Sunday, October 2, 2016

NICOLAS MADURO NO ES MARXISTA-LENINISTA. Y LOS VERDADEROS CHAVISTAS DEBEN SER MARXISTAS-LENINISTAS-BOLIVARIANOS, Y MANTENER LEAL AL MARXISMO. SI UN CHAVISTA APOYA A UN GOBIERNO SOCIAL-DEMOCRATA, ESE CHAVISTA, RENUNCIO A SER CHAVISTA

Por Toby Valderrama y Antonio Aponte


La política es rara, nada en ella es directo, para leerla se debe aprender a descifrar jeroglíficos. Por muestra, hay un refrán que dice “cambiar todo para que nada cambie”, que en política se puede trastocar por “no cambiar nada para que todo cambie”.  Es así, puede un partido, una persona mantenerse en el gobierno dando la impresión de permanencia y en realidad todo cambió: qué tiene que ver la Unión Soviética de Gorbachov con la Unión Soviética de Lenin… nada, y sin embargo se contrabandeaban como la misma; qué tiene que ver el Vaticano con el predicador de Galilea… nada, y se venden como cristianismo cuando son todo lo contrario; qué tienen que ver los gobiernos de la cuarta con la Junta Patriótica de Fabricio, y se presentaron como herederos del 23 de Enero de 1958. Los ejemplos son numerosos, abundan en todos los rincones. Hoy nos interesa estudiar una posibilidad. 

Veamos.  Es posible que el Chavismo haya sufrido una metamorfosis de éstas que hablamos, en apariencia subsiste y en realidad todo cambió.  Primero debemos intentar describir las líneas principales que califican al Chavismo, no es tarea difícil, están en el Plan de la Patria y en el discurso de presentación del Comandante en el CNE, podríamos resumirlas: contra la lógica del capital, horror a las oligarquías. O si queremos, en los cinco objetivos históricos, pero para ser más precisos, más contundentes tendremos que decir que el Chavismo, su rasgo más distintivo, fue traer de nuevo al mundo la esperanza del Socialismo, es así, Chavismo es Socialismo con todo lo que implica esta afirmación.  Sin embargo, estamos hablando de política y la política es teratológica, de un ángel puede construir un engendro. El Chavismo puede sufrir mutaciones y aparentar continuidad. ¿Cómo saberlo, cómo evitarlo? Esa es la gran lucha interna, la batalla por evitar las deformaciones. No hay otra manera que estudiar al Chavismo, a Dios gracias tenemos una buena información, el Comandante nos dejó, a pesar de oportunistas y pragmáticos, un Testamento: su Plan de la Patria, mil veces invocado en vano, mil veces falsificado; complementado con la clase magistral en la presentación de ese Plan en el CNE.

Este Testamento, que los deformadores tratan de ocultar, de olvidar, debe ser estudiado por todos los chavistas, le da sentido a la Constitución, le confiere un objetivo, define los campos, caracteriza al Chavismo. Sólo así podremos hacer frente a los planes de diluir al Chavismo, transformarlo en un jarabe potable para los capitalistas, a los intentos de cambiarlo por dos o tres frases hueras, a una jaculatoria hipócrita, a las intenciones de moldearlo a la entrega al capitalismo.  Se deduce, puede ser, que el Presidente Maduro se quede y todo sea un triunfo de los enemigos del Chavismo, del Socialismo. Puede ser que el precio de la permanencia sea convertirse en el garante de los intereses capitalistas, puede ser que todo termine de regreso al 3 de febrero y nos convenzamos que aún somos chavistas.  



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