Saturday, July 20, 2013

EL LIBRO ROJO DEL PODER POPULAR. TEXTO DE JAVIER PARRA



Muchos han sido los movimientos democratizadores o de empoderamiento del pueblo a lo largo de la Historia. Gran parte de ellos derrotados de una u otra forma, aunque siempre dejando un rastro centenario de experiencias positivas y negativas, de prácticas eternamente válidas, de otras extremadamente utópicas, pero todas ellas inspiradas y guiadas por un instinto “revolucionario” entendido este como elemento transformador de una realidad imperfecta. Por supuesto, también han existido innumerables movimientos reaccionarios, que con la bandera de la supuesta democracia han confrontado con los primeros en una magnitud tal que en más de una ocasión han situado a las distintas sociedades – e incluso a la propia humanidad – al borde del abismo.

Desde la democracia ateniense hasta los movimientos asamblearios de masas en los inicios del siglo XXI, pasando por la Revolución Francesa, la Comuna de París, la Revolución Rusa o las Revoluciones latinoamericanas, el mundo ha presenciado grandes pasos adelante de la Humanidad, y también grandes traspiés, emboscadas y pasos atrás.

Los años finales del siglo XX y los principios del XXI han supuesto para la humanidad un auténtico cambio paradigmático en cuanto a lo que a la concepción del mundo por parte de la sociedad se refiere.

Señaló Karl Marx que “la desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas”, y bien podríamos recuperar esta afirmación para una época como la actual en la que la Revolución Tecnológica ha superado con creces la repercusión que en su día tuvo la Revolución Industrial, mundializando las contradicciones de un sistema levantado sobre la explotación y el empobrecimiento, y que genera al mismo tiempo en sus entrañas una fuerza contraria y democratizadora que puede hacerlo saltar por los aires.

La Revolución Tecnológica y la era de la Comunicación sirven, por un lado, a la globalización de la economía y la explotación, aunque por otro a la mundialización de la Resistencia.

El presente texto* pretende, de una manera lo más simple y concisa posible, ligar los procesos de empoderamiento social a lo largo de la Historia con las luchas contemporáneas que van en esa dirección, para finalmente esbozar una propuesta de síntesis en base a experiencias pasadas y presentes de lo que podría ser un proceso de empoderamiento de las fuerzas democráticas para asaltar el poder real en un momento en el que los “mercados” han asaltado el poder político en Europa.

29 de enero de 2012



Friday, July 19, 2013

MIS HERMANOS LOS DE ABAJO, LA CLASE OBRERA HOY. CANIS E INFORMATICOS. TEXTO DE NEGA (LOS CHICOS DEL MAIZ) JULIO DEL 2013



publicado en Nodo50 en julio de 2013

"El debate interesante es que, si a un camarero le cuesta identificarse con la clase obrera no es porque ésta no pueda representarle (pudo hacerlo en el pasado y lo hará en el futuro) sino porque una legión de teóricos le dice que no debe identificarse con ella, que la clase obrera es un anacronismo del pasado, que ahora es 99%, precariado o un nuevo sujeto emergente. Lo más irónico de todo es que la primera revolución socialista sobre la tierra se diera en un país cuya clase obrera se encontraba en insultante minoría. Pero nada, podéis seguir pensando que sin mono azul masculino no hay paraíso: me decía Jorge Moruno por Twitter (afilada pluma de la izquierda postmoderna en nuestro país y responsable del blog La Revuelta de las neuronas) que la clase obrera no puede representar a todo el conjunto de los explotados. Y obviamente, mientras sigáis pensando que la clase obrera es únicamente un tipo con mono azul que fuma ducados, seguiremos nadando en ese mar de incertidumbre y relativismo que tanto parece gustaros a los postmodernos".

Respuesta a ¿Quiénes son los de abajo?

La clase obrera, los de abajo, los invisibles, los explotados... en el marco del capitalismo post-industrial.

Mi bisabuela murió en una cárcel franquista, desnutrida y enferma de tuberculosis, fue torturada salvajemente por la Guardia Civil para que confesara el paradero de dos de sus hijos, fugados dirigentes de la CNT en Valencia. Analfabeta y criada en el campo, no hizo otra cosa durante toda su vida que fregar suelos de señoritos desde los nueve años. Probablemente sufrió alguna vejación o abuso de tipo sexual por parte del señorito, los amigos o hijos del mismo; era lo habitual en la época. Siempre se consideró a sí misma de la clase obrera.

Mi tía y mi abuela (sus hijas) tampoco hicieron otra cosa que fregar suelos de señoritos desde los nueve años. Como mi abuela era muy bajita para su edad y no llegaba a la pila para poder fregar los platos, el señorito le habilitó un taburete para que alcanzara a fregar los platos con facilidad, qué atento. Siempre se consideraron a sí mismas de la clase obrera.

Mi madre empezó a trabajar en una fábrica a los trece años, pero con el tiempo y dada la reconversión industrial que el PSOE llevó a cabo en los años ochenta, terminó fregando suelos, escaleras y platos de señoritos. Un poco menos señoritos (sin violaciones y guantazos con la mano abierta) pero igual de explotadores. Familias pequeño-burguesas del centro de la ciudad en las que todos los hijos van a la universidad y la madre, de profesión liberal, carece de tiempo para atender los quehaceres domésticos. Entonces acude a limpiar la madre de la periferia que, por cierto, siempre se consideró a sí misma de la clase obrera.

No es una tradición familiar o una maldición, mi familia por parte de madre no tiene ningún apego especial por fregar los suelos ajenos. El fenómeno tiene una explicación racional y sociológica: se trata de la reproducción social del sistema y sus relaciones de producción y poder. Para que algunos tengan chalet en la playa y un Mercedes de gama alta, otros tienen que fregar suelos y escaleras. O trabajar en fábricas. O reparar instalaciones eléctricas. O hacer prácticas gratis. O servir mesas un sábado por la noche a seis euros la hora. Lo interesante es que las tres generaciones (mi bisabuela, mi abuela y mi madre) siempre se identificaron con la clase obrera sin necesidad de ser hombres y levantar barricadas con un mono azul de trabajo. Tanto mi bisabuela como mi abuela en el prefordismo como mi madre durante el fordismo y el postfordismo, sufrieron una precariedad salvaje, de hecho ninguna de las tres tuvo jamás un contrato de trabajo como empleadas de hogar: sin cotizar, sin paro, sin vacaciones, sin poder ponerse enfermas, etc. Precariedad en estado puro, sea en los años 30, en los 60 o en los 90.

La precariedad —aunque según algunos autores pudiera parecerlo— no es ninguna novedad ni el último grito en las relaciones laborales. La clase obrera la viene sufriendo desde que el que el capitalismo es capitalismo y el trabajo asalariado se convirtió en civilización y no es otra cosa que unas condiciones de trabajo lamentables y abusivas. Las jornadas de 14 horas en los telares, los mineros sin seguridad, los jornaleros que no cobraban si ese año la cosecha era mala, el servicio que vivía encerrado en la casa del señorito, el obrero subido en el andamio… ¿No es precariedad? Por supuesto que sí, no deja de ser curioso que Los santos inocentes se ubique cronológicamente en pleno auge fordista, benditas contradicciones postmodernas. Pero entonces llegó Negri (seguido por su coro de creyentes) y nos dijo que la precariedad era algo novedoso, tanto que acuñó un nuevo término: el precariado. En realidad —y es bastante significativo— el término proviene de la Fundación Friederich Ebert, vinculada al partido socialdemócrata alemán (SPD). Un nuevo tipo de asalariado que sufría la precariedad, es decir, unas condiciones laborales precarias, en el marco del nuevo capitalismo post-industrial caracterizado por su inmediatez, su flexibilidad y su prevalencia de lo simbólico sobre lo material. ¿Y esto cómo se traduce? En que mi madre friega platos ajenos y es clase obrera. Pero si la que friega platos ajenos es una joven con carrera y un máster que habla tres idiomas y milita en Juventud Sin Futuro no es clase obrera (y vaya por delante que me parece que hacen una grandísima labor) es un nuevo sujeto emergente, es precariado, intelectual además. Se traduce en que una camarera es clase obrera siempre y cuando sea una choni que será camarera el resto de su vida, si está de camarera para pagarse los estudios de Ciencias Políticas no es clase obrera, es un nuevo sujeto emergente incapaz de identificarse con la clase obrera insertado que refuerza el intelecto colectivo en el semiocapitalismo menuda tesis doctoral me está quedando bla bla bla.

La lectura es insultante: la clase obrera puede ser precaria, siempre lo fue, pero cuando la clase media (recientemente empobrecida) visita los infiernos de la precariedad y el abuso laboral, se deben parar las rotativas y la izquierda académica occidental —curiosamente proveniente en su mayoría de la clase media─ se pone a teorizar nuevos paradigmas; saben cuidar de los suyos. Uno de ellos es la figura del reponedor de supermercado, santo grial de la izquierda postmoderna y a tenor por cómo se encumbra su figura, legión en nuestra sociedad. En realidad el reponedor ha existido siempre y es prácticamente paralelo a la revolución industrial, el primer supermercado se remonta al año 1852 en París cuando se instala la Maison du Bon Marché en la calle Sévres. Tan solo diecinueve años después estallaba la Comuna de París; los reponedores a pie de barricada desde el día uno. Pero sigamos.

Me contaba Pablo Iglesias que en sus clases pregunta quién ha trabajado alguna vez y la mayoría levantan la mano, que posteriormente pregunta quién está sindicado y absolutamente nadie la levanta, signo inequívoco de la sociedad postindustrial y el carnaval de identidades. Yo creo que debería hacer una tercera pregunta: ¿Cuántos de los que trabajáis pensáis seguir en ese trabajo una vez terminada la carrera? La respuesta sería obvia y ahí reside el nudo gordiano del llamado precariado: no es ninguna nueva clase social, es la clase media que eventualmente (o eso creen ellos) visita la clase obrera. Su trabajo de camarero, de reponedor o de teleoperadora, lo consideran algo eventual, transitorio y circunstancial ya que, su verdadera meta y por la que han estudiado cinco años de carrera y dos másters, es alcanzar un puesto de abogado, de profesor de universidad o de médico o arquitecto. Algo completamente respetable y comprensible, nadie quiere ser camarero después de estudiar cinco años de antropología o arquitectura. Por ello y dada esa mentalidad que visita la clase obrera como algo transitorio, no se sindican; sindicarse es de curritos. Muy probablemente si Pablo hiciera esas preguntas en una clase de Formación Profesional en un instituto de barrio, el resultado variaría notablemente pero lo verdaderamente interesante es cómo el concepto precariado no es que flirtee con el reformismo es que sencillamente se cepilla 150 años de sociología marxista: las clases sociales ya no se constituyen en base a dueños y no dueños de los medios de producción sino en base al capital cultural y formación de cada cual, de ahí que para muchos la sociedad de clases haya sido sustituida por la sociedad del conocimiento, artificiosa y efectiva trampa. Un camarero siempre fue la clase obrera ya que no es dueño del medio de producción pero ahora no, ahora es precariado porque tiene dos carreras y desempeña un trabajo que no se corresponde con su formación. En realidad podría tener diez carreras, pero si trabaja de camarero y no es dueño del bar y por tanto del medio de producción, sigue siendo de la clase obrera. Pero por lo visto a la clase media le resulta incómodo identificarse con la clase obrera. Querido Pablo, ningún alumno responde que sí está sindicado porque sería como preguntarle a un fontanero si juega al golf: sindicarse es propio de la clase obrera no de la clase media. Los estudiantes sencillamente responden a su perfil de clase. Y digo clase media porque los universitarios en este país siguen siendo unos privilegiados, incluso antes de la temida ley Wert.

Los datos no dejan lugar a dudas, el 24,9 % de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años no cursaban ningún tipo de ciclo educativo ni de formación en 2012. Sobra mencionar el estrato social al que pertenecen estos excluidos: son los que no ven La Tuerka ni emigran a Londres (me atrevería a decir que tampoco paran a Pablo Iglesias para felicitarle). Y un pequeño aviso para navegantes: será imposible una transformación social sin contar con ellos, por muy horteras que nos resulten sus Nike con muelles o sus zapatos de plataforma y sus colas de caballo. Ya en plena explosión de la Universidad de masas en los años sesenta, Bourdieu nos demostró empíricamente que la educación no es el dispositivo que de alguna manera facilita la movilidad social sino que de forma velada, reproduce y perpetúa el sistema de clases, convirtiendo la universidad en «la elección de los elegidos». De hecho en nuestro país y según datos del propio Ministerio de Educación, menos el 10% de universitarios son hijos de padres no universitarios. La obra llevaba el apropiado título Los Herederos: los estudiantes y la Cultura. Yo entiendo que estudios como el de Bourdieu o estos datos incomoden a cierta izquierda académica pero la realidad está ahí fuera y nuestro joven promedio no tiene dos carreras y emigra a Londres: no ha terminado la E.S.O. y fuma porros en el parque y sobre todo, Campofrío no le dedica un nauseabundo anuncio comercial. La laureada «generación mejor preparada de la historia» es una falacia. No es una generación, pues se trata de una minoría específica. En cambio una gran mayoría (invisible para los medios y la izquierda) no alcanza estudios universitarios, ni siquiera termina la secundaria. Aunque pudiera parecer lo contrario, en este país hay más jóvenes que abandonan la E.S.O. que jóvenes con dos másters, no en vano encabezamos la lista de fracaso escolar europeo. También es muy significativo que hoy se hable de «exilio económico» en referencia a los jóvenes altamente cualificados que emigran. En este país a los emigrantes andaluces que se buscaron la vida en Catalunya o a los millones de emigrantes que marcharon en los años 60 rumbo a Alemania o Francia nunca se les llamó «exiliados económicos», siempre fueron emigrantes. Por lo visto el calificativo de exiliado económico es sólo para los altamente cualificados. Lo que nos lleva a Owen Jones y la lectura equivocada que, a mi juicio, hace Pablo Iglesias de esa obra monumental que es Chavs, la demonización de la clase obrera. Debo confesar que yo mismo le regalé el libro con la vana esperanza de ver alteradas sus posiciones post-modernas y post-obreristas porque, aunque le dedique este artículo acusándolo de vil reformista académico, lo aprecio y le quiero un montón.

El debate no es si la clase obrera es representada por un obrero de mono azul o una reponedora. La clase obrera no es ni ha sido nunca un ente inamovible ajeno a las mutaciones del capitalismo. La clase obrera se ha ido transformando al compás de las propias transformaciones capitalistas y por tanto, obviamente, su representación varía en función de muchos factores: histórico, geográfico, cultural, etc. En Europa en los años cincuenta era representada por el obrero fordista de mono azul, pero en los años treinta en España era la gente pobre del campo la que nutría masivamente las filas de la CNT. Es muy revelador estudiar muchos carteles de la época en los que se apelaba a dependientes y camareros, a nutrir las filas de la clase obrera contra el fascismo. En la Venezuela bolivariana era representada por un militar de origen humilde como era Chávez o en la actualidad por un conductor de autobuses llamado Nicolás Maduro. En Bolivia por un sindicalista al que le cierran el espacio aéreo europeo (pero ya no hay imperialismo ¿verdad?). En la Andalucía del siglo XXI la clase obrera es representada por un profesor de instituto y alcalde llamado Sánchez Gordillo y un jornalero sin estudios llamado Diego Cañamero. En Vigo por los trabajadores de astilleros que se están movilizando estos días. Quizá en Madrid es representada por un camarero o una cajera de supermercado pero cuando la marcha minera entró en el Paseo de la Castellana, fueron los mineros leoneses y asturianos los que representaban a la clase obrera y al conjunto de los explotados, aunque fuera por unas horas. Ese no es el debate, la clase obrera es flexible y multiforme y está ahí para ser representada, dicha representación variará según las circunstancias. El debate interesante es que, si a un camarero le cuesta identificarse con la clase obrera no es porque ésta no pueda representarle (pudo hacerlo en el pasado y lo hará en el futuro) sino porque una legión de teóricos le dice que no debe identificarse con ella, que la clase obrera es un anacronismo del pasado, que ahora es 99%, precariado o un nuevo sujeto emergente. Lo más irónico de todo es que la primera revolución socialista sobre la tierra se diera en un país cuya clase obrera se encontraba en insultante minoría. Pero nada, podéis seguir pensando que sin mono azul masculino no hay paraíso: me decía Jorge Moruno por Twitter (afilada pluma de la izquierda postmoderna en nuestro país y responsable del blog La Revuelta de las neuronas) que la clase obrera no puede representar a todo el conjunto de los explotados. Y obviamente, mientras sigáis pensando que la clase obrera es únicamente un tipo con mono azul que fuma ducados, seguiremos nadando en ese mar de incertidumbre y relativismo que tanto parece gustaros a los postmodernos. El problema es que cierta izquierda, erróneamente a mi juicio, ha convertido fordismo y clase obrera en un binomio indisoluble. Craso error: la clase obrera existía antes del fordismo, existe en el postfordismo y existirá mientras haya un cabrón repartiendo sobres de dinero en cuentas B. De hecho ni Marx ni Engels (unos tipos que sabían algo de la clase obrera) conocieron el fordismo. El problema no es si la clase obrera obrera puede representar a todos los explotados, la cuestión es que la clase obrera está ahí para ser representada como herramienta aglutinante, sea un jornalero sin estudios, sea un líder sindical andaluz, sea los trabajadores de tierra del aeropuerto del Prat ocupando las pistas o sea Pablo Iglesias en un plató de La Sexta, dependerá de cada contexto. Pero claro, la cuestión del liderazgo pone nerviosa a la izquierda postmoderna, mucho más proclive a empantanarse en horizontales y eternas asambleas que nunca (y corríjame quién crea oportuno si me equivoco) sirvieron de mucho. El problema es que si hablas de liderazgo (o liderazgos en plural como apunta acertadamente el profesor Monedero) automáticamente se produce un proceso químico en algunas cabezas que les hace ver a Stalin hasta en las cajas de cereales.

Pablo Iglesias cita Chavs y se queda en la punta del iceberg: que la clase obrera ha sufrido transformaciones no es ninguna novedad. La tesis principal del libro no es dicha transformación sino la posterior criminalización e invisibilización que la clase obrera viene sufriendo desde hace dos décadas. Invisibilización que toma cuerpo en el idílico y egocéntrico retrato que el citado profesor de la Complutense hace de ‘los de abajo’, retrato que alimenta sus presupuestos teóricos postobreristas: hay sitio para el migrante (y me tendrá que explicar por qué un albañil ecuatoriano es antes migrante que albañil), para el estudiante (que por supuesto es camarero de forma eventual para el día de mañana ser arquitecto), para el reponedor, el teleoperador, la cajera de supermercado y el parado de larga duración y en definitiva para cualquier sujeto que valide el carnaval de identidades y elimine a la clase obrera como sujeto histórico y dispositivo aglutinante. Incluso se atreve a incluir en los de abajo al grupo de amigos que monta un bar o una empresa de informática. Supongo que no se referirá a ese pequeño comercio que coacciona a sus trabajadores el día de la huelga o paga sueldos de miseria y sin contrato. Es lo que tiene no hacer divisiones sociales en función de la propiedad de los medios de producción: al final resulta que todo aquel que no lleve sombrero de copa y puro es de los de abajo, que es más o menos el lema de Occuppy Wall Street y su «somos el 99%». El problema es que los sombreros de copa pasaron de moda.

El lenguaje no es inocente y es muy significativo que no mencione a fontaneros, albañiles, electricistas, instaladores de gas y calefacción, técnicos de electrodomésticos u operarios que suben y reparan torres de alta tensión. Curiosamente y pese a llevar mono azul de trabajo, pertenecen todos al sector servicios y no al industrial, benditas contradicciones de la postmodernidad. ¿Los obvias porque llevan mono de trabajo o porque tienen derechos? ¿O porque son oficios que implican años de aprendizaje a jornada completa que están destinados a los hijos de la clase obrera y no a los estudiantes de tu clase cuyo paso por el mundo laboral antes de terminar la carrera será a media jornada de camarero?. Invisibilización que remarca así, una innecesaria línea divisoria (que únicamente beneficia a la burguesía) entre los trabajadores precarios y los que lo son menos. Después es fácil acusar a los sindicatos de que sólo miran por sus afiliados, cuando estamos haciendo completamente lo mismo pero a la inversa. Luego no resulta extraño que los analistas extranjeros se pregunten asombrados cómo es posible que con nuestras tasas de paro y miseria no se produzca un estallido social. La respuesta es obvia: las movilizaciones en este país, del 15M a las mareas verdes y blancas, han sido dirigidas por la clase media. Es un hecho constatado, el mundo del trabajo ha brillado por su ausencia en dichas movilizaciones, empezando por el embrión de toda esta ola de protestas, el 15M. Quizá un buen comienzo sería dejar de señalar esa línea divisoria entre trabajadores precarios y no precarios. Huelga recordar que si un trabajador de la SEAT o un encofrador tiene más derechos que un reponedor no es por un ejercicio de altruismo por parte de la empresa, son fruto de dolorosas movilizaciones y de una tradición de lucha que no incluía la batucada y la recogida de formas vía Change.org entre sus métodos. Y Pablo me dirá que los disturbios no son la victoria y obviamente no, pero han ganado muchas batallas y conseguido muchos derechos. Los disturbios en sí no representan nada, pero su presencia implica un grado de movilización y concienciación que no se da allí donde la recogida de firmas y los talleres de malabares son el Santo Grial. No sé si serán la victoria pero su presencia organizada implica posibilidades de transformación y allí dónde se producen la izquierda transformadora goza de muy buena salud, sea en Grecia vía Syriza, sea en Euskal Herria vía Bildu o sea la Barcelona de los centros sociales ocupados, las viviendas ocupadas por la PAH o las huelgas que terminan con Starbucks en llamas.

De ahí la importancia de la PAH. Es el único frente verdaderamente interclasista que es nutrido por miembros de lo más debajo de la pirámide social, así es cuando un movimiento es puede llegar a ser temible. Mientras se trate de luchas sectoriales de estudiantes, profesores o médicos, poco podemos esperar. Es muy emocionante ver en los desahucios a gente que la oyes hablar y sabes que viene de lo más bajo, que notas a la legua que en su vida se había movilizado. Es triste pero es así: los movimientos sociales están participados mayoritariamente por gente con estudios o por gente proveniente de la clase media. Nadie dijo nunca que movilizar a la clase obrera fuera algo fácil, muy pocos lo consiguieron, menos todavía los que consiguieron vencer. Y se trata de movilizar ¿no? Es entonces cuando, pellizcándome las mejillas, no doy crédito a lo que leen mis ojos: «Esos son los de abajo y sólo la miopía de cierta izquierda puede insistir en agruparles a todos bajo la etiqueta de obreros e invitarles a afiliarse a los sindicatos (ojalá pudieran). Muchos de ellos ni siquiera pueden ejercer su derecho a la huelga y, sin embargo, ellos son el pueblo». INCREÍBLE.

Esto no es real politik ni reformismo, esto es legitimar la realidad existente y negar toda esperanza de transformación social. ¿Que no pueden hacer huelga? ¿Que no pueden sindicarse? ¿Por qué motivo? ¿Porque perderán el empleo? ¿En serio?.

En este país —y tú lo sabes bien— hay gente que se sindicaba sabiendo perfectamente que podía perder el trabajo, con el riesgo añadido de ser torturado salvajemente en comisaría y verse privado de libertad durante una larga temporada. Y se sindicaban clandestinamente. E iban a la huelga. Asumían un riesgo elevadísimo. Me parece un auténtico despropósito que digas que los precarios ’no pueden’ sindicarse ni ir a la huelga. Te contaré un secreto de revolucionario folk: a mí me ponen muchos los trabajadores de astilleros levantando barricadas o los mineros disparando cohetes pero con el porno no hago distinciones ya que, me ponen incluso más los informáticos:

Hace unos días sucedía algo verdaderamente insólito en nuestro país. Por primera vez un colectivo de informáticos, trabajadores de la empresa HP, iba a la huelga y conseguía una victoria parcial (consiguieron evitar la bajada de sueldos) en un ámbito laboral estrictamente post-obrerista. Si alguna profesión representa como ninguna otra al llamado precariado y los nuevos sujetos emergentes, es sin lugar a dudas la de informático: una profesión relativamente nueva, sin tradición de lucha sindical y que nunca utilizó la huelga como herramienta de presión. Y vencieron. ¿Cómo?¿Buscando una nueva identidad? ¿Reinventando ultramodernos métodos de lucha que se adapten a las nuevas necesidades del mercado flexible? ¿Reformulando conceptos que cubran nuevas sensibilidades en el mundo del trabajo terciario-semiótico? NO. En absoluto: vencieron organizándose en un sindicato de clase (CGT) y yendo a la huelga de forma masiva e indefinida. Por supuesto que corrieron riesgos y se jugaron su puesto, pero apostaron de forma colectiva y vencieron. Podemos seguir diciéndoles a los ’nuevos sujetos’ que no se sindiquen porque no son de la clase obrera y corren el riesgo de verse en la calle o podemos dar un paso al frente y sacar a relucir el ejemplo de los informáticos de CGT. Podemos asumir de una vez por todas que para la clase obrera, sin sangre no hay paraíso. Que no hacen falta infinitas reformulaciones ni reinvenciones hasta el absurdo: lo que hace falta es conciencia de clase y un sindicato con agallas (en el que sé que pagas la cuota como yo). Cuando hay conciencia de clase y un sindicato digno no importa si eres informático, reponedor o estibador en el puerto. La clase obrera es temible si está organizada.

Por último y volviendo de nuevo a Chavs, te olvidas del sujeto que Jones justifica en su libro: el cani de barrio sin estudios y la choni que trabaja en la peluquería para ponerse unas tetas nuevas y que, por si alguien no se había dado cuenta, son mayoría. Ese sujeto urbano que sale con la rojigualda a la calle cuando España gana un mundial, sigue con detenimiento las nominaciones de Gran hermano y no se pierde un capítulo de Gandía Shore, entre otras cosas porque se siente identificado. Ese sujeto que sirve como carne de cañón y entretenimiento en programas como Hermano mayor, El diario de Patricia o el deleznable Princesas de barrio. O en el muy progre APM con los charnegos de barrio como centro de las mofas porque cometen errores gramaticales cuando se expresan y porque unos burros de carga sin estudios resultan de lo más gracioso para la burguesa y cosmopolita TV3. Sin olvidarnos de ’El Neng de Castefa’ en el no menos progre Buenafuente: bakala, de la periferia, charnego y reponedor de supermercado por cierto. Los estudiantes de tu clase (ni los que escuchan a Los Chikos del Maíz o Riot Propaganda) serán nunca protagonistas en uno de estos infames espacios de entretenimiento; la clase obrera sí. Y eso es lo que denuncia Jones en su libro. La clase obrera extirpada de su orgullo y convertida en entretenimiento y motivo de mofa y escarnio por el resto de la sociedad. Lo que denuncia Jones en su libro es el elitismo de la clase media occidental, que se manifiesta en nuestro país cuando todo un profesor de Universidad Pompeu Fabra y referente de la izquierda (postmoderna eso sí) como Raimundo Viejo Viñas, sube a su Facebook la foto que acompaña este artículo y no es para denunciarla por su clasismo decadente y su elitismo, sino porque le resulta muy graciosa y acertada.

A mí también me paran muchas veces para felicitarme por el grupo. Sé perfectamente cual es mi perfil de oyente: un joven universitario preocupado por la política y la cuestión social. Por eso, cuando muy de vez en cuando, me para un cani, me dicen que sueno en el almacén del polígono o me pide una foto un currela de los que será currela para siempre, me emociono y verdaderamente me siento orgulloso de mi trabajo. Los de arriba de la foto son la sal de la tierra, la espalda del mundo. Y sin ellos estamos condenados a no vencer. Sin ellos el miedo no puede cambiar de bando. Quizás van en distintos camarotes pero vamos todos en el mismo barco. A pelear. Y a seguir metiendo caña en la tele compañero.




Wednesday, July 17, 2013

EL SALARIO DE LA CRISIS. TEXTO BREVE DE RAFA GARZO. PUBLICADO EN JULIO DEL 2013 EN EL BLOG MARX DESDE CERO



texto de Rafa Garzó

publicado en julio de 2013 en el blog Marx desde cero

Mareas verdes, rojas, amarillas, negras y ultravioletas. Cada una de ellas luchando por uno de los muchos derechos que el capital trata de robar para capear su crisis: Sanidad, Enseñanza, Pensiones, Trabajo Digno… Luchando, pero por separado. Como si las reivindicaciones fuesen compartimentos estancos. Como si cada pelea fuese por un derecho diferente, que afecta a grupos diferentes de gente diferente…

Sin embargo, todas las luchas son la misma. Todos los derechos que el capital trata de arrebatarnos son el mismo. Todos los frentes, todas las plataformas, todas las mareas son una: la lucha en torno al precio de la fuerza de trabajo.

Porque, ¿qué es el desempleo sino fuerza de trabajo sin salario ni precio? ¿Qué es la reforma laboral sino la reducción drástica del precio de la fuerza de trabajo? ¿Qué son los despidos libres y arbitrarios que dejan sin sustento a centenares de miles de familias? Salario directo, combate por el precio directo de la fuerza de trabajo.

¿Qué es la Sanidad sino salario indirecto, sino parte del precio de la fuerza de trabajo que se cobra en atenciones médicas? ¿Qué es la Enseñanza? También: Salario indirecto. Los transportes públicos, las ayudas a la dependencia, el subsidio de desempleo, la formación laboral… Salario indirecto. Precio indirecto de la fuerza de trabajo.

¿Qué son las pensiones? Salario diferido, salario que se cobra cuando se han alcanzado los límites físicos del trabajo. Las pensiones son, también, parte del precio de la fuerza de trabajo que se acuerda cobrar al final de la vida laboral. Salario diferido. Precio diferido de la fuerza de trabajo.

Todo, pues, es lo mismo. Todo es salario. Todo es precio de la fuerza de trabajo. Y todas nuestras luchas como Ciudadanía agredida giran alrededor del precio de la fuerza de trabajo, ya sea directo, indirecto o diferido. Por más mareas que surjan contra el brutal ataque del capitalismo a nuestros derechos.

El capital y sus medios de manipulación juegan a confundirnos, y a veces nos dejamos: Luchamos en trincheras separadas. Cuando, en realidad, todas las luchas son una y la misma: La Lucha de Clases, de las Clases Populares contra las oligarquías bancarias y especulativas, contra la clase capitalista por un precio digno de nuestra fuerza de trabajo.

Podemos pintar la pelea de mil colores, pero hasta que acabemos con el capitalismo transformándolo en una Sociedad Humana, todas las luchas son una sola: La Lucha de Clases. Actuemos en consecuencia: Acudamos todas y todos a la misma trinchera. Delante está el capital, temiendo que vislumbremos la verdad y nos unamos.

¡Unámonos!.

EN DEFENSA DE LA TEORIA DE STALIN, DE EL SOCIALISMO EN UN SOLO PAIS



Defender la política estaliniana del Socialismo en un solo país, es defender la revolución socialista internacional y el internacionalismo proletario. Veamos por qué:

Recordemos que la vanguardia del proletariado, el destacamento del proletariado mejor y más organizado del mundo en toda su historia ha estado en Rusia. Era 1917 y allí se vió con muy buenos ojos la construcción del socialismo. No quedaba otra. El problema es desde fuera no haber entendido esa construcción. Y es que hay una especie de MODA de querer demonizar gratuitamente a Stalin sin entender ni un ápice de lo que se hizo ni de lo que se defendió realmente desde las filas del bolchevismo y la vanguardia del proletariado ruso.

En el resto del mundo el proletariado no estaba organizado y ni siquiera tenía consciencia de clase. En Rusia si. ¿Cuál era entonces el camino a seguir?, ¿qué había que hacer para con el resto del proletariado mundial?, ¿esperar sentados a ver si el resto del proletariado se despertaba? aun estarían esperando, ¿conquistar e invadir al resto de países para provocar revoluciones? nadie se hubiera sumado a ellos.

Por tanto, el camino a seguir era en primer lugar, ofrecer la alternativa al capitalismo. La construcción del socialismo en un sólo país era sólo el preámbulo a la construcción del socialismo en muchos países. Y así fué de hecho. La URSS NO ERA UN SOLO PAÍS. ERAN 15. ¿A alguien le parece eso el socialismo en un sólo país?

El socialismo en un solo país fue simplemente la necesidad histórica del levantamiento del proletariado ruso, su lucha “nacional” contra su propia burguesía para establecer una dictadura “nacional” proletaria que acabara PRIMERO con la clase capitalista rusa. Y eso es lo más marxista que hay.

En una segunda etapa además, rindieron cuentas con otras burguesías nacionales. Pero primero hay que construir el socialismo en un país, formar cuadros, hacer escuela, crear cultura socialista, organizar un ejército, etc., porque de lo contrario el proletariado se econtraría décadas y décadas luchando penosamente contra la burguesía sin tener ni un sólo referente alternativo, nada construido, incapaz de hacer frente al aparato militar capitalista. Para luchar contra la burguesía hay que tener fábricas de armamento, controlarlas, y tener un ejército preparado para defender el socialismo. ¿Porqué perdimos la Guerra Civil española? no fue porque Stalin no nos enviara armamento, precisamente. Ni porque no nos esforzásemos lo suficiente. Fue por la división interna dentro de la izquierda, porque muchas fábricas de armamento en Cataluña estaban en manos de los anarquistas, que pararon la producción de armamento para boicotear la II República.

Volviendo al tema, era absolutamente necesario edificar el socialismo en Rusia y así lo defendió también Lenin y todo el proletariado ruso. Sólo faltaría que hubieran tenido que hacer caso de lo que 4 inútiles intelectualoides les dijeran desde Europa. Era necesario dar ejemplo, demostrar que el capitalismo no es el único sistema posible, y desde esa edificación socialista, mostrar al resto del mundo que el socialismo sí es posible. Desde esta perspectiva, la defensa del socialismo ruso se convierte en la defensa del movimiento proletario mundial, y por ende, del movimiento comunista internacional.

Imaginad lo difícil y lo dura que es la lucha, que ni con la 3ª Internacional ni con el socialismo desarrollado en 15 países se pudo inducir la revolución en Europa, precisamente la cuna del socialismo y la filosofía de Marx. ¡Y ahora nos las damos de marxistas criticando al único líder en toda la historia que logró edificar y mantener el socialismo!

¿Alguien cree realmente que había alternativa a la construcción del socialismo en Rusia?, ¿o es que lo que el proletariado ruso tenía que haber hecho era conquistar por la fuerza al resto del mundo?, ¿ese es el método del internacionalismo proletario?, ¿esa es vuestra idea sobre la dialéctica marxista?

Se hizo lo mejor que se pudo haber hecho, y yo personalmente defiendo la política del socialismo en un sólo país, porque la comprendo, y no me ando con aires de superioridad intentando dar lecciones desde el anticomunismo.

Y el socialismo se hundió no por el socialismo en un sólo país, sino porque el enemigo capitalista fue más audaz y poderoso. Hemos perdido una batalla y nos creemos que tenemos que replantear de arriba a abajo el marxismo, cuando la clave del éxito y el camino a seguir están clarísimos. La revolución bolchevique y el socialismo ruso fueron un éxito. Ese es el camino a seguir. Es más, viendo cómo las mafias se apoderaron del partido con el Golpe de Estado de Jruschev en 1956, el único aspecto que considero mejorable es la contundencia contra el enemigo burgués. Si algo hizo mal Stalin fue precisamente no purgar el partido en los años 50. Pues gracias a la purga llevada a cabo en los años 30 el socialismo aguantó 20 años más. No hace falta recordar que el Trotskysmo en Rusia fue un destacamento avanzado de la burguesía occidental.

Sunday, July 14, 2013

EL MARXISMO NECESITA A KEYNES, KALECKI, ETC? LA ESCUELA MONTHLY REVIEW. TEXTO PUBLICADO EN JULIO DE 2013 EN CRITICA MARXISTA-LENINISTA SOBRE UN ARTICULO DE 2011 DE SAM WILLIAMS. CONTIENE LINKS DE DESCARGA DE DOS ARTICULOS EN INGLES, RELACIONADOS


¿El marxismo necesita a Keynes, Kalecki, etc.?: La Escuela Monthly Review


sobre un artículo del año 2011 de Sam Williams 

texto publicado en julio de 2013 en el blog Crítica Marxista-Leninista - contiene links de descarga de dos artículos del mismo autor (de 2010 y 2013), en inglés, relacionados 

tomado del blog “A Critique of Crisis Theory” - Traducido para “Crítica Marxista-Leninista” por Inessa de la Torre y Thiago R.

Se presenta en el blog Crítica marxista-Leninista: La Escuela Monthly Review es una tendencia de pensamiento económico de orientación “marxista” que ha realizado contribuciones importantes para la comprensión de la evolución económica capitalista contemporánea. La revista Monthly Review y los libros y folletos publicados por su editora constituyen puntos de referencia para muchos estudiantes, intelectuales, militantes, organizaciones sindicales y partidos del amplio espectro de la llamada izquierda. 

Incluso muchos partidos denominados comunistas y marxista-leninistas consideran los puntos de vista y estudios de la Escuela Monthly Review como una valiosa e importante aplicación del marxismo a los problemas económicos contemporáneos, particularmente al estudio y denuncia del capitalismo monopolista. 

En la década de 1960, Paul Baran y Paul Sweezy escribieron “El capitalismo monopolista” en un intento de “iniciar el proceso de análisis sistemático del capitalismo monopolista”, asumiendo implícitamente que había llegado el momento de acabar con el reinado supremo de “El capital”. En ese esfuerzo y en su trabajo de análisis y denuncia del capitalismo monopolista y particularmente del imperialismo norteamericano, la Escuela Monthly Review y sus exponentes han recurrido a la ayuda de pensadores y escuelas de pensamiento ajenas al marxismo y definidamente burguesas. 

Desde Sweezy hasta John Bellamy Foster en la actualidad, los exponentes de esta Escuela han mezclado a Marx, la economía marginalista, Keynes, Kalecki, y una serie de economistas no marxistas, tomando prestado terminología, categorías y tesis de esos economistas y tendencias de pensamiento económico incompatibles con el marxismo. ¿Marx y el marxismo necesitan de Keynes, Kalecki, Joan Robinson, de marginalistas y keynesianos de “izquierda”, para estudiar, analizar y explicar los principales problemas económicos del imperialismo y de la evolución de la economía mundial? 

El artículo que presentamos a continuación es una crítica general de la Escuela Monthly Review, que pone en evidencia puntos fundamentales en las que esa escuela se distancia del marxismo, concluyendo además que de la mezcla de marxismo, marginalismo y keynesianismo, lo que predomina no es precisamente la teoría de Marx ni su método analítico. El autor del artículo reconoce el trabajo positivo de Paul Sweezy y sus colegas de Monthly Review pero sus críticas deben alertarnos contra las conclusiones políticas reformistas que se derivan de los estudios y análisis de dicha escuela. 

Aunque no compartimos, algunos puntos de vista del autor, el artículo nos parece importante para introducirnos en el estudio crítico de las ideas y tesis de esta escuela. El autor del artículo invoca a los lectores a leer un artículo previo de cuyos argumentos dependen las ideas expresadas en el que a continuación reproducimos. Al pie del artículo ponemos los links de descarga.

El texto publicado en Crítica Marxista-Leninista se puede leer completo en: (incluyendo los links de descarga de dos artículos de Sam Williams, en inglés)


El texto publicado en Crítica Marxista-Leninista se puede descargar completo desde: (32 páginas de muy buen formato pdf)






  

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Tuesday, July 9, 2013

HENRY KISSINGER HACER REVELACIONES SOBRE LO QUE ESTA PASANDO EN SIRIA. TEXTO PUBLICADO EN EL BLOG SOCIALISMO ACTUAL EN JUNIO DEL 2013. CONTIENE LINKS A DISTINTOS ARTICULOS



El genocida Henry Kissinger, mente maestra del Plan Cóndor, confesó al hablar1 en una universidad dos puntos muy interesantes con respecto al conflicto sirio presente:

1.que son las naciones de Occidente —incluyendo EUA— los que han alentado y apoyado a las agrupaciones irregulares que pretenden derrocar el gobierno de Bashar al Assad;

2.que el resultado que le gustaría ver en Siria es el de un país desintegrado y balcanizado con “más o menos regiones autónomas”.

El primer punto es bastante conocido en internet, no así por la gente que sólo se informa a través de TV y diarios oficiales de nuestros países occidentales burgueses. Los rebeldes libios que derrocaron a Gadafi y ahora los rebeldes sirios son tan agentes estadounidenses como los terroristas autodenominados «muyahidines» que destruyeron Afganistán en la guerra iniciada en 1978. También los talibanes son tan agentes hoy como ayer lo fueron. ¿Acaso creen que los talibanes atacaron hace unos días2 el Palacio Presidencial y la sede de la CIA en Kabul sólo por su audacia? Poco después de acordarse dialogar3 de paz, probablemente la misma CIA les abrió la puerta a los talibanes para que muestren su fuerza y le quiten titubeos4 a Karsai. No tengan dudas que el país, si no es balcanizado, como también se habló,5 será entregado en bandeja a los talibanes. Porque no se puede admitir que realmente se luche allí por los «derechos de las mujeres» de un lado y por el «Libro Noble» por el otro. Que sus soldados crean que sí (si no son simplemente criminales que eligen la guerra para dar rienda suelta a sus pasiones), puede ser; nunca sus jefes.

Kissinger también quiere ver Siria balcanizada. El nacionalismo es un enemigo mortal de cualquiera que luche por los oprimidos. Nada revolucionario puede salir de quienes quieren algo tan miserable como trazar una línea imaginaria por un terreno. Por eso con la verdadera transformación social, no se deben crear más Estados, es decir, no se debe multiplicar la maquinaria represiva y burocrática, sino simplificarla, mientras fuera necesario que exista. «Todas las revoluciones perfeccionaban esta máquina, en vez de destrozarla.» Pero los leninistas creen solucionar el odio entre pueblos mediante la creación de más Estados, así cada pueblo imaginario —porque tampoco ellos pueden determinar cuáles son los pueblos de verdad, por eso la URSS creaba y disolvía repúblicas— puede tener su fetiche. Incluso antes de que cayeran los regímenes pretendidamente socialistas ya había salido a la luz toda la violencia y el odio nacionalista, que, aunque no llegue siempre al paroxismo con la guerra, permanentemente está allí, para obstaculizar la acción unida de los trabajadores (también la religión juega su papel en la atomización política; la religión es el otro gran pilar ideológico el capitalismo, un régimen que casi no tiene carga emotiva, y que, por ello, requiere el auxilio de tan buenos colaboradores). Así como el imperio que sirve Kissinger requiere un mundo dividido para poder unirlo con el imperialismo, cada burguesía de un Estado requiere la división entre el proletariado mediante el nacionalismo para unirlo con ella nacionalmente, es decir, mantenerlo dominado.

Fuentes:

1 «Los medios mienten acerca de Siria, afirma Kissinger». En CubaDebate, 27/6/2013.

2 «Los talibanes atacan el palacio presidencial y la sede de la CIA en Kabul». En El País, 25/6/2013.

3 «El gobierno afgano y los talibanes hablarán de paz en Catar». En La Vanguardia, 18/6/2013.

4 «Afganistán: “no habrá paz sin los talibanes”». En DW, 19/6/2013.

5 «Proyectan EU y GB dividir Afganistán en ocho "reinos"». En La Jornada, 9/11/2012.



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Thursday, July 4, 2013

LAS TELENOVELAS LATINOAMERICANAS SON NECESARIAS PARA QUE LA MAYORIA DE LOS LATINO AMERICANOS PUEDAN ESCAPAR A UN MUNDO ARISTOCRATICO DE GENTE BONITA, MUSCULOSA, EDUCADA, INTELIGENTE, POR UNAS HORAS. YA QUE EL EXCESO DE FEALDAD, AMBIENTES FEOS, GENTE FEA SIN MUSCULOS, GENTE BRUTA, EXCESO DE POBREZA Y AMBIENTES FEOS DEPRIMEN Y DESTRUYEN A TODOS LOS LATINOS


El éxito de este tipo de programas refleja un universo cultural. Aborda temas de la vida diaria, sin importar a qué continente pertenezca el televidente

“Voy a contarte una historia verdadera de una niña pobre y buena, viene de lejos en busca del amor y mejor porvenir”. ¿Cuántas veces no ha visto el mismo drama? La diferencia es que es otro contexto, otros actores y actrices, pero al final es la misma historia de amor que tiene un final feliz.  Las telenovelas gozan de gran popularidad en el continente americano. Y en países como Portugal, España, Italia, Grecia, Europa del Este, Asia Central, el Cáucaso, Turquía, China, Indonesia y en el continente africano.  De acuerdo con un reportaje de la UNESCO, en Costa de Marfil muchas mezquitas adelantaron sus horarios de oraciones durante 1999 para permitir a los televidentes disfrutar de la telenovela Marimar protagonizada por la mexicana Thalía. Dos años antes, la misma actriz fue recibida en Filipinas con honores reservados para jefes de estado.

En una población al sur de Serbia, los televidentes solicitaron al gobierno venezolano que se retiraran los cargos contra Kassandra, el personaje de la novela del mismo nombre. Una copia de la carta fue enviada al entonces presidente Slobodan Milosevic. Kassandra tiene el premio de Mundial de Guinness por ser la telenovela vista en 128 países.  En Rusia, hubo planes de solicitar a las actrices mexicanas Verónica Castro y Victoria Ruffo actuar en comerciales para las elecciones de 1993. Estas dos actrices eran consideradas entonces las más populares de toda la historia de Rusia. En este país, la novela “Los ricos también lloran” (quizás la telenovela más exitosa de la historia) atrajo a más de 100 millones de televidentes.

En China, la telenovela brasileña “La esclava Isaura” fue vista por más de 450 millones de televidentes. Recientemente la actriz y cantante uruguaya Natalia Oreiro es admirada en Rusia e Israel, por las telenovelas que protagonizó en la década del 90´y las de los últimos años. De hecho es más exitosa en los países de Europa del Este que en la propia Argentina.  Marimar y Kasssandra son, entre las miles de telenovelas que América Latina ha producido a lo largo de cuatro décadas (un promedio de cien al año), exponentes clásicos del género. Con pocos enredos y un ritmo ágil, ponen en escena historias de amor que deben superar miles de obstáculos -diferencias sociales, lazos de sangre, conflictos de intereses- para triunfar, sobreviviendo a todas las asechanzas del destino. Al igual que en todas sus congéneres, la moral termina por imponerse, el bien triunfa y los malos son castigados en un final feliz que reconcilia a los personajes entre sí y con el mundo. 
Un pasatiempo

El esquema narrativo de las telenovelas incluye una dosis considerable de suspenso, el “gancho” al final de cada episodio, para que los telespectadores renueven su cita noche tras noche. Un mecanismo que en el caso de Kassandra permitió a algunos búlgaros, que corrían con una ventaja de diez episodios, lanzar una nueva forma de mercado: contar la continuación por el precio de diez dinares (2 dólares) a sus vecinos de la frontera yugoslava.  Ante este éxito mundial cabe preguntarse si las telenovelas son algo más que un conjunto bien orquestado de golpes bajos y emociones fáciles. Con sus fórmulas repetitivas no llegan a menudo al gran arte, pero los guiones no siempre son pueriles y los diálogos y los personajes menos previsibles de lo que podría suponerse.

“Son precisamente aquellas historias con más sabor local y que presentan situaciones y personajes típicamente latinoamericanos las que tienen mayor aceptación fuera de la región”, afirma el investigador de la Universidad Central de Venezuela, Daniel Mato. El éxito que obtuvo la colombiana “Café con aroma de mujer”, que cruza la historia de amor con los avatares de la industria cafetera, parece confirmar su opinión.  Hay quienes estiman, como el antropólogo de la Universidad Tecnológica, Ramón Rivas, que la telenovela gusta “porque las personas lo ven como un pasatiempo, un alucinógeno, una forma de proyectar su propia realidad, pero al mismo tiempo esa realidad que ellos ven no la pueden alcanzar”.

Todas las telenovelas se construyen en torno a temas “que son los mismos desde el comienzo de la humanidad”, afirma Arquímedes Rivero, uno de los padres del género en Venezuela. Sin duda, son esas situaciones universales y el sentimiento de identificación con una historia que sin ser copia de la realidad se inspira en ella las que explican su aceptación por públicos tan heterogéneos.  Los telespectadores viven como propios los sufrimientos y los obstáculos de los protagonistas, con los que día tras día se crea una auténtica complicidad. “Lo que me gustó de Marimar, dice Marlene Estrada, que atiende un comedor en San Salvador, es que ella es pobre como nosotros, padece nuestros mismos problemas. Le quemaron la casa, fue despreciada por todos.”

Los excesos en las telenovelas

Para la psicóloga Margarita Mendoza Burgos el televidente debe saber diferenciar la realidad de la ficción sin caer en la adicción. “El problema es cuando las personas pasan la mayor parte del día viéndolas”, manifiesta.  El televidente no debe tomarse a título personal los sucesos que ocurren. “No se debe crear adicción ante este tipo de programas”, recalcó la especialista.  En una ocasión la actriz chilena Gloria Münchmayer, al realizar un papel antagónico en la teleserie “La Madrastra”, recibió un ataque de personas al odiar el papel que ella realizaba.  En la teleserie “Amores de Mercado”, al morir el personaje principal llamado Pelluco, la gente envió coronas funerarias al Mercado Central de Santiago de Chile para mostrar sus solidaridad con la familia en la telenovela.

Según una investigación de la UNESCO en la guerra de Bosnia existía un alto al fuego durante la transmisión de la serie brasileña “La Esclava Isaura”.  

Telenovelas más exitosas
Estas son algunos de las historias rosas que más se han destacado en el continente latinoamericano:

Novela País Año
Alcanzar una estrella México, Televisa 1990 
Alma gemela Brasil, Rede Globo, 2005 
Amores de mercado Chile, TVN 2001
Amándote Argentina, Telefe 1990 
Amor real México, Televisa, 
La antorcha encendida México,
América Brasil, Rede Globo 2005 
Yo soy Betty, la fea Colombia 
Señorita maestra Argentina A.T.C. 1982 
Rosa de lejos Argentina, A.T.C. 1981 
Estrellita mía Argentina, Canal 11 1988 
Más allá del horizonte Argentina, Canal 9 1992 
La extraña dama Argentina, Canal 9 1991 
Café con aroma de mujer Colombia 
Carrusel México, Televisa
El camino secreto México, Televisa
El carruaje México
El clon O clone Brasil 
El color del pecado (Da Cor do Pecado) Brasil 
Bang Bang Brasil 
El maleficio México, Televisa,
El Rey del Ganado (O Rei do Gado, Brasil 1996 
Esmeralda Venezuela, Venevisión
Corazón salvaje México, Televisa
Cristal Venezuela 
Cuna de lobos México, Televisa
Dancing days Brasil 
La esclava Isaura Brasil 
Gabriel y Gabriela México, Televisa 
Gutierritos México
Los ricos también lloran México, Televisa 
María Mercedes México, Televisa 
Mirada de mujer México, TV Azteca
Mundo de juguete México
Cuando Seas Mía México, TV Azteca
Perla México, TV Azteca
Nada personal México, TV Azteca
El pecado de Oyuki México, Televisa
Rosa salvaje México, Televisa 
Señora del Destino Brasil
Marimar México, Televisa
Antonella Argentina 1993 
Perla negra Argentina, Telefe 1995 
Ricos y famosos Argentina, Canal 9 1997 
Roque Santero Roque Santeiro, Brasil 1985 
Rubí México, Televisa
Pasión de Gavilanes Colombia, RTI
Tieta Brasil, Rede Globo
Topacio Venezuela
Simplemente María Perú 1969 
La sucesora/A sucessora Brasil
Vale todo (Vale Tudo, Red Globo Brasil 
Muñeca brava Argentina, Telefe 1998 
Rebelde México, Televisa
Rebelde Way Argentina 2002 y 2003
Resistiré Argentina, Telefe 2003 
Machos Chile 2003 y 2004
Padre Coraje Argentina, Canal 13 2004 
La Madrastra Chile



Fuente: http://www.elsalvador.com/noticias/2006/04/27/escenarios/esc9.asp#



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