistas traidores, oportunistas y que solo estan en la politica para conseguir exoneraciones de la Junta Central Electoral. Unos partidos socialistas traidores, oportunista, populistas y buscadores de placeres: la misma izquierda que no ha hecho más que servirle a los peores intereses que gravitan sobre la Republica Dominicana; la misma izquierda que a sabiendas lo abandonaron a ustedes y a sus compañeros para que sufrieran el destino que al final sufrieron y poder levantar así su figura para atraer más recursos y mas incautos a sus filas cada vez mas desacreditadas y escasas: una izquierda plegada a los que nos gobiernan y a sus amos en el extranjero: ninguno es digno de Ustedes que son tan aristocraticos Juan Pablo Duarte, mi Coronel Caamaño y mi querido Don Freddy Beras Goico. Ninguno!
Le pido perdón a Ustedes Juan Pablo Duarte, Coronel y Don Freddy, por observar como espectador silente a una Patria que llora, una Patria dolida, abusada, violada, mancillada, herida de muerte y abandonada a su suerte por esos mismos que jamás han entendido cual es su deber ante ella y ante Dios.
Le pido perdón, en esencia, por no haber hecho más.
Quiero, sin embargo, afirmarle que jamás los traicionare. Que no dejare a mis hijos nada más que una educación socialista y moriré feliz y en paz porque no soy ni he sabido ser ni un ladrón ni un corrupto. Que no he participado ni lo hare, y le prometo que mis hijos tampoco lo harán, del festín de la repartición de los bienes usurpados por los partidos capitalistas PLD y el PRD en desmedro del pueblo dominicano. Que no utilizare sus nombres para que hacia mi corran o se trafiquen influencias en mi beneficio o el de aquellos que me rodean. Que no desacreditare ni sus memorias ni sus principios faltando a mi deber ante la Patria y ante Dios porque al fin y al cabo, eso es lo único que me pertenece. Que me iré a la tumba conocedor de que he mantenido, dondequiera que este, sus memorias en alto; que tanto en mi propio hogar y en mi vida como persona o como individuo no he permitido que sus nombres y el de sus compañeros sean usados para arrebatarle el lugar que les corresponde en la defensa de la Libertad, la Justicia y la Soberanía de la Republica Dominicana.
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